EL PROYECTO URBANO DEL FRAGMENTO RESIDENCIAL. (original) (raw)

2017, MATERIAL DOCENTE. DEPARTAMENTO DE URBANÍSTICA Y ORDENACIÓN DEL TERRITORIO DE LA UNIVERSIDAD DE SEVILLA

La presente publicación forma parte del material docente elaborado por el autor para impartir las asignaturas de Taller 4 “Barrio” y Urbanismo 3 pertenecientes, respectivamente, a los cursos 3º y 4º del Grado en Arquitectura del PLAN 2010 y del Grado en Fundamentos de la Arquitectura del PLAN 2012, así como en las asignaturas “Vivienda y producción de ciudad: el proyecto residencial” del Máster Universitario en “Urbanismo, Planeamiento y Diseño Urbano” y “Bases Territoriales, Urbanas e Infraestructurales para un habitar sostenible” del Máster Universitario en “Ciudad y Arquitectura Sostenibles”. Su finalidad, por tanto, es exclusivamente pedagógica y educativa. Este material lleva siendo impartido desde hace unos años y en él se expresa un cambio metodológico importante: frente al protagonismo de las cuestiones legales y normativas del Proyecto Urbano que, tradicionalmente, han dominado la docencia del urbanismo en la ETSA de Sevilla, la llegada de un nuevo Plan de Estudios en el año 2010 fue el pretexto idóneo para modificar estos fundamentos metodológicos al objeto de otorgar relevancia y significación al “proyecto de ciudad”. Decía el fallecido profesor Manuel Solá-Morales que hay tres tipos de Urbanismo. Por un lado, el binomio entre el «Urbanismo burocrático» -presidido por el marco jurídico-administrativo que actúa como un corsé que constriñe la capacidad de experimentar nuevos rumbos en el proyecto de la ciudad- y el «Urbanismo tecnocrático», es decir, el centrado en lo cuantitativo y sustentado en un “cientifismo de alpargata” que pretende convencernos de la infalibilidad de las decisiones que se adoptan y que, en realidad, no hace más que enmascarar la aplicación de recetas proyectuales banales que devienen en la mediocridad del producto urbano resultante. Ambos se necesitan mutuamente y se retroalimentan concluyendo en la elaboración de unos documentos que casi nunca han dado los resultados apetecidos. Pero hay una tercera vía, que es la que Solá-Morales llama el «Urbanismo carismático», aquel que apuesta por la experimentación, que presta atención a la ciudad promoviendo proyectos a escala urbana y con vocación estructurante. Un Urbanismo presidido por “actitudes” más que por “aptitudes”, por la dialéctica entre racionalidad y creatividad, entre técnica e intuición, que ha caracterizado siempre cualquier proceso proyectual independientemente de la escala de reflexión. Esta vía es por la que apuesta el autor para la docencia del Urbanismo en general y del Proyecto Urbano del fragmento residencial en particular. La finalidad perseguida es formar unos arquitectos más comprometidos con la arquitectura de la ciudad, con la verdadera razón de ser de su actividad profesional -con su dimensión social-, que apuesten por la calidad de los proyectos urbanos y sean capaces de aportar innovación y sensatez a la producción de ciudad huyendo de la constante aplicación de recetas urbanas que sólo conducen a la materialización de “urbanalizaciones”: menos batalla por los números y más debate sobre el tipo de ciudad a diseñar o, dicho de otra forma, una actitud proyectual indisolublemente unida a la materialidad del espacio urbano, a la calidad del producto resultante.