Reinfecciones en el seguimiento de niños quienes tuvieron infección del tracto urinario neonatal (original) (raw)

Riesgo de reinfección después de primera infección del tracto urinario en el período neonatal

Revista Cubana De Pediatria, 2013

Introducción: no se tiene constancia de la frecuencia con que ocurren reinfecciones después de la primera infección del tracto urinario en el período neonatal, ni cuáles son los factores que se asocian a estas. Objetivo: determinar la frecuencia y factores asociados con la ocurrencia de reinfecciones en pacientes que sufrieron la primera infección del tracto urinario en el período neonatal. Métodos: estudio observacional, analítico, longitudinal, desde 1992 hasta 2009, de 399 recién nacidos con la primera infección del tracto urinario, y que se le realizaron ultrasonido renal y uretrocistografía miccional. Los pacientes tuvieron seguimiento por consulta externa y se analizaron la frecuencia y factores clínicos, demográficos y de evaluación de radioimagen, asociados con la ocurrencia de reinfecciones. Resultados: se estudiaron 399 pacientes que tuvieron mediana de seguimiento 18 meses (intervalo intercuartil 9 a 30 meses). La primera reinfección se presentó en 48 pacientes (77,4 %) en los primeros 6 meses de vida, y dentro de los 12 meses de edad del niño ocurrieron el 93,5 % de estos eventos. Se evidenció que es 5 veces más probable la ocurrencia de otra nueva infección del tracto urinario en los pacientes con reflujo vesicoureteral y de otras anomalías del tracto urinario, que en aquellos que no lo tienen (OR= 5,11; IC 95 %: 2,66-9,80 y OR= 2,90; IC 95 %: 1,03-8,11 respectivamente). El porcentaje de pacientes que hicieron reinfección se incrementa con el grado de reflujo vesicoureteral, y resulta 3 veces más probable la ocurrencia de reinfección en los pacientes con reflujo vesicoureteral de grados severos (IV-V), respecto a los de menor grado (OR= 9,0; IC 95 %: 3,108-26,057), y en el análisis estadístico de tendencia lineal se verifica que el grado del reflujo vesicoureteral es significativo con la ocurrencia de reinfección (p< 0,01).

Frecuencia de infección del tracto urinario en lactantes con fiebre, sin foco infeccioso evidente, que consultan a la Unidad Vida Infantil de la Universidad de Antioquia del Hospital Francisco Valderrama, Turbo (Antioquia)

Iatreia

NTRODUCCIÓN: se ha documentado que en los niños las infecciones del tracto urinario son una causa frecuente de fiebre sin causa aparente. De acuerdo con los resultados de algunas investigaciones, la prevalencia está entre 4 y 13%. Las infecciones urinarias en los niños, en especial en los menores de dos años, se asocian con mayor incidencia de reflujo vesicoureteral y compromiso de parénquima renal. Por lo anterior, los niños con infección urinaria requieren especial atención con el fin de prevenir cicatrices renales, hipertensión arterial e insuficiencia renal crónica. OBJETIVO: establecer la frecuencia de infección urinaria en lactantes febriles menores de dos años de edad atendidos en la Unidad Vida Infantil de la Universidad de Antioquia y en el Hospital Francisco Valderrama de Turbo Antioquia, entre el 1º de febrero de 2003 y el 31 de enero de 2004. MÉTODOS: se incluyeron cincuenta niños menores de 24 meses de edad con fiebre sin causa aparente, entendiéndose como tal una enfer...

Recomendaciones sobre diagnóstico, manejo y estudio de la infección del tracto urinario en pediatría. Rama de Nefrología de la Sociedad Chilena de Pediatría. Parte 1

Revista Chilena de Pediatría

La infección del tracto urinario (ITU) es una de las infecciones bacterianas mas frecuentes en la edad pediátrica, pero su diagnóstico y manejo se pueden ver complicados por lo inespecífico de sus síntomas y signos de presentación, la dificultad en la interpretación de los exámenes, especialmente en niños mas pequeños, y por un pronóstico respecto a daño renal muchas veces incierto. En los últimos años, se ha evidenciado una modificación significativa en el enfoque diagnostico y terapéutico de esta patología, surgiendo la necesidad de actualizar las recomendaciones previas. El propósito de esta revisión es contribuir a reducir la variabilidad de la práctica clínica en el manejo de ITU en la población pediátrica, mejorando la detección y manejo de la patología estructural y otros factores de riesgo de daño renal, evitando acciones innecesarias en aquellos niños con bajo riesgo. En esta primera parte, se presentan las recomendaciones en cuanto a diagnóstico y manejo de la ITU en pedia...

Epidemiología de las infecciones del tracto urinario en niños y riesgo de recurrencia y alteraciones nefrourológicas

Revista chilena de pediatría, 1995

the Ministry of Health of Chile sponsored a program intended to improve medical core and gather epidemiologic information on urinary trcct infections in the pediatric population served by the Northern Sarriago Metropolitan Health Service |SSMM}. During this period, suspicious cases of urinary tract infections (UTI) presenting at seven lout or 14] ambulatory care centers and at the local pediatric hospital emergency room were refered to a special unit [U I clinic] ot that same hospital, where diagnoses were confirmed and patients were treated and followed by a standard protocol, including renal ultrasonogram and voiding cystourefhrography to all patients without previous radiologic evaluation. By the time of this study the SSMN cared for 188 329 children [age under 15 years), 108 221 of 'hem were adscribed to the participating health centers, and 1 .275 patients were referred to the UTI clinic, 630 being confi'rned UTI cases. The attack rate of the disease was significantly higher in the participating healtn centers [3-7/1.000), thar, /n the non participating ones (2.7/1 .000, p < 0.0003). Acute pyelonephritis was significantly more ccnmon in children under 24 months of age then among other ages: OR=3.3 [IC95%-2.1-5.3); p < 0.0000001. E. co'ii was the predorrvnant bacte r ial pathogen in males and females, but identification of non E. coll bacteriae was significantly more frequent among male patients (OR -17,3; (1C 95% = 8.0 -38.0). Five hundred and twenty two children were followed beyond recover/ of the index UTI and 148 had at least a second episode of UTI during the fo.low-jp period [1 to 18 months, median and mode 6 months); 87,8% of the detected recurrences occurred before the seventh month of follow-up. Age 24 to 71 months and non E. coll infections were associated with significan-ly higher risk of recurrences: OR = 2.5; (1C 95% -1.5-4.0) and OR -2,5 (!C 95% = 1,2-5,2), respectively. Male parents and those with acute pyelonephitis were at significantly higher risk of bearing morphologic abnormalities: OR = 2,0; (1C 95% = 1,03-3,9), and OR = 2,0; (1C 95% = 1,2-3,5).

Seguimiento del recién nacido de riesgo

Anales de Pediatría Continuada, 2006

Postoperados cirugía cardíaca (CEC) Pacientes sometidos a ECMO Enfermedad pulmonar Factores de riesgo ambiental Drogadicción de padres o cuidadores Bajo nivel socioeconómico Enfermedad mental de padres o cuidadores Malos tratos Disfunción o disrupción familiar Madre adolescente CEC: circulación extracorpórea; ECMO: oxigenación por membrana extracorpórea. NEONATOLOGÍA Seguimiento del recién nacido de riesgo M. Iriondo, P. Póo y M. Ibáñez

Asociación de marcadores eritrocitarios (ABO, MNSs, Rh, Lewis, PI) con recurrencias y anomalías anatómicas y funcionales en niños con infección del tracto urinario

Revista chilena de pediatría, 1996

Tc contribute to the idenllocation of children with unary tract infection |UT.] at increased risk of -ecurrences or abnormal f : ndings at imcge workup sljdies (ccrnp'ications;, associations oeKveen these and red blood cells markers erithrocyle I.ABO, MNSs. Rh, Lewis, PI) distribution were studied ir 309 childrer with LJTI. Ko associations were found between cny particular pC'lynorfism and complications, except for PI blood merger with E. coli i-fection (OR = 3.07; 1C 95% ~ 1 .1 3 a 8.6; p < 0 02) and the absence of other than E. coli agents in B positive patients [0/26). Aosence of "on t. coli isolations in phenotype B salients with UT, allhojgn net stct'stically significant, might sugest indepence-t and additive influence or B and PI on de'errnining the increased risk, as it has ceen shown fo r other markers in LJTI. This associct'on seems biologically plausible, since both phenotypes have aeen separctely rented to LJTI through uroepithelial coherence phenotypcal specificity.