ARTURO GORRAEZ MERAZ (original) (raw)
Related papers
TRABAJO DE GRADO MARTINEZ URREA
La realización de este trabajo de grado fue posible gracias al apoyo de muchas personas que mencionaremos seguidamente. En primera instancia, agradecemos a cada uno de los integrantes de la Guardia Cimarrona por abrirnos las puertas y permitirnos compartir junto a ellos nuevos saberes que, más allá de la pertinencia con los objetivos planteados en la investigación, nos dejaron grandes enseñanzas para nuestras vidas. Asimismo, queremos expresar nuestro aprecio y respeto por el trabajo que hoy esta policía ancestral ha adquirido de manera voluntaria, labor que esperamos sea resaltada y reconocida en algún momento.
Martha NUSSBAUM, La nueva intolerancia religiosa. Cómo superar la política del miedo en una época de inseguridad, trad. Albino Santos Mosquera, Paidós, Barcelona, 335 pp.
Hace unos años, y con su sabiduría habitual, Ernesto Sábato sentenció que «todos los filósofos y artistas, siempre que han querido alcanzar el absoluto, debieron recurrir a alguna forma del mito o de la poesía» . José María Arguedas, heredero indiscutible del legado bicultural del Inca Garcilaso, es uno de ellos (de ahí que ambos sean los dos escritores emblemáticos del Perú). Hombre-puente entre dos culturas, dos lenguas y dos disciplinas (la andina y la occidental, el quechua y el castellano, la etnología y la literatura), el autor de Los ríos profundos es, ante todo, un poeta que, inmerso en la tradición oral del mundo andino, reescribe sus antiguos mitos para iluminar la peruanidad contemporánea. Examinaremos de cerca en este ensayo el rostro bifronte de Arguedas (poeta y mitógrafo) a partir del comentario textual de pasajes significativos de los diversos géneros que configuran su obra.
ellos, tienden a desaparecer, J c u p s la antigiisdad, de manera, que la i aer, bejo el peso de 10s acontecimier actuaies. Estos fen6menos a que mi locura.
El artículo analiza la importancia que tuvieron a principios del siglo XX , las corrientes degeneracionistas y regeneracionistas en el pensamiento social latinoamericano, y como en el caso de Guatemala se van a plasmar en un interesante debate mantenido por las elites intelectuales de la «Generación de 1920», entre espiritualistas y positivistas acerca del « problema del indio» y su relación con el imaginario de nación. Al final acaba imponiéndose la eugenesia o el blanqueamiento de la nación, y la exclusión de los indígenas de la ciudadanía. En este debate participan un grupo de intelectuales denominados «la generación pionera de la antropología guatemalteca», que, aunque muchos de ellos no fueron antropólogos de profesión, si estuvieron muy influidos por el indigenismo mexicano y fundaron el Instituto Indigenista de Guatemala, en 1944.