LA EDUCACIÓN PARA LOS MEDIOS EN LA ERA DE LA TECNOLOGÍA DIGITAL (original) (raw)

Hace ya más de un cuarto de siglo que las primeras microcomputadoras empezaron a llegar a las escuelas británicas. Yo mismo recuerdo la aparición de una de aquellas grandes cajas negras de metal en el Comprehensive School del norte de Londres donde trabajaba a finales de los setentas; y también recuerdo haber estado involucrado en un proyecto de investigación llamado " Telesoftware " , donde el software educativo (para nuestro asombro en aquella época) se enviaba a través de la línea telefónica y se grababa en pequeños casetes de cinta. Por aquella misma época, el gurú de tecnología estadounidense Seymour Papert nos decía que las computadoras transformarían fundamentalmente la educación-y llegarían en última instancia a hacer obsoleta a la propia escuela. " Las computadoras "-escribió en un libro publicado en 1980-" devolverán gradualmente al individuo el poder de determinar el tipo de educación que recibirá. La educación se convertirá en una cuestión más privada ". Y cuatro años después, dijo a sus lectores con aún mayor franqueza: " No habrá escuelas en el futuro. La computadora hará volar en pedazos la escuela. " 1 Sus puntos de vista han sido repetidos desde entonces por muchos otros defensores de la tecnología en la educación –y no menos por una entusiasta legión de visionarios vendedores, ávidos de utilizar a las escuelas como un trampolín hacia el mercado doméstico, mucho más valioso-. Por supuesto, es obvio que la revolución mayorista que Papert y otros estaban pronosticando no se ha producido: para bien o para mal, la escuela como institución está todavía muy presente entre nosotros, y la mayor parte de la enseñanza y aprendizaje que allí se realiza ha permanecido totalmente impasible ante la influencia de la tecnología. A decir verdad, hay pocas pruebas de que la inversión en tecnología resultará necesariamente, de por sí, en formas de aprendizaje nuevas o creativas, o incluso en mejoras en los resultados de los exámenes. La mayoría de los profesores se mantienen escépticos sobre los beneficios educativos de la tecnología informática: están a menudo ávidos de usar las TI para la administración de rutina y la dirección, y para preparar materiales de enseñanza, pero la investigación indica que pocos lo están integrando plenamente en su enseñanza. 2 En última instancia, es posible que las computadoras sigan el mismo camino que otras innovaciones tecnológicas en la educación. Hay una larga historia de reclamos inflados sobre el poder de la tecnología para revolucionar la educación-desplazar a los medios más viejos como los libros, liberar a los alumnos e incluso dejar obsoletos a los profesores-. Thomas Edison hacía reclamos como esos en los años veinte sobre el valor educativo de películas; y ha habido desde entonces discusiones similares sobre las sucesivas tecnologías, incluyendo la radio, la televisión y las supuestas " máquinas de enseñanza " de los sesenta. Sin embargo, en todos los casos los profesores han hecho en gran medida caso omiso de estos dispositivos aparentemente revolucionarios: después de una amplia inversión y (en