POLÍTICA: Mito, Filosofía y Ciencia (Desde la politología hacia la mítico-política) (original) (raw)

Hombre y mito, datos primarios para esta discusión, resultan en esta perspectiva inseparables. Previenen una “re-lectura” política de la política, tomando como presupuesto la dimensión plural y compleja de ser “hombres míticos” - decididamente míticos - antes que unilateralmente animales racionales. El ser humano como simple viviente, como animal – aún bajo la suposición de su virtuosa racionalidad -, es completamente “inepto para la vida” . Pero el hombre tampoco puede suponerse dios. “Ni dios ni hombre” . Este punto no releva la competencia que nos relaciona como el zoon politikon que Aristóteles reservaba exclusivamente para el hombre. Antes bien, a pesar de lo desafortunado que puedan resultar las traducciones, más que elemental animal político, correctamente el ser humano es ser (zoi) político . Perspectiva que en El Estagirita no podía desvincularse del carácter mítico e imaginario que esto supone. Sobre lo anterior, no puede quedar ninguna duda. Pues así como Aristóteles, también llamado El Filósofo por antonomasia, allende enaltecía la filosofía y su logoi, igualmente rogaba que el filósofo fuera philomythos, “amigo de los mitos”. Lo imaginario, las significaciones, las imágenes sociales, en fin, la dimensión sinérgica, concreta y holista de la realidad social y política de la vida humana entendida “como un todo” (el dinero, el capital, la tasa de interés; sus espíritus, los dioses, Dios; la polis, el ciudadano, la nación, el Estado, el partido, la comodidad; el tabú, la virtud, el pecado, etc.) ocupan un sitio sobresaliente que debe ser debidamente acogido o, cuando menos, restituido en su valor de dignidad, de la mano del pensamiento y la teoría políticos. La Política, entramado a la vez “mito-lógico” y “logo-mítico”, mantiene sobre la condición humana - demasiado humana – una valoración cuasi-invariable, máxime cuando, sin mayor objeción, se acepta su indudable centralidad en los asuntos contemporáneos más recurridos en nuestra época presente. El mito se conjuga – no ha dejado de hacerlo -siempre en “presente(s)”. Este texto es una invitación a repensar el pensamiento político en su dimensión racional, filosófica y “científica” y su enaltecida (uni)versión de “polito-logía” (etimológicamente: la aproximación a la política por medio de la razón lógica) y, al mismo tiempo, interponer su invisibilizada (multi)versión “mítico-política” (aproximación a la política desde el “mythos”, lo simbólico-imaginario).