INTERPRETACIÓN DEL PATRIMONIO, TURISMO Y ESPACIOS NATURALES PROTEGIDOS O CÓMO COMUNICAR EL LEGADO NATURAL A NUESTROS VISITANTES (original) (raw)
Introducción La interpretación del Patrimonio (IP) es una forma de comunicación estratégica, es decir, una forma planificada y consciente de dirigir mensajes a un determinado público del que se espera una respuesta. En este caso, se trata del " arte " y de la técnica de comunicar " in situ " los valores naturales, culturales y etnográficos a un público no especializado que visita el lugar no su tiempo libre. Para diseñar o programar una actividad interpretativa hay que tener en cuenta, cuando menos, cuatro elementos (Leslie DAWSON, 1999, pág. 4): la audiencia o visitantes a los que nos dirigimos; la propuesta de actividades, que deben ser coherentes con las características y espectativas de nuestro público; la elección de los recursos que nos proporciona el lugar, teniendo en cuenta que puedemos y que debemos mostrar; y, por último, la capacidad del guia-intérprete o de los medios interpretativos que vamos a utilizar en el proceso de comunicación (Figura 1). La IP es un instrumento que puede favorecer la gestión dos bienes patrimoniales –en nuestro caso, la gestión de los Espacios Naturales Protegidos (ENP)– porque nos permite establecer conexiones entre los recursos (Naturales y culturales), las experiencias vividas por la población local y las espectativas de los visitantes: tanto las conexiones intelectuales como las emocionales son imprescindibles para contar con el apoyo de la sociedad en el cuidado de los lugares y de las especies. Los publicistas denominan persuasión emocional, " a la emisión de sugerencias y sensaciones que conectan directamente con nuestras emociones inconscientes " (Joan TORRES, 2007, pág. 37). La publicidad seductora apela a la imaginación del espectador para convertirlo en un consumidor activo; la IP utiliza algunas de las herramientas de publicidad para seducir, sin renunciar a informar y a potenciar un espíritu crítico, con el fin de inducir comportamientos proambientales y conservacionistas. La IP es la suma de información (las mensajes que se quieren transmitir) y de la técnica (procesos de comunicación adecuadas para que sean los visitantes los que establezcan sus propias conexiones entre lo que saben, sus vivencias y el ENP que visitan). Mostrar un ENP a un grupo de botánicos, etnólogos, paisajistas, antropólogos, ornitólogos, arqueólogos... es relativamente fácil, porque se trata de grupos homogéneos de los que conecemos sus motivaciones y objetivos. Resulta más complicado trabajar con grupos heterogéneos, formados por adultos y menores, por familias o grupos de amigos con interéss y capacidades diversas y, a veces, obligados a vvisitar el lugar. La IP es una técnica para trabajar con estos últimos. La IP es un recurso con muchos ámbitos de aplicación. Se considera una estrategia adecuada para el desarrollo de actividades en los ENP, también supone un atractivo añadido dentro de una oferta turística, además podemos considerarla como un ámbito de acción en los planteamientos para el desarrollo local, al tiempo que es una atractiva estrategia educativa. Profundizando en estos cuatro ámbitos, destacamos: 1. La IP puede ser un aliado en la gestión dos ENP porque permite ofrecer información y servicios a los visitantes. Ayuda también en la planificación de los usos del espacio, ofertando estos servicios interpretativos en los lugares que los responsables del lugar consideran menos vulnerables, sin restar en la satisfación de la experiencia, y cubriendo las espectativas de los visitantes. La IP, junto con la información y la educación ambiental, es un excelente instrumento para la planificación del Uso Público (UP): los servicios interpretativos se ajustan a las posibilidades de uso, seleccionando lugares y contenidos, y dando a conocer las medidas de conservación que se están desarrollando, así como los problemas de gestión. Una buena IP permite reducir los impactos que pueden producir las visitas. Al mismo tiempo, suponen una oportunidad para que la ciudadania pueda reconocer muchos de los problemas de conservación, participar en la mitigación o en la solución de los mismos y apoyar a las