De inicios y finales en el Quijote (original) (raw)

La iniciaciación caballeresca de Don Quijote

Philologia Hispalensis, 2004

The author analyzes the initial steps taken by Don Quixote to become knight-errant: the imposition of a new name and the dubbing ceremony. In both episodes, Cervantes uses chivalry romances with total freedom. In the first one, Alonso Quijano calls himself "Don Quixote of Mancha" imitating "Amadís de Gaula", so that his part of the country, "La Mancha'', would be well known because it was the hero's birthplace; however, the episodes mentioned in Amadís contradict his affirmation, something which produces therefore an ironic effect. In the second, the author parodies common motifs in chivalric literature: the hospitable welcome, the watching ofthe arrnour, and the dubbing ceremony. The space and the characters are totally inadequate for the formal access to knighthood; the ritual used is far removed from the established rules, theoretical treatisies, and from the ones observed in real history. From a literary point of view, tradition in the genre is reversed. The author systematically uses characters who are set off from the world imagined by Don Quixote, the innkeeper and the prostitutes. He plays with semantic ambiguity using words such as "pescozada", "espaldarazo", "lides" "espada", "espuela" and "don". Convergence of different genres in the ceremony, such as picaresque, farce and romances of chivalry causes an absolutely original fusion, created to provoke laughter through irony, parody, the inverting of characters and the common topics in chivalric literature. • Este trabajo se inscribe en el Proyecto de Investigación BFF 2002-00903 del Ministerio de Ciencia y Tecnología, "Bases para el estudio de los libros de caballerías" (II). 1 Para la desbordante bibliografía sobre el Quijote, véase el libro de Fernández (1995), pero fundamentalmente la edición dirigida por Rico (2004), a la que remiten todas mis citas, con indicación de parte, capítulo y página. En algunas secciones de este artículo, reelaboro materiales míos recientes (Cacho, 2005), trabajo en el que incluyo una selección de referencias sobre Cervantes y los libros de caballerías.

Borges y el incipit del Quijote

2001

La presencia de Cervantes puede detectarse con indudable continuidad en la obra borgesiana desde los primeros escritos hasta los últimos. En el registro de Daniel Balderston 1 figuran más de ochenta menciones explícitas del Quijote, número no muy alto en sí, pero muy significativo si lo comparamos con las novelas y, sobre todo, con las españolas. Más allá de estas referencias tenemos luego textos íntegros que Borges le dedica a Cervantes tanto en volúmenes poéticos ("Parábola de Cervantes y de Quijote"), de ficciones ("Pierre Menard, autor del Quijote") y de ensayos ("La conducta novelística de Cervantes" 2), para citar sólo algunos. Y aun a nivel vivencial se siente atraído Borges de manera particular al Quijote: lo leyó de niño en inglés por lo cual, de modo muy derridiano, el original en español le parecería para siempre una mala traducción. Esta influencia enfática y duradera de la obra cervantina sin embargo no constituye una intertextualidad homogénea ni inequívoca sino, al contrario, revela ambigüedades y contradicciones, y también, como veremos, lagunas de mayor relevancia. Concentrémonos en esta oportunidad sólo en una sola frase, la primera del Quijote y sus avatares borgesianos. Encontramos que las numerosas citas de "En un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme..." las usa Borges principalmente para ilustrar algunas de sus tesis estéticas. Entre éstas, la primera es que hay textos clásicos que se leen como tales por tradición, por un acuerdo social como si "todo en sus páginas fuera deliberado" e inalterable. Como lo muestra en "Las versiones homéricas", ensayo de 1932 y lo detalla una década más tarde en "Sobre los clásicos", 3 no hay primera lectura, siempre los leemos con "previo fervor" ya "sabiéndolos". Modificarlos es imposible y sacrilego a tal punto que por mucho que nos parezca imperfecta una obra clásica, no podremos cambiarla. El incipit del Quijote, a la vez, le sirve a Borges para ilustrar la multiplicidad y la eventualidad de las posibles lecturas de un texto, clásico o no. En una conferencia muy tardía sobre el cuento policial (1979 4) declara que los géneros literarios dependen menos de los textos que del modo en que son leídos, y el

A propósito del Quijote

Bajo Palabra. Revista de Filosofía, 2018

Este texto es una revisión del significado del Quijote para señalar que su propósito realista, al tiempo que ejemplar, ha resultado tergiversado como consecuencia de la apropiación de la obra por parte del estado, pues el caracter absoluto que este se arroga queda socavado por la propuesta humana del Quijote es humana.

Palabra de fin. Muerte y escritura en el Quijote

2006

Don Quixote, as the modern man, is a choice of himself, a choice that is made above all by means of the language: it is necessary to name the things again so that the things will change. The knight decides to reinvent himself by copying his models. The model of the real is provided by the Book. Things are real because they are part of the words and more exactly, part of the written words. But if in this way he turns the book into life with his death life will end up being turned into a book. Don Quixote dies but not the collective Quixote, not the Quixote of the writing that is born again with each reader.

Texto y paratexto en el "Quijote

Estado Actual De Los Estudios Sobre El Siglo De Oro Actas Del Ii Congreso Internacional De Hispanistas Del Siglo De Oro Vol 2 1993 Isbn 84 7481 741 2 Pags 761 768, 1993

Cuando el lector inicia la Lectura del Quijote, se encuentra con un amplio pórtico que debe atravesar; una portada cargada de informaciones como el título, el nombre del autor, una larga dedicatoria, un escudo con su lema y otros datos sobre la edición y venta del libro; a continuación, una serie de preliminares administrativos-tasa, fe de erratas, aprobaciones y el privilegio real-, una epístola dedicatoria y un jugoso prólogo en el que Cervantes hace uso de la ironía y la ambigüedad que caracterizan todas sus producciones. Este umbral constituye lo que Genette llama el paratexto, una zona intermedia entre el texto propiamente dicho y lo exterior al texto (1987:12) que no constituye algo aleatorio sino que es una exigencia tanto literaria y artística como administrativa y comercial. El conjunto de todos los elementos que forman el paratexto es lo que convierte un texto en libro, es decir, en un objeto cuyos destinatarios son los lectores: títulos y subtítulos, prefacio e índices, dedicatorias y todo tipo de preliminares, convencionalmente dispuestos al principio y al final del volumen impreso, constituyen el aparato protocolario que da al texto su existencia y su consistencia, su forma y su entidad de libro (cf. Sabry, 1987:83). El manuscrito de Cervantes pasó a ser un objeto de recepción cuando fue impreso en forma de volumen, con la portada en la que figuran su título y el nombre del autor, con una organización convencional en páginas, capítulos y partes; en la portada se cita además el nombre del editor, el responsable de dar forma estética y tipográfica al libro, así como el lugar y fecha de impresión, que sirven para situarlo cronológicamente. Son especialmente interesantes en el relato de la historia del Ingenioso Hidalgo las complejas e imbricadas relaciones que se establecen entre texto y paratexto. Si el umbral paratextual es una zona intermedia, fronteriza, entre lo que es texto y lo que no lo es, el autor transgrede continuamente esa frontera, traspasando el umbral en uno y otro sentido de modo que el relato integra, comentándolos y analizándolos, buena parte de los elementos paratextuales dando lugar a continuas interferencias entre texto narrativo y aparato protocolario.