El Cocodrilo-Venado Constelado y Las Estructuras de Venus (original) (raw)
El Cocodrilo-Venado Constelado es representado en el arte Maya del Período Clásico como símbolo celeste y de la creación, siendo sus principales rasgos descriptivos una o – excepcionalmente - dos cabezas de saurio, de cuyas fauces suele fluir sangre o agua como una metáfora sobre la renovación del cosmos, y de las cuales pueden emerger deidades o figuras ancestrales en ciertos contextos especiales. El pasaje S-2 de la plataforma del Templo XIX, relata que el día 12.10.12.14.18, 1 Etz’nab 6 Yaxk’in, el Cocodrilo-Venado Constelado fue fragmentado como parte de un acto en el que habría participado la deidad GI’ de Palenque. Sabemos, gracias a los desciframientos de D. Stuart [2005] que la fecha 12.10.12.14.18, fue obtenida al aplicar el Número de Distancia 11.1.16 de 3996 días, al registro epigráfico 12.10.1.13.2, 9 Ik’ 5 Mol, en el que acontecía la entronización de GI’ de Palenque, auspiciada por Itzamnaaj. Veremos luego cómo un múltiplo entero de dicho Número de Distancia de 3996 días, vincula dos alejadas regiones de tiempo en las que se presentan estructuras características de Venus, similares a las descritas por nuestro modelo de representación astronómica. También podremos comprobar que la posición sinódica de Venus identificada por el autor para la fecha 12.10.12.14.18 en el documento Patrones Astronómicos [2011] se obtiene al realizar dos operaciones básicas, inspiradas en sendos registros cronológicos del Códice de Dresde. Así mismo, examinaremos la estructura de Venus asociada con la fragmentación del Cocodrilo-Venado Constelado para establecer un paralelo entre las posiciones sinódicas de ésta, y el registro mítico 2.0.0.10.2, 9 Ik’ 0 Sak, en que acontece la entronización de Muwan Mat. Posteriormente vincularemos la posición sinódica de Venus de 12.10.12.14.18 con una reconocida estación mítica de 819 días, a partir de la cual se habrían proyectado dos importantes momentos de referencia a través de repeticiones enteras del año-trópico y del año sideral. Finalmente, integraremos los registros míticos e históricos involucrados en este proceso, a través de nuestro modelo de representación astronómica, y por medio de otros intervalos característicos obtenidos en el transcurso de esta investigación.