“Lo que las cifras sugieren sobre el nuevo panorama migratorio entre México y Estados Unidos”, en Comercio Exterior Bancomext, número 8 octubre-diciembre 2016. Ciudad de México. Editorial Nueva Época, 2016. pp. 70-74. (original) (raw)
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Revista UNAM Internacional, 2024
México, desde gran parte del siglo xx, fue el principal país expulsor de personas migrantes del continente y sus migraciones se dirigían hacia el Norte global (principalmente hacia Estados Unidos). No obstante, desde finales del siglo pasado también ha tenido otros procesos dentro de los corredores migratorios que unen Centro y Norteamérica. Dada su relevancia y las poblaciones involucradas destacan cuatro dinámicas: deportación, retorno, tránsito y refugio. México también se ha vuelto un territorio de contención de estas poblaciones extranjeras que, sin documentación migratoria, pretenden llegar a territorio estadounidense. Mientras el eje de la política migratoria mexicana sea la “seguridad nacional” y esté en función de los intereses gubernamentales estadounidenses, las personas migrantes seguirán sufriendo violencia y no será respetada su dignidad humana ni garantizada su seguridad.
La migración proveniente de México hacia Estados Unidos es una problemática social que ha aquejado a nuestro país desde décadas recientes, debido a que sus causas se encuentran en un conjunto de factores económicos, sociales, políticos, etc. que limitan el accionar de los diferentes niveles de gobierno, agravando aún más la situación en ambos países. De esta manera diversos indicadores ubican al estado de Michoacán de Ocampo como una de las entidades federativas con un alto nivel migratorio.
La migración proveniente de México hacia Estados Unidos es una problemática social que ha aquejado a nuestro país desde décadas recientes, debido a que sus causas se encuentran en un conjunto de factores económicos, sociales, políticos, etc. que limitan el accionar de los diferentes niveles de gobierno, agravando aún más la situación en ambos países. De esta manera diversos indicadores ubican al estado de Michoacán de Ocampo como una de las entidades federativas con un alto nivel migratorio.
Las migraciones, en tanto procesos de movilidad geográfica y de relocalización de poblaciones humanas por diversas causas (Derek et al., 2009:462),2 no son fenómenos sociales nuevos. Por siglos han sido complejas dinámicas vinculadas al desarrollo de las sociedades y a la satisfacción de las necesidades de los colectivos humanos. Las motivaciones para migrar son tan vastas como la diversidad del género humano y pueden abarcar desde razones económicas (búsqueda de empleo, mejoramiento de las condiciones de vida, acceso a bienes) hasta causas de carácter sociopolítico (éxodos, diásporas, desplazamientos, marginación). No obstante, hoy en día las migraciones –nacionales e internacionales– están mucho más presentes en diversas latitudes del planeta y son uno de los procesos sociales ampliamente relacionados a las transformaciones económicas, sociales y culturales de la economía del libre mercado y del mundo globalizado en el cambio de siglo. Las migraciones son una de las caras ineludibles del inicio del milenio. México no es la excepción a la regla y, en el marco geopolítico de las relaciones socioeconómicas y políticas con otros países de Norteamérica, presenta un antiguo, peculiar y masivo proceso migratorio hacia Estados Unidos. Este trabajo, después de delinear los rasgos y el marco histórico-estructural de esta migración y con base en índices y estadísticas oficiales,3 se avoca a describir e identificar las transformaciones de los puntos de origen de los flujos migratorios en relación con los estados del país y en del contexto temporal del cambio de siglo (2000-2010). De manera específica, este texto da repuesta a la pregunta de cómo ha variado el comportamiento por entidad federativa en términos del número de hogares con migrantes y con recepción de remesas involucrados en la actual migración MéxicoEstados Unidos.
Cambios en el flujo de la migración México-Estados Unidos (1999-2015)
ESTUDIOS CULTURALES Y ORGANIZACIONALES: MIGRACIÓN, MERCADO DE TRABAJO Y GERENCIA, 2018
Existen muchos enfoques e interpretaciones acerca del fenómeno de la migración, incluso marcos teóricos divergentes como el neoclásico y la teoría de la nueva economía de la migración, ambos modelos basados en preceptos microeconómicos pero con unidades de análisis distintas (individuos y hogares, respectivamente). Los procesos migratorios son el resultado de una gran variedad de aspectos que van desde cuestiones sociales, demográficas, institucionales o políticas. Muchos de los modelos teóricos se han desarrollado usando determinantes económicos de este fenómeno. En ese sentido, la migración entendida desde la perspectiva económica, se centra en el estudio de los movimientos de personas del lugar de origen en busca de oportunidades laborales hacia otra región o país, dado el dinamismo que ofrece el mercado laboral de la economía del país receptor.