Emili Teixidor - Pan negro (original) (raw)

Lectura existencialista de Pan negro de Emili Teixidor

Hispanic journal, 2014

Pan negro (2003) es una novela que se ocupa de la historia de una familia de payeses en la comarca del Vic en la inmediata posguerra. Teixidor escribe la historia desde una perspectiva existencialista afin al existencialismo cristiano de Miguel Delibes. El protagonista, Andreu, se aferra al vitalismo y a la libertad individual como modelos de supervivencia dentro de la dictadura franquista. Teixidor no solo representa la epica de la supervivencia de la represion sino que captura el ambiente intelectual de la epoca.

Empar Navarro Giner

Quinze dones valencianes, 2020

Biografia d'Empar Navarro Giner, mestra valenciana, política i activista cultural durant la segona república, represaliada en finalitzar la guerra del 1936-1939.

Helenio Campos Ocaña - Arcilla negra

Algunas de las poesías que contiene este libro están escritas hace más de veinte años. Su autor, de temperamento artístico y poético, las originaba con sorprendente naturalidad y fervor, para descuidarlas a continuación. Llegó un momento que por cualquier parte de nuestro humilde hogar hallábamos las creaciones de Helenio, sin constatar en él interés en guardar el producto de sus aspiraciones.

Cedro Negro Cenicafe

Con el apoyo de: EL CEDRO NEGRO: una especie promisoria en la zona cafetera TAXONOMÍA GENERALIDADES DESCRIPCIÓN MORFOLÓGICA FENOLOGÍA RECOLECCIÓN DE FRUTOS Y ALMACENAMIENTO DE SEMILLAS GERMINACIÓN Y TRANSPLANTE MANEJO DE PLÁNTULAS PLANTACIONES PLAGAS Y ENFERMEDADES USOS LITERATURA CITADA CONTENIDO 5 6 9 13 1 17 21 23 28 33 37 5 EL CEDRO NEGRO: una especie promisoria en la zona cafetera

Reseña de Paula Melchor: Amor y Pan

Cartaphilus, 2023

Paula Melchor (El Real de la Jara, 2000) "siempre se pone triste cuando come sola", reza la contraportada de Amor y pan, galardonado con el I Premio de Poesía Letraversal y publicado en noviembre de 2022. Bajo esta descripción de la autora se conjugarán las isotopías claves del poemario: la contraposición entre hambre-soledad y comida-amor. A partir de estas identificaciones, Paula Melchor construirá un poemario sobre la soledad no deseada, sobre la ausencia de amor, que dará comienzo en los momentos previos a que la ausencia se produzca, pero cuando ya es perceptible su llegada.

Panero muerte

El Nuevo Pais

L os medios de comunica-ción de todo el país die-ron la noticia: "El día 5 de marzo del año 2014, el poeta, Leopoldo Ma-ría Panero había muerto en el Hospital Psiquiátrico Rey Juan Carlos I, tras diecisiete años de internamiento forzoso, los primeros en el viejo psi-quiátrico de Tefira y luego en su actual ubicación más modernizada. No se había informado previamente de que estaba físicamente enfermo ni de que llevaba algún tiempo encamado o caminando en silla de ruedas: dos años después se daría a conocer una impresionante fotografía de Leopoldo sentado en una silla de ruedas, ense-ñando las palmas de ambas manos y mostrando un cuerpo esquelético casi caquéctico. Coincidentemente, por azar, unos días antes había fallecido Anna María Moix que, tan importan-te había sido en la juventud de Pane-ro y de la que siempre guardaría muy buen recuerdo. La "Nena", tenía, al morir, 66 años, un año más que su en-trañable amigo. Seis meses antes ha-bía desaparecido de este mundo Juan Luís Panero, su hermano mayor, y Michi, el menor, diez años antes. La familia Panero desaparecía: el pronos-ticado "fin de raza". La prensa especifica que el poeta ha muerto entre las 21.30h y las 22.00h de la noche, según había confirmado a "20 Minutos" su médico y amigo, el doctor Segundo Manchado. Las cau-sas de su muerte han sido "achaques de la vejez", pero cuando los periodis-tas le presionan dice que ha muerto de "disfunción orgánica"-que era como no decir nada-y luego habla de una "disfunción multiorgánica", que puede interpretarse como un colapso global de todos sus órganos vitales. El citado doctor declara también que él ejercía la tutela de Leopoldo y que sus fami-liares estaban, algo así como, en pa-radero desconocido. Antonio Huerga y Sagrario Fierro, sus últimos edito-res, sedicentes amigos del finado, eran los únicos interlocutores válidos para Segundo Manchado. Ellos eran los que habían difundido, a través de sus páginas de facebook, la noticia, ma-nifestando sus sentimientos de pérdi-da: "Amigo Leopoldo María Panero, siempre has sido un extraordinario poeta, fiel y amigo de tus amigos. Allí donde estés, que sepas que te echamos de menos. Te queremos. Descansa en paz". Ciertamente, Huerga y Fierro fueron quienes dieron la noticia a la prensa, tras haber recibido, poco después de las 00.00h del día 6 de marzo, un co-municado del doctor Manchado, que también había enviado a otros "ami-gos aprovechados". No debía tener otros interlocutores. Según contaba la editora Sagrario Fierro, el día anterior, Leopoldo estaba bien. Además salió del hospital e incluso habló con algún autor: "Dentro de su malditismo, to-dos hemos perdido la genialidad de Leo. Era un fortín para todos". ¿Qué fortín, y para quién? Porque muy pronto estallarían las divergencias de intereses sobre su legado…Todos en el manicomio y los propios editores destacaban su infinita ternura: "Era tierno, indefenso, obediente, dócil, meticuloso, atento" (). Y sin embargo , Charo se contradecía: "Leo que-ría protección, pero no quería recibir muestras de afecto. Cinco minutos de convivencia con él podían despertar todos los demonios que llevaba den-tro. Era casi el hermano del diablo en la convivencia". Y resaltaba de un modo tranquilizador que Leopoldo había muerto, casi, sin darse cuenta, como si estuviera durmiéndose, como si hubieran apagado las luces: ¿no es-taría en coma? ¿Pero nadie se había dado cuenta en el manicomio de que, si le estaban fallando todos los órga-nos vitales, no podía estar bien? ¿Por qué el médico de guardia no lo atendió adecuadamente y lo envió a urgencias del Hospital Doctor Negrín, del que dependía orgánica y administrativa-mente el psiquiátrico? Tal vez la guar-dia no fuera de presencia física del médico, por cierto que ese día era una traumatóloga. ¿Qué diagnóstico podía hacer la editora Fierro desde Madrid? Y no solo eso, porque enseguida se programó la incineración del cadáver para las 16.30h. de la tarde del día si-guiente, el 7 de marzo, con inusitada rapidez y sin pedir autorización a na-die. El editor Huerga había dicho que la muerte de Leopoldo, había sido en sí misma, una incertidumbre, porque Leopoldo María Panero: muerte y resurreción Enrique González Duro / Del libro "Lepoldo María Panero: locura familiar" editado por Amazon Al poeta trasgresor querían convertirlo en un personaje de la prensa del corazón. Leopoldo María podría resucitar para beneficio de otros. Por eso se disputaba por las cenizas, que ocultaban hipócritamente lo que realmente se pretendía obtener: los derechos de autor.