Conflictos virtuales, problemas reales (original) (raw)
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Realidad virtual y resolución de conflictos en línea
Nunca antes de ahora hemos podido compartir nuestra presencia (y la de nuestro entorno, objetos, documentos, etc.) de forma simultánea y en tiempo real con otros en un mismo escenario espacio-temporal (por muy virtual que resulte, no menos “real”), con independencia del lugar geo-espacial en el que nos encontremos todos. Nadie debería quedarse desconectado en un mundo crecientemente globalizado, tampoco por limitaciones espacio-temporales. Los ADR (Alternative Dispute Resolution) no tienen por qué ser una excepción. La Mediación como procedimiento flexible y autocompositivo ha evolucionado también como un instrumento más de conciliación global, la relativamente reciente aplicación de las TIC a algunas modalidades de ADR solo representa la aportación de nuevas y emergentes herramientas que faciliten actuaciones que nos permitan superar hándicaps en la comunicación que hasta ahora nos condicionaban.
RESOLUCIÓN ONLINE DE CONFLICTOS Y DEBER DE COMPETENCIA TECNOLÓGICA
Revista de ciencias Sociales- Universidad de Valparaiso Chile N° 77 (2020), 2020
En un momento histórico en el que en general el uso de métodos de resolución online de conflictos (ROC) está en auge con una clara masificación por la situación de aislamiento y distanciamiento social por la pandemia del COVID-19, resulta relevante repasar las nociones vinculadas a estas prácticas y las implicancias ético profesionales. En este artículo se propone estudiar la mediación online ya que a lo largo de Latinoamérica suele ser requisito previo al ejercicio de la jurisdicción y muchos profesionales del derecho se han visto en este contexto obligados a migrar repentinamente y en masa a ella. Destacando la relevancia del estudio del deber ético de competencia tecnológica de los operadores legales para la consecución exitosa de la resolución adecuada de conflictos online. In a moment in History in which the use of online dispute resolution methods (ODR) are in rise with a current massive use due to the social distancing and isolation caused by de COVID-19 pandemic, is relevant reviewing notions linked to these practices and its ethical implications for professionals. This article, also, proposes the study of online mediation, since mediation is usually a previous requirement to access jurisdiction along Latinamerica and many legal professionals were compelled to migrate to online mediation in this context. Highlighting the relevance of the study of the ethical duty of technological competence of legal professionals in order to successfully achieve adequate dispute resolution methods deployed online.
Litigación virtual en tiempos de pandemia
Lemontech, 2020
La comunicación virtual como herramienta esencial para evitar la interrupción de la aplicación de la justicia y asegurar la tutela judicial efectiva de los derechos de los ciudadanos, es de suma importancia para que los profesionales del área desarrollen las destrezas necesarias para disminuir la brecha que inevitablemente se podría generar entre abogados litigantes y jueces al ejecutarse audiencias mediante mecanismos remotos.
2019
En el siguiente trabajo analizaremos las condiciones a la que nos enfrenta el desarrollo tecnológico en el campo artístico y su impacto en la disputa por la noción de centro y periferia. Por fuera de las estigmatizaciones respecto del arte latinoamericano, la obra Posverdad Política nos ofrece la posibilidad de profundizar la reflexión en torno a las cuestiones formales/estéticas sin dejar de lado la crítica política. Los recursos que ofrece esta obra de realidad virtual nos permiten hacer dialogar los campos del arte y de la tecnología, vinculando las nociones de endoestética, interacción, el concepto de usuario y sus posibilidades de activación de la obra.
De Call of Duty y otras guerras virtuales
2014
Call of Duty es una saga de videojuegos que ha impuesto un cierto estándar en la industria con sus narrativas de guerra y de acción hollywoodense -rentable, re-iterable y atractiva-. Por su increíble popularidad y sus características principales, Call of Duty suele ser considerado hoy en día como el referente de videojuego de disparo en primera persona (o FPS por sus siglas en inglés) por excelencia, y en varios casos, el referente del videojuego moderno con sus estereotipos populares de "violencia híper-realista" y supuesta irreflexividad. De los numerosos títulos de esta franquicia que existen actualmente revisaremos el día de hoy la trilogía de Modern Warfare, que logró poner a los videojuegos en el centro de atención de los medios hace un par de años. Esto quizá en buena medida debido al escándalo que generó al presentar una misión en la que el jugador, de encubierto entre terroristas internacionales, es partícipe en la masacre de un aeropuerto. Por supuesto, la osadía de presentar estas escenas ha llevado a críticos como Tom Bissell a interpretarlas como un sinsentido plano de violencia -o, en sus palabras, "una historia pornográfica de guerra entre el bien y el mal" i -, y no son pocos los que sostienen lo corrosivo que resulta para la juventud que entre en contacto con ellas. Nuestra intención no es enfocarnos aquí en la controversia que generan los videojuegos violentos, sino en detenernos en las intenciones
Soldados americanos accionan el obús M777 en su ayuda a las Fuerzas Democráticas Sirias en la ofensiva de Raqqa, marzo de 2007 En el pasado; no hace más de 15 o 20 años, el estudio y la categorización de los conflictos era menos compleja de lo que resulta en la actualidad. Comenzando con que las reglas en los conflictos exigen que los combatientes deban distinguirse de la población civil cuando tomen parte en un ataque o preparación militar. Por lo tanto, sus prácticas son contrarias al Derecho Internacional, y aún más, por su acción beligerante contraria al ordenamiento jurídico, no tiene derecho al estatuto de combatiente ni tampoco de prisionero de guerra en caso de caer preso por la contra parte, sin embargo, entra el dilema que los grupos que trabajan al margen de la ley no tienen ningún tipo de interés en obedecer reglas planteadas para el Fair play militar, de hecho sus acciones demuestran que se burlan de tantos formalismos impuestos para condiciones de guerra que son de otra época lejana a la nuestra. De igual manera y pese a estar al margen de la ley, deben ser respetados sus derechos fundamentales en caso de ser apresados. En el artículo sobre guerra híbrida de junio 2017, destacaba todos los elementos de este tipo de guerra irregular que acarrea una serie de factores que colocan entre la espada y la pared las posibilidades de conservar los mismos estándares de acción y juicio ante el uso cada vez más pronunciado de agrupaciones paramilitares o grupos que recurren a las prácticas del terrorismo internacional, en muchas ocasiones patrocinados por Estados, desde una posición muy sombría, obedeciendo a una agenda relacionada con objetivos geoestratégicos, y tomando en consideración que el uso marcado de organizaciones al margen de la ley tiene como finalidad arriesgar lo menos posible soldados de su propia población, abaratar costos en cuanto al uso de armamento no convencional y producir esquemas de violencia con objetivo de desgaste que al final afectarán tanto militar (bajas) como económicamente a quien se ataque. Hay dos aspectos que resultan determinantes en los conflictos modernos que involucran todos los componentes de guerra irregular.