Tecnología, imagen y escuela (original) (raw)

Suele escucharse, leerse y decirse que estamos en medio de una revolución. Así como las revoluciones burguesas tuvieron su sustento en las nuevas ideas políticas del siglo XVIII, "nuestra" revolución se sostiene en el incesante -y cada vez más vertiginoso-avance tecnológico. El cariz revolucionario de la tecnología se puede observar en la mayoría de las escenas cotidianas: nuestra manera de hablar, conducir, entretenernos, informarnos, contratar servicios o pagar impuestos -entre muchas otras cosas "de todos los días"-está teñida y ha sido transformada por las nuevas tecnologías de la información y la comunicación. Hasta las diásporas, dice Appadurai, están cambiando por la "mediación electrónica". 1 Es una nueva sociedad, basada en la información y en el conocimiento, que no ha encontrado -según parece-aún su forma definitiva, forma que -en virtud de algunas de sus características intrínsecas, tales como el estado de novedad permanente 2 -es posible que no alcance nunca. Habrá que estar preparados, si esto es cierto, a que lo único permanente sea el cambio: primero tecnológico y luego -y siguiendo al primero-social. Claro que no todos viven la revolución del mismo modo. Quienes tienen hoy más de 20 años han tenido experiencias "pre-digitales -a mayor edad, mayor cantidad-"; han sido además formados en la cultura del libro, y han debido "adaptarse" a los cambios. Los menores de 20 años, en cambio, son los primeros "nativos digitales". Dice al respecto Rosana Morduchowicz: "son la primera generación que ha conocido desde su infancia un universo mediático extremadamente diversificado: la radio (AM y FM), canales de TV (abiertos y por cable), videojuegos, videocasetera, DVD, Ipod, MP3, Internet"; y es por eso que "los niños y los jóvenes se mueven en un universo de dinamismo, de fragmentación, de inmediatez, un mundo mosaico, de continua estimulación, y donde todo es simultáneo". 3 Para la educación esto supone un desafío mayúsculo. El mundo cambió, los chicos cambiaron. ¿Debería cambiar también la escuela? De ser así; ¿cómo?