Activismo antropológico: de la antropología aplicada del Proyecto Perú-Cornell a la posibilidad de una investigación acción (original) (raw)

Pensar en el ejercicio de la antropología como una herramienta, e intervención incluso, de ingeniería social no debería ser tan extraño. Después de todo, la disciplina surgió en el seno de las grandes empresas coloniales del siglo XIX y XX. Sin embargo, el progresivo desarrollo de una mirada crítica sobre sí misma hizo que aquella perspectiva despertara dilemas éticos sobre lo que, de forma más técnica, se llamó antropología aplicada. Desde luego, el caso peruano no fue una excepción, especialmente respecto del experimento de antropología aplicada más importante que se llevara a cabo en nuestro país, el Proyecto Perú-Cornell en la hacienda Vicos, en el departamento de Ancash. Es precisamente a partir del mismo, que este artículo reflexiona sobre las posibilidades de una antropología activista que no recaiga sobre los presupuestos etnocéntricos y civilizatorios que, en gran medida, guiaron los esfuerzos antropológicos orientados al impacto práctico directo sobre grupos humanos. El presente artículo aboga por que esto es posible en el marco de ciertos parámetros no solo éticos, sino metodológicos que garanticen los primeros.