38. “La flor azul de los historiadores. Egohistoria y autohistoriografía a partir de Francia, Alemania y el mundo angloamericano” (original) (raw)
Lo que aquí ofreceremos es una somera reflexión sobre la emergencia y persistencia de la “egohistoria”, concepto que, si bien proviene de la tradición francesa, lo utilizaremos para referirnos a toda autobiografía que haya sido escrita por un historiador. La expansión de este fenómeno suele datarse a partir de los años 1970, pero lo cierto es que se trata de un inicio engañoso pues no todas las tradiciones lo han experimentado con igual acento ni en el mismo momento, de hecho, muchas de ellas cuentan con precedentes egohistóricos dispersos y muy tempranos. Si bien es verdad que, a partir de la siguiente década, se observa una producción de egohistorias cada vez más copiosa y frecuente –que, sin duda, los Essais de ego-histoire lanzados por Pierre Nora en 1987 han contribuido a impulsar–, entendemos que no sólo ha sido el modelo francés el que ha habilitado y precipitado esa expansión, sino, particularmente, una serie de “giros” epistemológicos que decantarán, a la postre, en lo que Christopher Lasch ha designado en 1979 como “cultura del narcisismo”. Para ello, partiremos, sin ninguna pretensión de exhaustividad ni tampoco ahondar en las prácticas autobiográficas en sí mismas, de una serie de precedentes generales de las tradiciones francesa, alemana y angloamericana para lo cual tomaremos sólo aquellas coyunturas intelectuales directamente relacionadas con las autobiografías de historiadores y, en segundo término, mediremos, por así decirlo, el pulso de aquellos “giros” que, a partir de los años 1970, presuntamente potenciaron la publicación de este género.