TRES ACTORES Y TESTIGOS DE LA GRAN GUERRA (original) (raw)

Decía el eminente jurista estadounidense Oliver Wendell Holmes (1841 – 1935) en su obra “The Common Law” (1897), que “una nave es la cosa más viva de los objetos inanimado (…) pues es cierto que una cosa inanimada no puede cometer una ofensa, pero se trata de un cuerpo animado por una tripulación, la cual recibe órdenes de un capitán. Ella sólo se debe a él. No es, en consecuencia, irracional, que la nave se vea afectada por su conducta ”. Veterano de la Guerra Civil de su patria, el juez Holmes, el juez Holmes fue testigo del valor de los tripulantes de los buques fluviales que las fuerzas del Norte desplegaron durante la campaña del río Mississippi (1862 – 1863) y, en los inicios de su ejercicio profesional en la judicatura, como el monitor USS Tecumseh – perdido en el combate de la Bahía de Mobile, Alabama, el 05 de agosto de 1864 – pasó de ser desecho bélico propiedad del Departamento del Tesoro a tumba de guerra mediante la Resolución Nº 23 del Congreso de los Estados Unidos, de fecha 15 de agosto de 1876 . Valga la reflexión del juez Wendell Holmes sobre la personalidad de las naves para ocuparnos del destino de tres buques que combatieron en la Primera Guerra Mundial (1914 – 1918), acontecimiento histórico del cual conmemoramos su inicio el presente año: el HMS “Caroline”, el arrastrero “Viola” y el acorazado alemán SMS “Schleswig-Holstein”. El destino de estas tres naves no pudo ser más diverso. Así, mientras que el primero está siendo puesto en valor en Belfast, Irlanda del Norte, como buque museo , el segundo busca un patrocinador para volver a las aguas donde combatió y “contar” un aspecto desconocido de la Gran Guerra y, el tercero, es un pecio frente a la isla báltica de Osmussaar, en el golfo de Finlandia, en aguas estonianas .