Fronteras y lenguas transnacionales: el caso de Sefarad y el judeo-arabe (original) (raw)

2017, François Soulages - Pedro San Ginés Aguilar (editores), Fronteras, Memoria & Exilio

Hoy se tiene la concepción de que el judaísmo andalusí, tal y como desarrolló entre los siglos x y xii en la Península Ibérica, se trasladó en bloque a los territorios cristianos, perpetuándose bajo la etiqueta «sefardí» hasta la actualidad. Dicha idea no nos parece del todo exacta, sino que entendemos que en Sefarad se gestaron dos culturas judías: una primera totalmente arabizada que desapareció físicamente en el siglo XII y otra oriunda de los territorios cristianos pero originada con parte de la primera comunidad ya exiliada y que será la que se dispersará por distintos puntos de Europa y África a partir de 1492, conservando la etiqueta «sefardí» como gentilicio étnico y como nombre para referirse a su lengua. En cambio, la primera comunidad, la andalusí, no se mantendrá en el tiempo, sino que se dispersará por toda la cuenca mediterránea asimilándose al resto de comunidades que acogieron a estos exiliados. Quedó de ella tan sólo su saber y su forma de hacer ciencia, lo cual hizo que en cierta manera se convirtiera en el referente clásico de la cultura judía medieval. Las disciplinas de los judíos andalusíes se conservarán, por un lado, gracias a los andalusíes que emigraron al sur de Europa tras la invasión almohade, que adoptarán el rol de difusores del legado andalusí entre las comunidades judías de la Provenza e Italia y, por otro, gracias al estatus de lengua internacional del árabe, que garantizará su difusión por todo el mundo judío arabófono. En estas páginas presentaremos a esta primera comunidad, cómo entendían la frontera en la que habitaron y desde cuándo la denomi-