El concepto de peregrino en El Criticón: el diálogo de Gracián con la materia de peregrinación en los Siglos de Oro (original) (raw)

Más sobre el itinerario geográfico en "El Criticón" de Baltasar Gracián

Compostella Aurea Recurso Electronico Actas Del Viii Congreso De La Asociacion Internacional Del Siglo De Oro Santiago De Compostela 7 11 De Julio De 2008 2008 Isbn 978 84 9887 652 9 Pag 76, 2008

El objetivo de esta ponencia es aportar nuevos elementos al debate sobre la existencia o no de un referente geográfico en el itinerario del Criticón. Concretamente, desearía: legitimar el principio de una búsqueda de referentes geográficos para los espacios alegóricos del relato; proponer una identificación nueva; y señalar las incidencias de esta localización en la interpretación del Criticón, en lo que se refiere al alcance político de la obra. Esto me llevará a completar y matizar unos puntos de las tesis de Benito Pelegrín y Alain Milhou, los estudiosos que más adelante han llevado una lectura geográfica del Criticón. Mientras críticos tan destacados como Miquel Battlori, Ceferino Peralta y Miguel Romera-Navarro vieron en El Criticón una alegoría a-geográfica, Benito Pelegrín (1984 y 1985) fue el primero en esforzarse por demostrar la correspondencia entre el espacio alegórico y la geografía real. Para él, el «hilo perdido» del Criticón sería un itinerario jesuítico y antijansenista, que lleva a los protagonistas desde Goa, que conserva las reliquias de san Francisco Javier, hasta Roma, Ostia y la isla de Montrecristo, pasando por Port-Royal-des-Champs (II, vii: «El Yermo de Hipocrinda»). A continuación, Alain Milhou y Anne Milhou-Rodié (1987 y 1993) han corroborado el principio de una lectura geográfica y jesuítica del Criticón, aunque matizando la tesis antijansenista de Pelegrín. Aceptan la idea de que el Yermo de Hipocrinda remita a Port-Royal, pero consideran que el episodio es una sátira de cualquier herejía que menoscabe el papel de la voluntad en la salvación. Milhou (1987) no sólo amplia el marco interpretativo de la obra, sino también el espacio geográfico recorrido por los protagonistas. A su parecer, Andrenio y Critilo no acuden a Roma en línea recta tras conocer a Hipocrinda, pasando por Ratisbona (II, xii: «El Trono del Mando») sino que atraviesan los Países Bajos españoles (II, viii: «La Armería del Valor»), antes de dirigirse hacia Polonia o incluso Lituania. Milhou, de hecho, propone localizar el palacio de Virtelia en Vilna (Vilnius). Por fin, Andrenio y Critilo acudirían a Roma haciendo escala en Viena CoMPoStella aUrea. aCtaS del viii ConGreSo de la aiSo iSbn 978-84-9887-553-9 (t.ii); iSbn 978-84-9887-555-3 (o.c) Más sobre el itinerario geográfico en El.Criticón de baltasar Gracián brought to you by CORE View metadata, citation and similar papers at core.ac.uk

El peregrino en la ciudad: expresionismo religioso en la Hispania tardoantigua

Iberia 3, 2000, pp. 151-166 y 188-193

El fenómeno esencial de la transformación urbana tardoantigua fue su cristianización. Vivimos tiempos de revisión, la idea de la crisis de la ciudad y la omnipresencia del campo, de la ruralización radical de la vida social y económica, el abandono masivo de la ciudad por las elites políticas, es cada día más puesta en entredicho. La ciudad tardoantigua sufrió esencialmente un proceso de sustitución, una reordenación de referencias, y entre ellas una destaca por encima de las demás: la sustitución de la conciencia cívica por la conciencia cristiana. La nueva religión se convirtió en el referente esencial de la vida cotidiana, el servicio al nuevo dios y la búsqueda de su favor reordenó los cauces de la munificencia, pública y privada, los modelos de comportamiento no serán ya los marcados por la antigua elite municipal, sino por la elite sagrada de los hombres de Dios. Este nuevo panorama inevitablemente afectó a la morfología y a la dinámica del devenir cotidiano en la ciudad. Los viejos edificios que representaban lo mejor de las tradiciones paganas fueron abandonados a su suerte, cuando no conscientemente destruidos o expoliados, en su lugar iglesias, baptisterios, palacio episcopal, monasterios, xenodochia..., se convirtieron en el centro de la actividad arquitectónica. La vida cotidiana se modificó de acuerdo a ello, los ritos cristianos se hicieron omnipresentes, la sociabilidad cotidiana se alteró.

Concepto o conceptos de peregrinatio en las Vitae Sanctorum Hiberniae

Semata, 2021

Para el peregrino medieval la meta es lo más importante del viaje y, de ese modo, se establecen los itinerarios cristianos durante toda la Edad Media. Sin embargo, los monjes peregrinos irlandeses que encontramos en las Vitae Sanctorum Hiberniae frecuentan otros lugares en peregrinación creando lo que consideramos conceptos diferentes, propios y característicos de un pueblo en el que el mar ocupa casi todo el pensamiento insular. Se mueven por impulsos religiosos (peregrinatio pro Christo), pero, además, realizan la peregrinación como parte de una aventura de fe en la que quieren dejar constancia de espacios concretos (viajes por mar o al Más Allá) en los que, incluso, el pecado constituye un motivo para viajar y ser perdonados.

Los contextos del saber y El Criticón de Gracián

Conceptos Revista De Investigacion Graciana, 2005

E HA CALIFICADO el Renacimiento como el siglo de oro de la universidad española. 1 Castilla vivió una expansión en el ámbito de la educación ya antes que el norte de Europa: el número de personas con formación escolar, especialmente el de aquellas con formación académica, se incrementó drásticamente alrededor del 1500 mediante la creación de nuevas escuelas, colegios y universidades. El Estado y la Iglesia estaban interesados por igual en la existencia de una mejor formación. Aun cuando frecuentemente los intelectuales representaban la oposición, 2 el Estado dependía de ellos y los favorecía, ya que la monarquía absoluta necesitaba de juristas competentes para el cuerpo de funcionarios. Se puede probar cuánto aumentaron las plazas para letrados en Castilla entre 1500 y 1700, pero especialmente en el siglo XVI. 3 La formación jurídica abría el acceso a la administración superior, a la prestigiosa profesión de la abogacía o también a la ocupación de cargos en la inquisición, cubiertos tanto por juristas como por sacerdotes. Por ello, se puede considerar que las universidades, como centros de formación, eran los soportes de funciones estatales trascendentales hasta finales del siglo XVII. Así como el Estado, la Iglesia también tenía interés en una mejora en la educación, pues pretendía de ese modo preparar a los creyentes contra los herejes. Al fin y

El Criticón" de Baltasar Gracián como ontología alegórica

Ingenium. Revista Electrónica de Pensamiento Moderno y Metodología en Historia de la Ideas, 2014

Este trabajo ha sido realizado en el marco del Proyecto de Investigación Poetics of Selfhood: memory, imagination and narrativity (PTDC/MHC-FIL/4203/2012) del CFU, concedido por la Fundação de Ciência e Tecnologia del Gobierno de Portugal. RESUMEN El artículo propone una lectura de El Criticón de Baltasar Gracián en los términos de una ontología alegórica que tiene su centro en una antropogénesis inmanente. Partiendo de la ya clásica monografía de H. Jansen sobre los conceptos fundamentales de Gracián, consideramos que la teoría basada en la búsqueda de una gloria cabal, en el ejercicio honesto de la virtud y en la meditación motivada por la conciencia del desengaño, dibuja los límites del discurso ético que se construye en El Criticón. La historia aparece en este autor como la confirmación de la pérdida del paradigma del orden que encarna la naturaleza, pero al mismo tiempo constituye la oportunidad para desarrollar la prudencia humana y para generar dispositivos comunitarios que no permanezcan prisioneros de la dialéctica de la apariencia. Se trata de vencer a la tribulación en que el mundo instala al hombre desde su nacimiento mediante la conciencia, de estirpe estoica, de haberse impuesto a él. Y, para conseguirlo, sólo puede tomarse el rumbo de la virtud y del valor heroico, con el fin de obtener la estimación de los otros e inmortalizarse para una comunidad estética.