Frankel Eugenesia Social Configuraciones poder tiempos muerte en vida.pdf (original) (raw)

Una de las novedades de la modernidad y de estos tiempos, es que la expansión de la vida se ha convertido en el objeto y el objetivo de la política. Así, todo Estado se compromete por la vida colectiva, fortaleciendo la intervención de los poderes públicos sobre cuerpos y seres vivos3. Es decir que, la vida - su conservación, prolongación, estiramiento – se constituye en uno de los objetivos de las políticas públicas. ¿De qué vida hablamos? ¿Es universal su definición? Aunque el poder es quién abona por el cuidado de la vida, escoge y selecciona a los elegidos y también somete a las mayorías al ius exponendi y al exilio -la vida espectral, la vida en los abismos. Este es el formato contemporáneo, que en su versión teológico secularizado, es la Eugenesia Social; ella refleja la continuidad de una misma estructura ontológico-política manifestada por el ideal de inclusión, dignidad y perfección como por la expulsión e indignidad. En tanto, la dignidad implica el horizonte de seguridad para los mejores, los elegidos, los deseables; aquellos a quienes les espera un propósito ideal, feliz y perfecto, la vida indigna queda reservada para las mayorías indeseables - ejército de excluidos, pobres, desamparados, marginales, locos, inmigrantes, desplazados, niños y jóvenes, etc. Para éstos últimos, la esperanza es alcanzar algún día, la dignidad, y ser salvados sólo y únicamente en este mundo, el mejor de los mundos posibles4. Por ello, la nueva Biopolítica, simbolizada por el aforismo “hacer vivir-dejar morir en vida”, contiene dos mensajes simultáneos: despliegue de la vida y sumisión colectiva. Aun más, exhibe criterios por los cuales trascendencia e inmanencia, soberanía y gobernabilidad, se enlazan indiferenciadamente en la biopolítica de 3 Al respecto véase Berlivet, L: « Une biopolitique de l’éducation pour la santé: la fabrique des campagnes de prévention ». En : D. Fassin & D. Memmi, D. (Comps.) Le gouvernement des corps, Nancy, École des Hautes études en sciences sociales, 2007 ; Fassin, D., Memmi, D: « Le gouvernement de la vie: mode d’emploi » En: D. Fassin & D. Memmi (Comps.): « Le gouvernement des corps ». Paris, École des Hautes études en sciences sociales, 2004; Fränkel, op. cit. 2008: 245-246 ; Memmi, D : « Administrer une matière sensible ». En: D. Fassin & D. Memmi (Comp.) « Le gouvernement des corps ». Paris, École des Hautes études en sciences sociales, 2004 ; Memmi, D : « Faire vivre et laisser mourir ». Paris, La Découverte, 2003. 4 En la Voluntad de Saber, Foucault delimita lo que denomina como Biopolítica al cambio que implicaba exponer a las poblaciones a la muerte general, por el de garantizar su existencia. Foucault, M. “Historia de la Sexualidad”, I: La Voluntad de Saber. Madrid, Siglo XXI, 1980: 166-167). 3 nuestra época. Pero también revela la contradicción entre dicho poder trascendente y la gobernabilidad en relación al estiramiento y expansión de la existencia y las condiciones de sometimiento al cual están sometidas las mayorías indeseables. Mientras, el poder explota y luego se desliga de las masas superfluas, colocándolas en los umbrales de la vida5, paradójicamente, ellas se sacrifican por ese mismo poder; esperan, replegadas en su exilio interior, la salvación, las promesas del tan esperado derrame del capitalismo. En este escenario político, en el cual la vida está dominada por la devastación de lo humano, por la vida en los espectros, no es acaso una falacia hablar de Derechos Humanos. ¿Quién y cómo se decide la fabricación de lo humano? ¿Quien queda adentro y quién afuera?