Desnudo y desnudez: lecturas biopolíticas del cuerpo exhibido y expuesto (original) (raw)

2010, Aguiluz, M. y Lazo, P. Corporalidades. México, D.F.: Universidad Nacional Autónoma de México.

El cuerpo oscila, tejiendo formas cambiantes y sociohistóricamente contingentes, entre sus dimensiones materiales y semióticas; por una parte, la materialidad corporal se concretiza tanto en la carne como en todo el entramado de utensilios, ropajes y tecnologías varias con las cuales el cuerpo se relaciona y expande viniendo así a componer la geografía misma del cuerpo en tanto que ensamblaje híbrido y variable que enhebra lo humano y lo no humano: la materialidad del cuerpo, sin dejar de contenerla, trasciende la frontera de la piel y se precipita por los entresijos del espacio que habita; por otra parte, su carga semiótica nos abre al conjunto de significados mediante los cuales definimos y aprehendemos nuestra realidad corporal y el modo en que ésta ha de quedar relacionada con otros cuerpos y otras cosas: el sentido del cuerpo, el sentido desde el cuerpo, nos recuerda, según la célebre frase de Valery, que lo más profundo es la piel, que todo sentido anida en última instancia en la experiencia corporal de los espacios que habitamos. Y en este abrirse a su materialidad (que es consustancial al propio cuerpo porque éste precisa de una continua apertura para poder habitar la trama de espacios que habita) y a su significatividad (que es contingente y que responde al modo en que está configurado cada hábitat sociohistórico en lo que tiene de forma específica de habitar el mundo), el cuerpo viene a designar una realidad liminal, abigarrada, que no es tanto aquello que tenemos cuanto aquello que somos.