Cuerpo y autori(ali)dad en la literatura, el arte y el texto cinematográfico, E. Cróquer, A. Pérez y M. Torras (coords.) (original) (raw)
La autoria del cuerpo en el cine de Lucrecia Martel
La obra de la cineasta salteña Lucrecia Martel es ejemplar del giro subjetivo que se dio en el audiovisual argentino a partir de la segunda mitad de los años 90. La ciénaga, La niña santa y La mujer sin cabeza buscan ensanchar nuestra percepción estancada en la consensual ilusión mimética del cine hegemónico y para ello la cineasta les otorga a los cuerpos subalternos un lugar y un discurso que desbordan lo visual. El presente trabajo se propone estudiar las modalidades de esa nueva figuración de la subjetividad que otorga al otro, al subalterno, una identidad autorial.
El cuerpo como (pre) texto literario
Revista Estudios Avanzados, 2014
El objetivo de este artículo es revisar cómo se articula la representación del cuerpo en la poesía escrita por mujeres de origen mapuche, partiendo desde la siguiente premisa: el cuerpo, como elemento semántico, aparece en la poesía de estas autoras como eje articulador de un discurso que apunta a la visualización de la cultura. Es a través de la escritura que las autoras logran posicionarse dentro de un espacio cultural y desde ahí apuntar a la recuperación del cuerpo mapuche que ha sido negado y cosificado desde la cultura hegemónica. Para nuestro análisis recurriremos a autores contemporáneos europeos y norteamericanos para situar el cuerpo como un elemento de análisis. Sin embargo, lo que nos interesa rastrear es como las poetas articulan la representación del cuerpo desde la cultura mapuche, en este nuevo espacio discursivo en que habitan.
El libro de cabecera y el cuerpo en el arte
A partir de la película "El libro de cabecera" ("The Pillow Book", 1996) del británico Peter Greenaway, se discute la posición del cuerpo en el arte desde las ópticas oriental y occidental. Sobre esta última concepción, se discute al cuerpo como herramienta en expresiones del arte contemporáneo como el performance y la incorporación del tatuaje en obras de arte.
Umbral. Revista del Profesorado en Lengua y Literatura de la Universidad de General Sarmiento, 2021
El artículo recupera ese “viejo oficio de cuenteros, cuentacuentos, contadores de historias”, muy presente en el nivel inicial, de aparición esporádica en el primario y casi ausente en la secundaria. El trabajo examina pormenorizadamente el complejo proceso de transformación de un texto destinado a su narración oral ante estudiantes del nivel secundario por parte de docentes en formación, proceso que implica tareas de selección, adaptación, memorización, improvisación y performance.
Cuerpo del autor, cuerpo de la obra. Algunos aspectos de su relación en la época romántica
Tropelías: Revista de Teoría de la Literatura y Literatura Comparada, 2015
l vincular cuerpo del autor y corpus de la obra, la convocatoria del coloquio que nos tiene aquí reunidos nos convida a investigar su relación tomando en cuenta los alcances de las teorías modernas de la autoría, es decir, proponiéndonos no aceptar sin crítica las evidencias que esas dos nociones de autor y de obra, no problematizadas, han significado para la «antigua crítica», como se decía en los años 1970 1. Al proponernos pensar al autor como a un ser caleidoscópico, tal reflexión se inscribe en el espacio crítico que se fue abriendo después de la operación de tabula rasa beneficiosa que, en un primer momento, eligió poner al autor entre paréntesis-la consabida «muerte del autor», de Roland Barthes (1968), traducción teórica de la «desaparición elocutiva» del poeta, de Mallarmé (1896)-, expulsando al mismo tiempo del espacio crítico la noción mistificada de obra, embrujada por connotaciones a la vez artesanales y religiosas, en beneficio de la noción formalista de texto. 1 Un autor era para ella, según Barthes, una instancia unificada, fácil de localizar, tanto por su lugar en la historia de la literatura (el «momento», como decía Taine), por su nacionalidad (la raza, según ese mismo crítico), como por su identidad biográfica (el hombre, en efecto, explicaba en gran parte al autor). Frente al autor Dios y padre, se colocaba el objeto de su creación, su Obra, con mayúscula, de ser posible. Recordemos que, ante este orden de cosas inmemorialaunque redefinido por la crítica universitaria-, en beneficio del autor biográfico, tras Sainte-Beuve hasta Raymond Picard, el primer episodio de la reacción crítica que lo siguió no consistió inmediatamente en pluralizar al Autor, como nos invita a hacer nuestro argumentario y el título mismo de nuestro coloquio («El caleidoscopio autorial»), sino simplemente en proponer suprimir al autor, ponerlo entre paréntesis, tacharlo del espacio crítico y, si no condenarlo a muerte, por lo menos sí darlo por muerto. Es esto lo que-recordémoslonos invitaba a pensar, no sin éxito en su tiempo, un artículo célebre de Roland Barthes publicado en 1968, fecha simbólica: «La muerte del autor». Volviéndose hacia los grandes precursores que habían empezado a inclinarse por tal tesis antes que él (Flaubert, Mallarmé y su célebre desaparición elocutiva del poeta, Proust y su Contre-Sainte-Beuve, Valéry-aunque no Blanchot…-), Barthes denunciaba entonces el «privilegio centralizador otorgado al autor», y arremetía contra todos aquellos crítico que pensaban que «el escritor puede reivindicar el sentido de su obra y definir ese sentido como legal». Se trataba, así, de liberar el texto de la tutela del autor, para permitir la pluralidad de interpretaciones posibles y para descentrar el espacio literario desde el autor responsable hacia el lector instituido como nuevo amo de las significaciones. Porque la muerte del autor, explicaba Barthes, debía significar el nacimiento del lector. De modo paralelo, la noción de obra y su superlativo, la de obra maestra, otras nociones sospechosas y denunciadas entonces, fueron correlativamente desmigajadas, en provecho de una noción que tuvo por mucho tiempo su momento de gloria: la de texto. Este fue, pues, el tiempo del «plural» del texto, del nacimiento de la revista Poétique, de una relectura formalista de los textos que tuvo sus grandes virtudes, que continúa teniéndolas todavía, pero que terminó por invitar también a algunas mentes a mirar de nuevo del lado del autor.
Política de escritura de un cuerpo entre la literatura [y] la filosofía [y] la investigación…
Revista Folios, 2024
En este artículo se propone discutir ¿Qué puede la escritura de un cuerpo que escribe? a partir de la provocación de una tesis doctoral escrita con todo el cuerpo, en la que se asumió metodológicamente una práctica cartográfica-antropofágica-corporal como posibilidad de dar lengua a los movimientos del deseo y de la escritura. Para operar junto a esa pregunta, este texto es producido con autores de la filosofía de la diferencia y de la literatura sin distinción, comprendidos todos como elementos en una composición. Estructuralmente está compuesta por una apertura en que se presenta la propuesta, tres secciones que problematizan la potencia de la escritura de un cuerpo que escribe y un cierre que asume la escritura como deseo de una política de escritura. Este texto espera crear posibilidades de otras escrituras académicas que asuman un rigor ético-estéticopolítico en las investigaciones.