¡La Ética Médica Viva! ¡¡Y La Bioética Más Viva!! (original) (raw)
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¿Ética, Bioética O Ética Médica?
Revista chilena de enfermedades respiratorias, 2014
Bioethics or Medical Ethics were unheard of in clinical medicine, as well as in experimental sciences. However, the increasing number of ethical conflicts in medical practice and dilemmas in clinical research has produced misunderstandings in the use of these terms. Therefore, it presently seems interesting to review the basis of each one of these concepts, as well as the meaning and proper use of them.
Gaceta Medica De Mexico, 2008
SUMMARY Medical practice has been traditionally ruled by the principles of medical ethics and the scientific aspects that define it. However, today’s medical practice is largely influenced by other aspects such as: economic interests, abuse of therapeutics, defensive medicine, unnecessary surgeries and conflicts of interests without excluding alterations in the application of the informed consent, the relation with the pharmaceutical industry, respect of confidentiality, organizational ethics, and the ethical practice that escapes the will of the medical professional.
¿Es la bioética una nueva ética médica?
Due to specialized literature refers to bioethics and medical ethics as synonymous, this paper reviews many reasons to draw off some differences and similarities of comparing both kinds of ethics. The aim of the paper is based on two premises: one is the idea of human practice (social, professional or institutional practice), that is the foundation of applied and professional ethics. The second idea is morality arises from the practices, and even though bioethics and medical ethics belong to health practices, each one do not refers to exactly the same ones. Debido a que se encuentran publicaciones en las que bioética y ética médica significan lo mismo, el artículo examina algunas razones de comparación para establecer semejanzas y diferencias. El parámetro seguido es el de la relación entre la ética aplicada y la ética profesional, y al respecto de ambas, el criterio de práctica humana (social, profesional, institucional). Otro parámetro es que la moralidad brota del interior de las...
En la medicina actual los desarrollos científi cos y tecnológicos han sido indispensables en el avance del conocimiento de las enfermedades, lo que nos obliga a no dejar de lado el cuidado del paciente desde el punto de vista de su entorno familiar y social; es decir, existen implicaciones humanas, psicológicas y sociales, lo que se traduce en una necesidad ética. Desde la antigüedad los grandes fi lósofos griegos escribieron sobre la ética médica como un valor universal que rige la práctica médica. El presente documento tiene por objeto recordar los principios éticos en el proceder de nuestra labor asistencial.
Ética, bioética o ética médica? ÉTICA MÉDICA
Ethics, bioethics or medical ethics? A few years ago, words like Ethics, Bioethics or Medical Ethics were unheard of in clinical medicine , as well as in experimental sciences. However, the increasing number of ethical conflicts in medical practice and dilemmas in clinical research has produced misunderstandings in the use of these terms. Therefore, it presently seems interesting to review the basis of each one of these concepts, as well as the meaning and proper use of them. Resumen Hace pocos años, términos como ética, bioética o ética médica eran ajenos en el uso en medicina clínica, así como en la ciencia experimental. Sin embargo, el aumento progresivo de los problemas éticos en la práctica de la medicina, que en ocasiones son verdaderos dilemas, ha producido confusión en el significado de cada uno de estos conceptos. Es por ello que nos ha parecido de interés revisar estos conceptos, así como el significado y utilidad que tiene cada uno de ellos. Introducción Hace pocos años, términos tales como ética médica, bioética o comité de ética eran ajenos al contexto del ejercicio de la medicina clínica y más aún al de la ciencia experimental. la irrup-ción de la tecnología como una expresión de progreso, el advenimiento de la computación, que facilitó en gran medida el acceso al conocimien-to, así como cambios en el comportamiento de la sociedad, hicieron evidentes algunos procesos adaptativos en la medicina. Merece destacarse, entre otros, una evolución en la relación médico paciente, que pasó de un paternalismo clásico a una relación gobernada por la autonomía del enfermo y la omnipresencia del denominado con-sentimiento informado. No puede negarse en este sentido el impacto que produjeron los informes de la Comisión belmont en 1978 1 y un año más tarde, la publicación del trabajo de los bioeticistas t. l. beauchamp y j. F. Childress 2 , que influye-ron radicalmente en el ejercicio de la medicina con la aplicación de los postulados acerca de los cuatro principios bioéticos: autonomía, no maleficencia, beneficencia y justicia, situación que está plenamente vigente hasta nuestros días. en síntesis, el respeto a la autonomía se refiere a que el paciente actúa con conocimiento, intencio-nadamente, sin influencias externas, la no malefi-cencia se refiere al hecho de no hacer o provocar daño intencionadamente hacia el enfermo, la beneficencia supone la obligación moral de actuar en beneficio de los otros y, finalmente, la justicia se refiere a que las personas tienen derechos iguales, es decir, deben ser tratadas con igualdad. también este principio aplica a la distribución equitativa de los derechos y responsabilidades o cargas en la sociedad, tomando allí el nombre de justicia distributiva. sin embargo, una conse-cuencia no deseada de estos tiempos ha sido la aparición de diferentes modos de judicialización de la medicina. otro aspecto, negativo a nuestro juicio, que ha surgido con fuerza, es el excesivo tecnicismo que ha caracterizado el ejercicio de la profesión. Ambas situaciones han cooperado, sin duda, para poner a prueba la antigua relación de
Dilemata, 2012
Gritaba. Llevaba gritando tres días. A veces solo gemía, pero por lo general aullaba. Los tumores se habían infiltrado en su cráneo. La radioterapia no podía ofrecerle ningún tratamiento más, y no podíamos hacer un bloqueo anestésico. Solo nos quedaban los narcóticos, y los fármacos no eran suficientes. Todo el mundo se quejaba pero no había nada que hacer. Era medianoche y la Sra. Murphy, jefa de enfermería, me llamó aparte.