La ballena invisible del Primero sueño (original) (raw)

EL ELEFANTE INVISIBLE

Evaluar es una tarea ingrata. La mayoría de los docentes preferiríamos sencillamente enseñar y no tener que evaluar. Los sentimientos negativos relacionados con la evaluación son variados. Entre los principales están, en primer término, el vinculado a la sobrecarga de trabajo y el cansancio que implica.

"El Animal Invisible"

Tercer bloque de "El animal Invisible" a continuación de "El árbol de Plástico", sobre la imagen animal y sus distorsiones y tergiversaciones, aciertos, influencias y mitos a través del arte aplicado a la divulgación científica.

El auriga invisible

El propósito de este escrito será mostrar el retorno, dentro del horizonte espiritual indio, del símbolo y la imagen del carro con un sentido completamente diverso del analizado en otros trabajos de este mismo volumen. El símbolo en cuestión muestra, por un lado, la continuidad cultural de la India; por otro, determina nuevas perspectivas antropológicas y, finalmente, apunta a señalar cómo, el budismo indio de los primeros siglos, se instala en una peculiar frontera filosófica que se caracteriza por ofrecer una respuesta ética, ascética y psicológica a la tradición madre.

La ballena no tiene color

www.cuandolavida.com, 2017

Desde hace unas semanas, se hizo público el reto de " La ballena azul " por las graves consecuencias que trajo a niños y adolescentes en Rusia, en Brasil, en Colombia y otros países alrededor del mundo. Al respecto, se ha brindado información sobre su origen, se creó un grupo en contraposición al reto y las comunidades, están estableciendo medidas de prevención.

LA OMNIPRESENCIA DE UN MONSTRUO INVISIBLE

2020

El ser humano nuevamente se ve enfrentado ante un virus que lo infecta todo y que amenaza con acabar con el modo de vida que se ha establecido al paso de las épocas, gracias a los avances tecnológicos que durante mucho tiempo parecían estar cerca de cumplir la promesa de inmortalidad, inmunidad y supremacía; revelando la verdad ante sus ojos. El ser humano no lo puede todo ni es invencible. La incertidumbre sobre el futuro se cierne como una amenazante sombra a punto de engullir todo y ante lo cual la única defensa posible del homosapiens se reduce a permanecer en aislamiento social, vivir en una cuarentena que tiene a todos al borde de la desesperación y la depresión. Podría hallarse cerca del borde de la extinción en cualquier momento. Un apocalipsis, quizá inevitable, sin zombis, ni extraterrestres o seres del inframundo, sólo un virus, un organismo químico vivo que se reproduce ciegamente y no distingue edades, clase social, etnia o sexo. "Un ser tonto y sin sentido" (Zizek, 2020) que convierte a todo ser humano blanco y foco de infección y muerte.

Estética de lo invisible

Estética de lo invisible. La imagen en el pensamiento antiguo., 2014

En la Antigüedad, el aspecto ontológico de la imagen como ícono se relacionaba con la ausencia; sin ella, las imágenes se vaciaban de sentido y se convertían en engaño. Siempre hubo, en el ámbito religioso, voces a favor y en contra de la representación con imágenes; por ello, resultaba decisivo entender qué era una imagen, lo que intentó Juan Damasceno en el siglo viii.

Lo invisible de lo real

Ya no hay análisis social que pueda prescindir de los individuos, ni análisis de los individuos que pueda ignorar los espacios por donde ellos transitan. Marc Augé Recuerdo que fui al barrio del Carmen (Valencia) con la intención de catalogar aquellas huellas o registros que me invitaran a pensar en la presencia de las personas en el espacio público. Quería fotografiar grafitis, rótulos, carteles, textos anónimos que me trasladaran a un pasado no muy lejano, pensando en quien o quienes hubieran elaborado esas imágenes con futuro incierto. No obstante, y para mi sorpresa, cuando edité dichas fotografías con mi ordenador, pude advertir que las personas que en aquel momento transitaban por la calle se desvanecían, se disolvían ante mis propios ojos, se diluían no en el espacio sino en un tiempo fotográfico. Las figuras captadas por la cámara se convirtieron en seres fantasmagóricos que vaticinaban su impermanecia en el lugar que ocuparon de forma precaria. Así, mis intenciones por catalogar las pinturas rupestres de la era contemporánea quedaron eclipsadas al observar la alteración que ha sufrido la relación entre el ciudadano y la ciudad que habita. Ahora somos transeúntes de un mundo convertido en no-lugar; el entorno es ajeno a nuestra experiencia vital; nuestro objetivo es migrar sin salir de nuestro hábitat. En países árabes, sobre todo, como Egipto, las personas aún tienen la costumbre de estar en el espacio público. La calle es su refugio, el espacio para las relaciones humanas donde existe posibilidad de intercambio, de comunicación, de convivencia. El espacio urbano de estas regiones sigue manteniendo una estructura que facilita su habitar a diferencia de las megápolis modernas, pensadas para el movimiento, el cambio constante, los objetos dinámicos y contados espacios acotados donde se nos garantiza nuestra seguridad. En dichos países habría sido complicado plantear este trabajo, ya que el cuerpo vive en perfecta simbiosis con el lugar histórico. Ambos coexisten y se encuentran, se impregnan mutuamente de su pasado y dejan constancia el uno al otro de su permanencia en el tiempo. La quietud de los cuerpos en el presente no alborota su estancia en un tiempo venidero. En otras zonas del planeta, como en la que vivimos nosotros, el espacio público es de todos y, por tanto, de nadie. Hemos perdido la costumbre (y el derecho) de usarlos. La interiorización del miedo, la presunción de la existencia de una amenaza exterior, el consumismo o una arquitectura planteada y

El dolor de lo invisible

Conicet Dialoga, 2017

27/07/2017 | CIENCIAS AGRARIAS, DE LA INGENIERÍA Y DE MATERIALES | CIENCIAS SOCIALES Y HUMANIDADES El dolor de lo invisible Dos científicas del CONICET investigan la percepción que las personas tienen de sus cuerpos tras la amputación de un miembro.

El gran sueño de El jinete insomne

Desde el Sur

La tercera novela de la pentalogía con que Manuel Scorza relata los levantamientos indígenas peruanos tiene como protagonista a Raymundo Herrera. Su insomnio y el afán de mantener viva la queja hacen de él una autoridad desconcertante. Él representa la memoria de su comunidad, simbolizada en su participación en episodios históricos desde el siglo XVIII. Durante su desvelo contempla el abuso sin descanso; ello hace que arrastre a su comunidad hacia la recuperación de sus tierras. La queja es el reclamo por ese despojo. No lucha solo: otros líderes, excluidos de la historia oficial, lo acompañan en una cabalgata que aspira a devolverle la tierra a la comunidad y, con ella, su tiempo y su historia, inscrita en el paisaje. El despojo de la tierra atenta también contra la memoria y el protagonismo histórico. La misión de El jinete insomne vincula territorialidad y existencia de una historia propia, nexo esencial para el desenvolvimiento de las comunidades indígenas