ETOLOGUIA, Vol. 23 (2011) (original) (raw)
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publica artículos de revisión y metodológicos, resúmenes de Tesis y Tesinas, informaciones sobre congresos, y otros temas de interés relacionados con la Etología.
Book: ETOLOGUIA, Vol. 22 (2010)
publica artículos de revisión y metodológicos, resúmenes de Tesis y Tesinas, informaciones sobre congresos, y otros temas de interés relacionados con la Etología.
INTRODUCCIÓN La etología es una subdisciplina de la psicobiología que aborda el estudio de la conducta espontánea de los animales en su medio natural. La etología considera que la conducta es un conjunto de rasgos fenotípicos: esto significa que está influenciada por factores genéticos y es, por lo tanto, fruto de la selección natural. A la etología le preocupa comprender hasta que punto la conducta es un mecanismo de adaptación, para lo cual trata de establecer en que medida influye sobre el éxito reproductivo. En resumen, la etología pretende describir la conducta natural, explicar como se produce, que función adaptativa cumple y su filogenia o evolución. La etología es una disciplina relativamente nueva dentro de la ciencia animal, aunque algunos de sus principios han sido usados en la producción animal por años. Konrad Lorenz, generalmente considerado como el fundador de la etología, descubrió el " imprinting " (impresión), un proceso de aprendizaje especialmente rápido y relativamente irreversible que ocurre usualmente dentro de horas o a los pocos días después del nacimiento de las aves y del ganado. El imprinting, incluye como concepto básico, un animal aprendiendo quien es su madre y a que especie pertenece. Los animales como las personas son sociables. Ellos interactúan, se comunican, desarrollan relaciones amistosas o apegos, unos son dominantes y otros son subordinados o sometidos, tienen alguna necesidad de privacidad o " territorio " , y son afectados por las " interrelaciones sociales ". A través del entendimiento del comportamiento animal-como funcionan en forma individual y en grupos-pueden verse beneficiados los establecimientos productores de aves o ganado. PATRONES DE COMPORTAMIENTO Se puede definir a un patrón de comportamiento como un segmento organizado de comportamiento teniendo una función especial. Su naturaleza es determinada principalmente por herencia, pero este puede ser modificado por entrenamiento y aprendizaje. Los patrones de comportamiento están relacionados a la anatomía fundamental y a los procesos de vida del animal y así son extremadamente estables bajo condiciones de domesticación y aún de intensa selección. El bovino o el ovino deben usar sus patrones de comportamiento nativos no importando cuán inusual es el ambiente dentro del cuál estos son situados. Los patrones de comportamiento influencian la manera en la cual los bovinos y ovinos utilizan los pastizales de manera extensiva. Las observaciones de estos patrones pueden influenciar las decisiones acerca del tamaño y forma de las pasturas, la carga animal por grupo, la distribución de las aguadas, las mezclas de sales y minerales, o el uso de pastoreo rotativo o continuo. Del mismo modo, el entendimiento y la observación pueden ayudar a determinar el tamaño óptimo del grupo de terminación de cerdos, el diseño de equipamiento, la cantidad necesaria de espacio para la alimentación para ponedoras o potros. Conocer los patrones de comportamiento y como pueden ser aprendidos o condicionados, permite el uso de dispositivos o sistemas que pueden ahorrar tiempo al operador. Por ejemplo, las vacas lecheras han sido condicionadas a salir de la pastura e ir hacia la sala de ordeño cuando escuchan una campana, o aceleran el proceso de bajada de la leche cuando escuchan una radio en esta sala. CAUSAS DE COMPORTAMIENTO La función primaria del comportamiento es capacitar a un animal para ajustarse a algunos cambios en las condiciones, ya sean externas o internas. Muchos animales tienen una variedad de patrones de comportamiento los cuales pueden ser probados en una situación dada, y de esta manera aprenden a aplicar uno u otro de acuerdo a cual se ajusta mejor. Una vaca situada en la sala de ordeño puede intentar zafarse o permanecer quieta hasta ser liberada. Puesto que solamente lo último produce resultados, muchos animales eligen este patrón. Sin embargo, antes que un animal pueda aprender los resultados de su comportamiento debe existir primero lo que se denomina respuesta. Cada patrón de comportamiento tiene alguna suerte de estímulo primario o liberador el cual exhibe el comportamiento en ausencia de cualquier experiencia previa. Se puede observar que el comportamiento tiene varias causas generales. Una es la organización general hereditaria de las especies, la cual determina sus patrones de comportamiento. Otra es la presencia o ausencia de la estimulación primaria la cual produce el comportamiento; debe existir una suerte de cambio en las condiciones, ya sea en el ambiente externo o en el cuerpo para que el comportamiento ocurra.
El comportamiento animal, sobre todo en comparación con el comportamiento humano, fue del interés de los filósofos grecolatinos, siendo las diferencias para unos radicales, y para otros tan sólo de grado. La Teología Escolástica marca de forma indeleble el pensamiento occidental con la dicotomía instinto-razón, al considerar al primero como causa única del comportamiento animal, y aceptar la razón como privativa del hombre. Excepcional en sus conclusiones sobre biología y comportamiento fue al-Jahiz, quien en el siglo IX expone sus intuiciones sobre la capacidad de cambio de las especies y la acción de la selección natural, mecanismos evolutivos que tardarían diez siglos en analizarse. La antigua dicotomía instinto-razón es aun defendida por Descartes en el siglo XVII, para quien los animales actuarían en forma maquinal. A partir del siglo XVII, con la observación de correlaciones entre procesos fisiológicos y psicológicos en el hombre y los animales, la dicotomía comienza a resquebrajarse, y a romperse definitivamente con la variación y flexibilidad observadas en la conducta de animales de la misma especie. Ya mediado y finalizando el siglo XIX, Douglas Spalding y Lloyd Morgan inician los estudios biológicos sobre comportamiento animal, aplicando en forma rigurosa el método experimental, y alcanzando conceptos relativos al desarrollo del comportamiento y a la relación entre el aprendizaje y el instinto. A partir de siglo XIX, el darwinismo, con sus hipótesis de selección natural y sexual y transformación gradual de unas especies en otras, se configura como paradigma en los estudios sobre comportamiento animal. Los primeros años del siglo XX, sobre todo en los trabajos de los psicólogos conductistas norteamericanos y los etólogos centroeuropeos, marcan el inicio del estudio objetivo de la conducta. Los estudios comparativos de C. O. Whitman y el modelo de comportamientos apetitivo y consumatorio de W. Craig, aunque de escaso eco, marcan el inicio de la Etología. Mayor influencia tuvo la idea de Umwelt (el mundo subjetivo de percepción y ejecución de cada animal) de J. von Uexküll, y la demostración de la existencia de cadenas de actos fijas y características de especie, por O. Heinroth, así como sus experimentos Kaspar Hauser. El cuerpo teórico de la Etología clásica se desarrolló sobre todo en ámbitos de estudios zoológicos en Centroeuropa y Gran Bretaña en el periodo de los años treinta a setenta del pasado siglo, y sus primeros impulsores fueron K. Lorenz y N. Tinbergen. El estudio del “instinto” (visto como el aspecto innato del comportamiento) fue la dedicación más temprana de esta tendencia, aunque pronto se abrió a aspectos más operativos. Mediante la observación (que pronto se hizo cuantificada) y la experimentación se lograron avances en la interpretación del fenómeno de la impronta, de la estructura y efecto de los estímulos, así como de la filogenia de la conducta, del uso del tiempo y el espacio y de las causas ecológicas de la organización social. Durante este periodo se produjeron además varios modelos motivacionales, de los que la mayor parte no resistiría el paso del tiempo. La crítica más coherente a la relevancia de los supuestos del concepto de instinto de la Etología clásica la hizo D. S. Lehrman en los años cincuenta. Siguió un desmantelamiento, por parte de los mismos etólogos, de varios modelos obsoletos, y una visión más ecuánime llevó a una cierta aproximación de las diferentes tendencias del estudio del comportamiento. El camino entre la Etología y la Genética de Poblaciones, que resolvió la aparente discrepancia entre una visión simplista de la selección natural y la frecuente observación de cooperación y altruismo en estado natural, lo allanó W. Hamilton a partir de 1964 con su aportación de los conceptos de Eficacia Inclusiva y Selección por Parentesco, así como por R. Trivers, en 1971, con su idea del Altruismo Recíproco. La nueva disciplina de la Ecología del Comportamiento por ellos iniciada se completaría en su aplicación a los sistemas sociales animales (Sociobiología) a partir de la obra de E. Wilson de 1975. La aplicación de estos conceptos al cuidado parental permitiría, a partir de las propuestas de Inversión Parental y Conflictos Padres-hijos de Trivers (de 1972 y 1974), adentrarse en los mecanismos evolutivos que controlan la inversión, así como las estrategias vitales de relación entre las dos generaciones. La tendencia actual se centra más en los aspectos adaptativos del comportamiento (Selección Sexual, Elección de Pareja, Competencia Espermática, Agresión, Campeo, Territorialidad, Predación, Comunicación ), aunque permanece vigente el análisis de los mecanismos próximos (Desarrollo, Neuro-Endocrinología, Aprendizaje, Memoria, Cognición).
De todas las especies solo el hombre no puede sobrevivir adaptándose al medio natural, este debe esforzarse en plegar ese medio natural a sus exigencias.
ETOLOGÍA EQUINA. PRIMERA PARTE
INTA. rtula@correo.inta.gov.ar www.produccion-animal.com.ar Volver a: Etología en general y de especies varias INTRODUCCIÓN El conocimiento básico del equino, comprender el lenguaje de los signos que utiliza para comunicarse, es lo que nos capacita para conocer sus diferentes estados de ánimo y poder manejarlo con el respeto que nos merece… El tema que presentamos amerita más de un artículo, por ser extenso al explicarlo (y de manera acotada) pero sobre todo por la importancia que posee. Todo aporte al conocimiento básico del equino y su comportamiento, contribuye a mejorar el manejo general, lograr mejores resultados, aumentar la seguridad del trabajador rural y toda persona que trabaje con equinos y disminuir los riesgos de accidentes. Son escasas-sino nulas-las ofertas de capacitación en manejo seguro del equino. En dos notas dentro de la sección equinos, se presenta un estudio básico de comportamiento del caballo, adaptado del trabajo propio "Prácticas Seguras de Manejo de Equinos". Se explicará en el presente artículo la percepción a través de sus sentidos, luego conductas instintivas y características del orden social del caballo, y en la próxima edición, hablaremos sobre interpretación de signos gestuales de estados de ánimo del caballo. ESTUDIO DE COMPORTAMIENTO EQUINO La Etología (gr. èthos, costumbres, y logos, discurso) es la ciencia que estudia las actitudes de los individuos, tanto individuales como en su vida de relación con el medio ambiente y con otros individuos. Enuncia las costum-bres o características particulares que tiene determinado grupo de seres vivos. Konrad Lorenz, médico alemán que inició el estudio de esta ciencia en 1920, postula que las acciones instintivas de los animales se desencadenan por: Factores internos (niveles de motivación). Factores externos (levantan barreras y favorecen la aparición de comportamientos). Por ser un animal de "presa", el caballo tuvo que desarrollar la percepción hasta un grado muy alto de sutile-za, que para el hombre resulta difícil de captar. La reacción primera es el miedo a la predación. Según el Dr. Ro-bert M. Miller, veterinario estadounidense, experto en etología equina, el caballo es el más perceptivo de los ani-males domésticos. Los órganos de los sentidos se comunican con el medio que los rodea a través del Sistema Ner-vioso Central (S.N.C.), es éste el nexo entre el individuo y las variaciones del ambiente. El S.N.C está compuesto por el encéfalo, dentro de la caja craneana, y la médula espinal, dentro de la columna vertebral. El S.N.C. de los equinos es pequeño en relación al tamaño corporal, y con características propias: La débil relación que tiene entre hemisferios cerebrales explica la necesidad que tenemos de habituarlo a las maniobras de ambos lados de su cuerpo. Es por ello que, aunque un animal sea dócil, puede sorpren-derse al realizar alguna maniobra a alguno de sus lados, en el que esté menos acostumbrado a la misma. Generalmente del lado de montar, el caballo está más habituado al acercamiento por parte del hombre, por ello debe tenerse especial cuidado durante las maniobras que se realizan del lado del lazo, o derecho. La gran capacidad sensitiva, de elevada percepción táctil, y una gran capacidad neuromotora. Esto último le brinda la capacidad de escape que le permitió al caballo la supervivencia. La capacidad de aprendizaje y memoria desarrollados, que le permiten recordar sensaciones buenas o ma-las, ante ciertos estímulos. Baja capacidad de asociación. PERCEPCIÓN A TRAVÉS DE LOS SENTIDOS Vista: Los consumidores del 2º orden, como los humanos, poseen los órganos de la visión en la parte delante-ra de la cabeza, lo que les confiere aptitud predatoria. El yeguarizo, por ser un animal de presa, posee los ojos a los lados de la cabeza, lo que le otorga un amplio campo visual a su alrededor (330-340 grados), pero forma dos zonas ciegas: una posterior y otra anterior que llega hasta 1,20-2 metros por delante de su cabeza. La superposi-ción de los campos visuales de cada ojo le confiere visión bifocal en esa zona, por ello para apreciar distancias debe girar la cabeza y mirar con los dos ojos. Es Hipermétrope, lo que significa que posee una buena visión lejana pero una acotada visión cercana. Ello se debe a que el globo ocular no es perfectamente esférico. La curvatura más perfecta del globo ocular se da en la parte interna superior, y esto último sumado a la forma alargada que tiene la pupila, que favorece la amplitud late
El comportamiento humano es muy complejo y explicarlo, por tanto, se hace tarea difícil al tener que barajar la multitud de factores que lo condicionan. Uno de los aspectos que repercute especialmente en el análisis comportamental del individuo, es precisamente la percepción y autorreflexión que este tiene sobre dicho comportamiento, y la consciencia de sí mismo en contraposición con los demás y su entorno. También influyen en las distintas formas de percibir dicha información, factores pertenecientes al mundo de las ideas, como las normas (leyes o normas morales), nuestra posición en la estructura social a la que pertenecemos, la experiencia,... La mente humana se caracteriza por su tendencia a repetir comportamientos exitosos, creando una «rutina» que todos tendemos a tener. La ciencia de la Psicología es la que dedica sus esfuerzos a la apasionante tarea de estudiar al ser humano en esos aspectos. En múltiples ocasiones se define la psicología como «el estudio del comportamiento humano», pero la palabra comportamiento o conducta se refiere a todo aquello que «hace» un individuo, a nivel externo u observable, y por tanto se limita así misma por el uso mismo de la palabra, y excluye el estudio de todos lo procesos internos, vivencias, experiencias, alejados de la definición de conducta de notables investigadores como Donald Olding Hebb (1904-1985), considerado como padre de la psicobiología cognitiva y curiosamente opuesto al conductismo radical, que describen conducta «como todo movimiento muscular o glandular». Según esto el llanto es una conducta, no así el sufrimiento que es una experiencia interna. Así mismo escribió: «La Psicología moderna reconoce tácitamente que la conducta y la función neural están perfectamente correlacionadas. No existe un alma separada o una fuerza viviente que introduzca el dedo en el cerebro de vez en cuando y haga que las células nerviosas hagan lo que no harían en forma normal. Se puede concebir que algún día esta presunción podrá ser desechada. Pero es importante también ver que ese día no ha llegado todavía... Uno no puede ser determinista en Física y en Química y ser un místico en Psicología» 1. Definir de forma precisa qué es la psicología nos llevaría mucho tiempo. A cambio dedicaremos ese tiempo a analizar los comportamientos menos conscientes o que realizamos sin necesidad de un proceso previo de pensamiento y decisión. La ciencia que se ocupa de este estudio es la Etología Humana, que descrita por Linda Mealey, presidenta de la Sociedad Internacional de Etología Humana (ISHE), «se ocupa del estudio de los comportamientos de las personas desde su aspecto biológico e innato, y por ello, independiente de la cultura en la que se desarrolle el individuo.» La etología tiene muy difícil acceder a ese conjunto de experiencias, sensaciones o vivencias internas de las que antes hablábamos por ser sus objetos de estudio animales y por tanto es una forma de estudiar el comportamiento bastante conductista. La etología como ciencia es muy reciente, fundada por Konrad Lorenz y Nikolaas Tinbergen en los años 30. En 1973, ellos junto a Karl von Frish, recibieron el premio Nobel de Medicina por sus descubrimientos y teorías con respecto a la explicación del comportamiento animal. La etología estudia el comportamiento con la Teoría de la Evolución como base teórica. Con esta perspectiva se puede ampliar la comprensión del porqué del comportamiento humano. Por ejemplo, gracias al estudio con animales hoy podemos 1 Ver: http://www.univalle.edu/noticias/journal/journal6/pag8.htm (13 de julio 2004)