INTERVENCIÓN CON AGRESORES EN VIOLENCIA DE GÉNERO: UNA REVISIÓN TEÓRICA (original) (raw)
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EL AGRESOR EN LA VIOLENCIA DE GÉNERO. CONSIDERACIONES SOBRE SU CONDUCTA Y ESTRATEGIAS
En ocasiones, la propia terminología desubica el problema de sitio y al responsable del mismo de lugar, así mientras que otras denominaciones conllevan la consideración social y jurídica dentro de lo que es la delincuencia, por ejemplo cuando se habla de un ladrón, de un asesino o de un estafador, al hacer referencia al maltratador se coloca en un lugar de nadie, o lo que es lo mismo, en un lugar propio que sólo se decantará hacia el lado de la sanción jurídica o al de la crítica social dependiendo de si la justificación vence sobre la demostración de unos hechos, que también nacen de un embarazo gemelar (por un lado el componente cultural y por otro el jurídico) unidos al beneficio de la duda existencial, en el más puro estilo cartesiano.
REACCIÓN: INVISIBILIZAR LA VIOLENCIA DE GÉNERO
Agenda Pública, 2019
Vox ha condicionado su apoyo a un Gobierno de Partido Popular y Ciudadanos en Andalucía a que se desmonte el sistema de lucha contra la violencia de género. La respuesta del PP para desbloquear esta situación se conoció el pasado viernes, cuando el diario El Mundo llevó a portada la decisión de ofertar ayudas económicas a «hombres [víctimas] por violencia doméstica«. Un día antes, Pablo Casado había afirmado que el caso del primer asesinato por violencia de género en 2019 era un caso de «violencia doméstica». Celia Amorós nos enseñó que «conceptualizar es politizar«. Por eso, no es casual que hayan vuelto a poner de relieve este término cuya utilización no identifica la ideología (machismo) o el sistema (patriarcal) que origina la violencia y, por tanto, impide intervenir desde las estrategias necesarias para erradicarla, desdibujando quién es la víctima y quién el victimario. A su vez, nombrar la violencia por uno de los contextos donde se produce (el ámbito doméstico) invita a identificar el problema como un asunto tal (doméstico o privado), en vez de conceptualizarlo como un problema público. Partido Popular y Vox (como ya hiciera Ciudadanos en su programa electoral de 2015) juegan a la ambigüedad, a hacer creer a la ciudadanía que violencia de género y doméstica son conceptos sinónimos. Desde una tremenda irresponsabilidad social establecen una equivalencia entre los homicidios de hombres perpetrados por mujeres en el ámbito doméstico y la violencia machista que no es tal, ni en el fondo ni en las cifras. [Recibe diariamente los análisis de más actualidad en tu correo electrónico o en tu teléfono a través de nuestro canal de Telegram] No lo es en el fondo porque la primera es, según la Ley Orgánica 1/2004 de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género, aquélla que se ejerce «sobre las mujeres por el hecho mismo de serlo, por ser consideradas, por sus agresores, carentes de los derechos mínimos de libertad, respeto y capacidad de decisión«, siendo la "manifestación de la discriminación, la situación de desigualdad y las relaciones de poder de los hombres sobre las mujeres»; mientras que la violencia doméstica es la «ejercida en el terreno de la convivencia familiar o asimilada, por parte de uno de los miembros contra otro que se produce en el seno del hogar«. Aunque, como el CGPJ señala, «la dinámica cuando una mujer mata a su pareja o expareja masculina difiere de la violencia cuando la ejerce un varón hacia su mujer o exmujer; vemos que, independientemente del sexo de la víctima, es, en un alto porcentaje de casos, una respuesta a años de violencia hacia la mujer. Entre otras motivaciones se encuentran los celos-en ambos casos-, las discusiones por motivos económicos y las alteraciones psíquicas». Tampoco lo es en las cifras, porque según datos del Consejo General del Poder Judicial, desde 2008 y hasta 2016 (último dato conjunto dado a conocer por este organismo) hubo 554 asesinadas (un 88%, por hombres) frente a 67 hombres (un 12%, de los que no se especifica si por mujeres u otros hombres). Desde que hay estadísticas oficiales (2003) hasta hoy, 976 mujeres han sido asesinadas, y el 99% de los agresores sexuales son varones. Por no olvidar el otro gran caballo de batalla, el de las denuncias falsas que, según datos de la Fiscalía General del Estado, desde 2009 han supuesto el 0,0075%. Con esto no se afirma que sea peor asesinar a una mujer que a un hombre, un niño o un abuelo. No, simplemente que tienen bases distintas y que confrontarlas requiere de tácticas diferentes. La violencia doméstica debe ser penada por el Código Penal y así lo hace en los artículos 153 y 173, pero su magnitud no supone un problema público. La violencia de género, por su carácter estructural y por sus dimensiones, sí es un problema público que necesita de una especial prevención, investigación, sanción y reparación. Dar un paso atrás en los compromisos internacionales, como se está planteando estos días, es algo que una sociedad democrática no puede permitirse. Por cierto, y en relación a la propuesta dada a conocer por el diario El Mundo, las víctimas de violencia de género no son las únicas que reciben ayudas. Tanto la Ley 35/1995 de ayudas y asistencia a las víctimas de delitos violentos y contra la libertad sexual, casi una década anterior a la Ley Orgánica 1/2004, como el Estatuto de la Víctima, aprobado en 2015, ya establecen ayudas a las víctimas de cualquier delito (incluidas las de terrorismo). De nuevo, vuelven a jugar a la confusión. ! " AGENDA POLÍTICA
INTERVENCIONES JURÍDICAS EN SITUACIONES DE VIOLENCIA DE GÉNERO
Esta Unidad Didáctica trata aspectos que se deben considerar en la intervención jurídica en situaciones de violencia de género (en el sentido restringido de la Ley Integral española: maltrato cometido por el varón en la relación de pareja heterosexual), para atender a las necesidades específicas de las víctimas en este ámbito --las mujeres y sus hijos e hijas--, en atención a sus concretas circunstancias, el daño causado por el delito, y la situación de riesgo en que se encuentren, identificando, para evitar caer en ellas, las nuevas trampas ideológicas que tratan de perpetuar la subordinación de las mujeres obligándolas a mantenerse en silencio. Este trabajo es la versión completa del elaborado para los materiales didácticos de la Dirección General de Violencia de Género de la Junta de Andalucía "Formación nuclear y especializada para la intervención profesional en materia de violencia de género", como unidad didáctica especializada para profesionales del ámbito jurídico (MODULO 2: Intervención profesional con mujeres víctimas de violencia de género en el ÁMBITO JURIDICO, Unidad Didáctica 4). Accesible en: http://www.juntadeandalucia.es/export/drupaljda/MODULO\_2\_Intervencion\_profesional\_con\_mujeres\_victimas\_de\_violencia\_de\_genero\_en\_el\_AMBITO\_JURIDICO\_20120423.pdf.
VIOLENCIA DE GÉNERO, 2019
En los tiempos modernos la humanidad ha alcanzado globalmente cierto grado de igualdad de género. Sin embargo, queda mucho por hacer en este campo ya que la realidad cotidiana nos demuestra que vivimos en sociedades donde los episodios de violencia de género no son inusuales. Lo que define la violencia de género es justamente que los hechos agresivos son ejercidos sobre una persona sólo por su género. Las acciones que consideramos violentas son todas aquellas que afectan de forma negativa a la identidad, la sexualidad y libertad reproductiva, la salud física y mental y el bienestar social de una persona.
ADOLESCENTES AGRESORES EN LA ESCUELA. UN ANÁLISIS DESDE LA PERSPECTIVA DE GÉNERO
El objetivo del presente estudio fue analizar si existen diferencias entre los chicos y las chicas agresores en los ámbitos individual, familiar, escolar y comunitario. La muestra final estuvo compuesta por 348 adolescentes que presentaron altas puntuaciones en violencia escolar, de los cuales el 70% eran chicos y el 30% chicas, con edades comprendidas entre los 12 y 18 años (M = 15.01, DT = 1.73) y matriculados en cuatro Centros de Enseñanza Secundaria de Andalucía. Los resultados obtenidos muestran diferencias entre las chicas y chicos agresores en el ámbito individual (empatía y autoestima académica), familiar (comunicación positiva con el padre), escolar (aceptación y relación social) y comunitario (participación). Para finalizar, se discuten los resultados y sus implicaciones.
EL ESTUDIO DE LA VIOLENCIA DE GÉNERO EN LOS MEDIOS: UNA HERRAMIENTA TEÓRICA Y POLÍTICA
El estudio de la representación mediática de la violencia de género se justifica porque se trata de una aguda problemática social que ha perdido su carácter marginal ¿Con qué rigurosidad registran los medios esta problemática? ¿Tienen una preocupación constante por el tema o sólo editan informes ante determinados hechos o para ciertas fechas o recordatorios? ¿Desde qué géneros informativos la abordan: editoriales y columnas de opinión, producciones especiales, entrevistas, o sólo desde las noticias policiales? Y, en definitiva, ¿cómo explican/interpretan este fenómeno social? Lo consumidores de medios perciben a la violencia de género tal como los medios informan sobre ella. Si esto es así, los medios son parte del problema si no informan adecuadamente al respecto, porque la definición de políticas públicas para solucionarlo parte de la percepción social que de él se tiene. En este sentido, la perspectiva de género es un desafío político, pero también una herramienta teórica válida que abre un nuevo enfoque epistemológico en el campo de los estudios sobre medios.
VIOLENCIA URBANA, SU RELACIÓN CON LA VIOLENCIA DE GÉNERO
Revista Geográfica de América Central , 2011
El modelo de sociedad vigente produce violencias nunca antes vistas en las ciudades latinoamericanas. Siendo la violencia un fenómeno multidimensional, también es un asunto complejo su abordaje, análisis y comprensión. No sólo es interpretado desde diferentes perspectivas teóricas sino también los factores que lo generan se combinan entre sí, por lo tanto, es necesario desglosarlos para su análisis y luego establecer sus interrelaciones. Uno de los objetivos de esta ponencia es visibilizar los nexos que existen entre la violencia urbana y la violencia de género poniendoalgunos puntos centrales en el debate. Esta presentación se vertebra en tres ejes: uno de ellos aborda la relación dialéctica entre ciudad y violencia desde dos perspectivas analíticas. Otro eje considera que la violencia hacia las mujeres tiene múltiplesdimensiones: hay razones estructurales y también hay factores de riesgo o desencadenantes. Se presentan vínculos entre la violencia urbana y la violencia hacia las mujeres por razones de género (causas, consecuencias, sinergias, etc.). El tercer eje destaca la importancia de vincular las políticas de seguridad ciudadana con nuevas políticas urbanas que incluyan programas innovadores sobre seguridad y convivencia desde una perspectiva de género.