El Recado de Escribir 2. Las Tintas Negras (original) (raw)
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El Recado de Escribir 3. Los Colores
2016
Guión para el vídeo: https://youtu.be/eH\_rcAKLMyo. En prácticamente todos los manuscritos medievales encontramos además tintas de al menos un color más, aunque solo sea para los títulos. Y en este vídeo vamos a ocuparnos precisamente de esas tintas de colores. Veremos de qué fuentes disponemos para conocerlas, qué componentes se empleaban para conseguir los distintos colores, y cómo se fabricaba la pintura o tinta.
El Recado de Escribir 1. Los Instrumentos Escriptorios
2016
Guión para video: https://youtu.be/8SitZTTeBkc. Además de un soporte para la escritura, los copistas necesitaban algún tipo de tinta para escribir, y una pluma o algún otro instrumento para depositar convenientemente la tinta sobre el soporte escriptorio. Para denominar genéricamente los utensilios que permitían esta función, los codicólogos utilizamos la expresión “instrumentos escriptorios”. Veremos cuáles han sido los más utilizados hasta la aparición de la imprenta, y también cuál era su forma.
TINTA Y PAPEL. HISTORIA DEL RECADO DE ESCRIBIR
TINTA Y PAPEL. HISTORIA DEL RECADO DE ESCRIBIR, 2020
el papel, artificio maravilloso, que apenas cede a otro alguno ni en ingenio ni en utilidad. Padre Benito Jerónimo Feijoo y Montenegro, TEATRO CRÍTICO UNIVERSAL. El recado de escribir.-Antaño, desde mediados del siglo XIX y primera mitad del XX, los cafés eran lugares más acogedores y caldeados que la mayoría de los domicilios particulares, excepción hecha de las cocinas que entonces eran territorio femenino. Los hombres recalaban en los cafés, donde confluía una variopinta mezcla de ciudadanos desocupados, lectores empedernidos, escritores y poetas, que acudían para charlar en animada tertulia, leer, escribir o simplemente para matar el rato a resguardo del frío exterior. ¡Ah! y para tomar café, claro. En estos locales, se proporcionaba al cliente que lo solicitaba, recado de escribir, que es como se llamaba al conjunto de útiles necesarios para componer una carta. El periodista y escritor César González-Ruano (1903-1965) lo describe así: El recado de escribir consta oficialmente de un tinterillo, generalmente con tapón de corcho; un manguillero con su pluma arañante y una carpeta de hule negro, donde alguna vez hay un papel secante, además de un pliego y un sobre. Los clientes postales piden al cerillero del café el recado entero. Cuando el parroquiano especifica que no quiere más que tintero y pluma, se sobreentiende algo más de que lleva papel: se sobreentiende que es literato. Esta atroz realidad la intuye, en la primera vez que el hecho se produce, el cerillero, y la confirma, ya por su experiencia, el camarero, que sabe muy bien que el literato es su enemigo natural… Había cafés en los que, con el recado de escribir, proporcionaban incluso material para lacrar las cartas que se enviaban después al destinatario local con el botones o con el limpiabotas del propio establecimiento. Hoy, la impresora ha sustituido a la máquina de escribir que relevó al bolígrafo que desbancó a la estilográfica que en su día había sustituido a la pluma y el tintero. La expresión "recado de escribir" hace tiempo que se dejó de emplear, debido a la caída en desuso del conjunto de avíos a los que designaba y también porque ya no se suele utilizar la palabra recado con la acepción que recoge el DRAE en quinta posición: Conjunto de objetos necesarios para hacer ciertas cosas. En todo caso, los que no han desaparecido son la tinta y el papel… Todavía,
PRÓLOGO Hébert jamás comenzaba un número del Pêre Duchêne sin poner algunos " ¡mierda! " o algunos " ¡carajo ". Esas groserías no significaban nada, pero señalaban. ¿Qué? Una situación revolucionaria. he aquí el ejemplo de una escritura cuya función ya no es sólo comunicar o expresar, sino imponer un más allá del lenguaje que es a la vez la historia y la posición que se tome frente a ella. No hay lenguaje escrito sin ostentación, y lo que es cierto del Pêre Duchêne lo es también de la literatura. Ésta también debe señalar algo, distinto de su contenido y de su forma individual, y que es su propio cerco, aquello precisamente por lo que se impone como Literatura. De ahí un conjunto de signos sin relación con la idea, la lengua o el estilo y destinados a definir en el espesor de todos los modos posibles de expresión, la soledad de un lenguaje ritual. Este oren sacro de los Signos escritos propone la Literatura como una institución y evidentemente tiende a abstraerla de la Historia, pues ningún cerco se funda sin una idea de perennidad; pero allí donde se la rechaza, la historia actúa más claramente; por lo que es posible formular una historia del lenguaje literario que no sea ni la historia de la lengua, ni la de los estilos, sino solamente la historia de los Signos de la Literatura, y se puede descontar que esta historia formal manifieste a su modo, que no es el menos claro, su unión con la Historia profunda. por supuesto se trata de una unión cuya forma puede variar con la Historia misma; no es necesario recurrir a un determinismo directo para sentir a la Historia presente en un destino de las escrituras: esta especie de frente funcional que arrastra los acontecimientos, las situaciones, las ideas a lo largo del tiempo histórico, propone en este caso menos los efectos que los límites de una elección. La historia se presenta entonces frente al escritor como el advenimiento de una opción necesaria entre varias morales del lenguaje-lo obliga a significar la Literatura según posibles de los que no es dueño. Veremos, por ejemplo, que la unidad ideológica de la burguesía produjo una escritura única, y que en los tiempos burgueses (es decir clásicos y románticos), la forma no podía ser desgarrada ya que la conciencia no lo era; y que por lo contrario, a partir del momento en que el escritor dejó de ser testigo universal para transformarse en una conciencia infeliz (hacia 1850), su primer gesto fue elegir el compromiso de su forma, sea asumiendo, sea rechazando la escritura de su pasado. Entonces, la escritura clásica estalló y la Literatura en su totalidad, desde Flaubert hasta nuestros días, se ha transformado en una problemática del lenguaje. Es ese mismo momento la Literatura (el término había nacido poco antes) se consagró definitivamente como un objeto. El arte clásico no podía sentirse como un lenguaje, era lenguaje, es decir transparencia, circulación sin resabios, encuentro ideal de un Espíritu universal y de un signo decorativo sin espesor y sin responsabilidad; el cerco de ese lenguaje era social y no inherente a su naturaleza. Se sabe que a fines del siglo XVIII esa transparencia empezó a enturbiarse; la forma literaria desarrolla un poder segundo, independiente de su
Extracto de algunos Libros Rarísimos de Magia Cabalística y Natural". Ediciones Felc. Por Henzo Lafuente NOTA: La siguiente transcripción fue realizada sólo por curiosidad literaria. No me gusta el satanismo, ni practicar misas negras ni hacer pactos con el Demonio. Lo que sigue, para mí, es sólo una curiosidad que alguien escribió. Pero me gustó la manera desenfadada en que declara sus creencias. NOTA(01-11-2002)Por favor, no envíen mails preguntando mayores datos, pactos, ritos y cualquier otra información relativa a magia negra, goética o satanismo, porque carecemos de otras informaciones.
RESUMEN Toda vida humana está sometida a la experiencia múltiple y constante de la pérdida, por ello queda constituida como un sistema de duelos. Los efectos subjetivos que tales acontecimientos provocan pueden ser vividos en diversos registros. Con ocasión de un duelo, todo el sistema simbólico es llamado para trazar con él un borde al agujero provocado por una ausencia. Sin embargo, como constatamos de modo también reiterativo, las palabras desfallecen a la hora de nombrar lo que se lleva el muerto con su ausencia. ¿Cuál es pues el lugar de los escritos ante tales desfallecimientos? Después de plantear algunas consideraciones sobre las condiciones a un tiempo subjetivas y colectivas del duelo, propondré una conjetura sobre la articulación entre el duelo y la escritura. Palabras clave: pérdida, muerte, duelo, escritura. THE MOURN, THE WRITING Summary Every human life is subject to a manifold and permanent experience of loss, and so ends up constituted by a system of mourning. The personal effect of such events may be faced in different ways. When coming up against a mourn, the whole symbolic system is called into action to enclose the void produced by absence. However, there is also a persistent collapse of words when attempting to name what is taken away by the dead person absence. So, what would be the role of writing against these afflictions? After putting forward some remarks on both subjective and social conditions of mourn, I will suggest a way by which writing and mourn may be bonded together. Kew words: loss, death, mourn, writing. LES DUELS, L’ECRITURE Résumé Toute vie humaine est soumise à l‟expérience multiple et constante de la perte. En conséquence, elle est constituée comme un système de duels. Les effets subjectifs que ces événements entrainent peuvent être vécus sur des divers registres. A l‟occasion d‟un duel, on fait appel à tout système symbolique afin de tracer un contour au trou produit par une absence. Néanmoins, comme nous l‟avons constaté plusieurs fois, les mots s‟évanouissent au moment de nommer ce que le mort emporte avec lui avec son absence. Quelle est donc la place des écrits face à ces évanouissements ? Apres avoir exposé certaines considérations sur les conditions au même temps subjectives et collectives du duel, je proposerai une conjecture sur l‟articulation entre le duel et l‟écriture. Mots- clés: perte, mort, duel, écriture.RESUMEN Toda vida humana está sometida a la experiencia múltiple y constante de la pérdida, por ello queda constituida como un sistema de duelos. Los efectos subjetivos que tales acontecimientos provocan pueden ser vividos en diversos registros. Con ocasión de un duelo, todo el sistema simbólico es llamado para trazar con él un borde al agujero provocado por una ausencia. Sin embargo, como constatamos de modo también reiterativo, las palabras desfallecen a la hora de nombrar lo que se lleva el muerto con su ausencia. ¿Cuál es pues el lugar de los escritos ante tales desfallecimientos? Después de plantear algunas consideraciones sobre las condiciones a un tiempo subjetivas y colectivas del duelo, propondré una conjetura sobre la articulación entre el duelo y la escritura. Palabras clave: pérdida, muerte, duelo, escritura. THE MOURN, THE WRITING Summary Every human life is subject to a manifold and permanent experience of loss, and so ends up constituted by a system of mourning. The personal effect of such events may be faced in different ways. When coming up against a mourn, the whole symbolic system is called into action to enclose the void produced by absence. However, there is also a persistent collapse of words when attempting to name what is taken away by the dead person absence. So, what would be the role of writing against these afflictions? After putting forward some remarks on both subjective and social conditions of mourn, I will suggest a way by which writing and mourn may be bonded together. Kew words: loss, death, mourn, writing. LES DUELS, L’ECRITURE Résumé Toute vie humaine est soumise à l‟expérience multiple et constante de la perte. En conséquence, elle est constituée comme un système de duels. Les effets subjectifs que ces événements entrainent peuvent être vécus sur des divers registres. A l‟occasion d‟un duel, on fait appel à tout système symbolique afin de tracer un contour au trou produit par une absence. Néanmoins, comme nous l‟avons constaté plusieurs fois, les mots s‟évanouissent au moment de nommer ce que le mort emporte avec lui avec son absence. Quelle est donc la place des écrits face à ces évanouissements ? Apres avoir exposé certaines considérations sur les conditions au même temps subjectives et collectives du duel, je proposerai une conjecture sur l‟articulation entre le duel et l‟écriture. Mots- clés: perte, mort, duel, écriture.