LA CIUDAD COMO COMUNICACION (original) (raw)
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COMUNICACIÓN Y CIUDAD EN EL AUDIOVISUAL
El texto presenta avances de la investigación Prácticas de comunicación para la movilización y el cambio social: un diálogo con experiencias de tres colectivos de comunicación que operan en barrios periféricos de Medellín. En este apartado nos ocuparemos de manera especial de pensar la noción de "márgenes urbanas" y la emergencia de "nuevas formas de estar juntos" desde una perspectiva juvenil. . Estas relaciones se piensan desde dos ópticas; una, desde la lógica particular de saberes técnicos y racionales que consideran las márgenes como formas de "ocupación informal e ilegal"; otra desde la vivencia de los jóvenes en condición de desplazados, quienes comienzan a ocupar las márgenes para lograr un espacio vital en la ciudad de Medellín. Este contraste de visiones sobre las márgenes urbanas, es posible gracias al desarrollo del audiovisual etnográfico, que realiza la Corporación Pasolini en Medellín, interesada en promover la realización audiovisual -con énfasis en etnografía visual-vinculando a jóvenes de barrios populares, para lograr contar sus propias historias y vivencias desde la periferia urbana. En esta ponencia haremos especial referencia a la producción audiovisual de Pasolini titulada Con la casa al hombro, donde participan jóvenes afrodescendientes que habitan barrios periféricos de Medellín.
CIUDADANIA, COMUNICACIÓN Y CIBERDEMOCRACIA
Pensar en nuestro tiempo la comunicación y el desarrollo normativo de la democracia, desde el punto de vista de la ciudadanía, es imposible, como tarea intelectual, al margen de los procesos de reestructuración y transformación del nuevo espíritu del capitalismo. Si bien podemos hablar de apropiación social de las nuevas tecnologías o de socialización de los nuevos medios y mediaciones culturales en la era digital, tales procesos tienen lugar a partir de las contradictorias y conflictivas sobredeterminaciones de los procesos de subsunción de la sociedad entera por la lógica del capital. Este es el marco que orienta y da sentido a la lucha por la ciudadanía frente a las actuales asimetrías y desigualdades constituyentes del campo cultural. No podemos, en consecuencia, proponernos definir los retos democráticos del desarrollo de los medios y sistemas de información digital sin ser conscientes de las lógicas sociales que recorren y determinan tales procesos, salvo que repitamos la historia como farsa, tal y como sucediera con el desarrollo de la Comunicación Educativa y la expansión de la industria de satélites en los años sesenta al calor del paradigma dominante de difusión de innovaciones, o peor aún, que por mor de un prurito de modernidad mal comprendida, se obvie, inclusive desde la teoría crítica, tal centralidad cualitativa para continuar insistiendo en los tópicos de la falta de pluralidad y la hegemonía ideológica, propias de los medios analógicos tradicionales, sin asumir la potencia deconstructiva del pensamiento para el cambio social que subyace en las prácticas creativas de autonomía desplegadas a lo largo y ancho de los interfaces del nuevo sistema informativo.
CIUDAD, COMUNICACION, FORMAS DE RACIONALIDAD
En la tradición sociológica la ciudad es frecuentemente representada como el lugar en el que la fuerza innovadora de la industrialización y de la modernización cultural encuentra su punto de origen y en consecuencia se presenta en su forma más acabada. Esto se debe a que la ciudad es un lugar de alta concentración de la interacción social y-para usar una expresión de Durkheim-la zona donde "la masa social se contrae más fuertemente que en otras partes" (1). Siguiendo esta línea de interpretación, podemos afirmar que el rol cumplido por la densidad de interacción y la aceleración del intercambio de mensajes no debe ser entendido sólo en términos cuantitativos. En otras palabras, la cantidad se transforma en cualidad, la intensificación de la comunicación influye sobre la calidad, abre vías a nuevas formas de intercambio, incrementa la gama de códigos comunicativos, exige a los actores sociales la adquisición de nuevas y más sofisticadas competencias. En gran parte la sociología clásica (de Tónnies a Durkheim, de Simmel a Weber), la descripción de los efectos de la vida urbana sobre la estructura de la comunicación está estrechamente ligada con el análisis de los procesos de racionalización del comportamiento, los que se desarrollan con la generalización de los principios económicos burgueses en los diferentes campos de la vida social. En este sentido, la ciudad es vista como la forma de asentamiento que mejor se presta a favorecer la penetración de la racionalidad económica del "centro" del sistema social (representado en este caso, por el subsistema económico) "hacia su periferia" o retomando una metáfora organicista de los sociólogos del siglo pasado, desde el corazón del sistema hacia los otros órganos hasta llegar a los vasos capilares. Como se sabe, Weber presenta la síntesis más lúcida y completa de este tema en las célebres páginas de "Economía y Sociedad", dedicada al rol de la sociedad occidental en la incubación de la revolución industrial y en la formación de una estructura sociocultural coherente con el "espíritu del capitalismo". A partir de esta reflexión el esquema basado sobre el binomio ciudad-racionalidad económica ha encontrado su expresión en múltiples ensayos de interpretación del urbanismo, constituyendo un hilo que recorre hasta nuestros días la historia del pensamiento social. Sin embargo las transformaciones actuales a nivel de la organización económica de la ciudad y a nivel de la comunicación social hacen que este esquema aparezca cada vez más inadecuado para recoger la compleja articulación de la interacción social urbana. Lo que está endiscusión no es tanto la función que históricamente ha cumplido en tanto centro de difusión de la racionalidad económica o, en general, de la racionalidad orientada hacia un fin. Por el contrario, podríamos afirmar que esta función se ha cumplido con tal eficacia que-al menos en contextos más desarrollados-los esquemas del comportamiento racional se han difundido de tal forma que ha resultado escasamente significativa la contraposición entre ciudad y campo. Pero, en el modelo analítico no parece convincente la propuesta de que la racionalidad dirigida hacia un fin tienda a generalizarse sustituyendo a todo otro tipo de acción, o, a lo más, dejando sobrevivir formas de acción diferentes sólo en ámbitos marginales y residuales. En una pespectiva contemporánea, creo que este aspecto de la interpretación sociológica tradicional de la ciudad ha sido profundamente revisado. A continuación en este artículo, trataré de esbozar una interpretación diferente. Quisiera dar cuenta, específicamente de cómo el hecho de que la racionalidad se dirija a un fin no excluye la manifestación de contradicciones y conflictos, ni la posibilidad de combinación entre ésta y otras formas de orientar la acción. Pero sobre todo quisiera subrayar el rol que juega el espacio urbano, sea favoreciendo la convivencia entre diferentes orientaciones de acción, o creando las condiciones para una confrontación o conflicto entre éstas. Naturalmente, este análisis no tiene ninguna pretensión de sistematicidad: su objetivo es simplemente mostrar la complejidad de los problemas y estimular la colaboración entre estudiosos de diversas disciplinas para una renovación radical de los instrumentos conceptuales. 2. UNA TIPOLOGIA DE LAS FORMAS DE ACCION Jürgen Habermas en su reciente y monumental obra, "Teoría del Actuar Comunicativo" (2), propone una interesante reclasificación de los tipos de orientación de la acción social; al proponerla, por una parte retoma explícitamente la tipología weberiana y, por otra parte, trata de superar algunos de sus supuestos. Específicamente, el autor trata de superar la premisa implícita, según la cual la racionalidad dirigida a un fin representa el más alto nivel en la jerarquía de las formas de acción, ordenadas según su grado de reacionalidad y en consecuencia constituye el término de referencia principal de todo proceso de racionalización. En este contexto puede ser útil retomar libremente esta tipología habermasiana porque a partir de ella es posible llevar acabo una reflexión sobre las relaciones recíprocas entre la acción social, la comunicación y el espacio urbano. En esta perspectiva se pueden distinguir cuatro formas de acción social.
LA COMUNICACION EN LA SOCIEDAD
La comunicación es un proceso mediante el cual se transmiten informaciones, sentimientos, pensamientos y cualquier otra cosa que pueda ser transmitida. Para que exista la comunicación se necesita un emisor un receptor y un tema de interés común, definitivamente las personas no podríamos vivir de la forma en que vivimos sino contáramos con la comunicación Sino pudiéramos transmitirnos, unos a otros, aquello que pensamos o lo que queremos.
Un primer acercamiento a la definición de comunicación puede realizarse desde su etimología. La palabra deriva del latín communicare, que significa "compartir algo, poner en común". Por lo tanto, la comunicación es un fenómeno inherente a la relación que los seres vivos mantienen cuando se encuentran en grupo. A través de la comunicación, las personas o animales obtienen información respecto a su entorno y pueden compartirla con el resto.
La ciudad como proceso de comunicación
1996
El autor presenta algunos elementos que ayudaran a la comprension del fenomeno comunicacion-ciudad en los tiempos de la modernidad latinoamericana. Al final del siglo XX, el principal espacio donde se concentra la poblacion de America Latina y del resto del planeta es en las ciudades, por lo que se debe estar obligado a retomar la realidad comunicacion-ciudad como una prioridad para analizar y transformar dentro del ambito de las politicas nacionales de comunicacion.
COMUNICACIÓN PARA LA CIUDADANÍA Y PARTICIPACIÓN DIGITAL
La nueva comunicación Creatividad e innovación en la sociedad digital, 2022
La ciudadanía organizada es incomprensible sin su dimensión comunicativa. Así, los movimientos sociales, el Tercer Sector y las entidades de la Economía Social y Solidaria son organizaciones que no cesan de comunicar (Fenton, 2010). El papel que realizan como grupo depresión o como agente de sensibilización y transformación social implica que la difusión de su trabajo y la visibilización de su posicionamiento termine siendo uno de sus principales objetivos.
LA COMUNICACIÓN UN PROCESO DE CONSTRUCCIÒN SOCIAL
El presente ensayo tiene como finalidad hacer una reflexión en torno a la comunicación social como profesión en la actualidad, analizada desde los planes de estudios de las diferentes facultades que cuentan con el programa de estudio y como las nuevas tecnologías de la comunicación e información están generando trasformaciones en el campo de la ciencia de la comunicación. En primer momento es necesario definir el concepto de comunicación como "El proceso mediante el cual transmitimos y recibimos datos, ideas, opiniones y actitudes para lograr comprensión y acción" (Fundaciòn de la Universidad Autonoma de Madrid, 2019) por ende para llevar a cabo esta comprensión es necesario aplicar diversas herramientas o técnicas que permitan la asimilar correctamente los datos que se transmite en ese canal de comunicación, es acá donde la profesión de comunicación social juega un papel fundamental. A continuación encontrara la reflexión en torno a la comunicación social en la actualidad como profesión y el aporte y retos que trae consigo las nuevas tecnología al campo de estudio de la comunicación, al principio estarán los diferentes autores que contribuye a la reflexión y las críticas o análisis que se harán con relación al criterio de cada uno, luego vendrá la reflexión de carácter personal acompañado por ultimo de una conclusión que buscara dejar preguntas que inciten los cuestionamientos en favor de la ciencia de la comunicación. Para comenzar (Sepúlveda & Salazar Gómez, 2011) afirma que la "Comunicación social se entienda como un proceso de construcción de sentidos sociales, de creación de imaginarios, y producción y circulación de contenidos. Igualmente, se comprenda como un ejercicio de narrativas y articulación entre actores, basado en la construcción y reconstrucción de prácticas culturales, que se dan, casi siempre, en relaciones de poder" un concepto que define de forma clara el fin general de la comunicación social como este proceso social que por medio de los diferentes formatos o herramientas se transmiten esas relaciones de interacción que son comunes en los entornos sociales, por ende la necesidad del campo de comunicación social como actores mediadores. Ahora bien para que esto tenga un impacto significativo es de suma importancia el fortalecimiento de las competencia en los estudiantes que se forman como futuros comunicadores sociales, ya que son ellos quienes deben procurar que esos proceso de construcción social se den de manera adecuada en los entornos donde una vez egresan desempeñen como profesionales, el dilema está en que actualmente los currículos académicos o planes de estudios están careciendo de ciertos componentes que potencian el desarrollo de estas habilidades en los futuros comunicadores, producto de la necesidad de tener una línea fuerte que haga de cada programa de comunicación una diferencia a sus