Alabaos, narraciones de vida y muerte de una comunidad (original) (raw)
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Barrios en la ciudad de Alajuela como lugares del relato
Herencia, 2010
Barrios en la ciudad de Alajuela como lugares del relato La ciudad, como producto, surge de la imaginación del ser humano, que la diseña y planifica para luego materializarla por medio de la construcción, y es entonces cuando se usa; tiene una función concreta para suplir necesidades y, a su vez, facilita la convivencia. En este momento es también donde, quienes interactúan con el espacio urbano de diversas formas, algunas de ellas contradictorias y complejas, crean conceptos e idealizaciones sobre lo que los lugares les deben ofrecer; son símbolos que asocian sitios y edificios con determinada identidad cultural. Mediante el rescate de los relatos procuramos mostrar cómo se imagina la ciudad, cómo se representa en la contemporaneidad, con adornos, fantasmas, eventos… (Silva, 1992), así sea exponiendo el pasado por medio del discurso de quienes conviven con la ciudad de Alajuela. En este artículo se le ha prestado especial atención a los barrios del centro urbano alajuelense, dado que ofrecen una dinámica particular como conjunto de actividades que hacen referencia, también, a imaginarios e identidades específicos. Ariel Gravano, en su trabajo Antropología de lo barrial: estudios sobre producción simbólica de la vida urbana (2003), señala la importancia del barrio, tanto Celia Barrantes Antropóloga social. Consultora en temas relacionados con el patrimonio cultural.
Alabaos y conflicto armado en el Chocó: noticias de supervivencia y reinvención
REVISTA ENCUENTROS, 2017
Este artículo es una exploración inicial acerca de los efectos del conflicto armado en los cantos de alabaos, práctica musical y ritual de las comunidades afrodescendientes del Pacífico colombiano. En primer lugar se expone la presencia del conflicto armado en la zona del Alto San Juan, en el departamento del Chocó, como una amenaza latente que pone en riesgo la práctica del canto y su aprendizaje dentro de un contexto ritual tradicional. En segunda instancia se explora su capacidad para reinventarse como música de denuncia, desde un papel liberador y de reconstrucción de la memoria histórica, y en un caso específico, posicionando a sus cantadoras como sujetos políticos en el escenario nacional. En este sentido se evidencia la necesidad de mirar las llamadas músicas tradicionales más que como formas estáticas y homogéneas, desde su carácter dinámico, inscritas en complejos procesos sociales que no solo las moldean sino con los que, en determinados casos, son capaces de entablar diálogos contestatarios.
El mundo de los muertos en los relatos mapuches
Historia, Antropología y Fuentes orales, 26, 2001
With this paper, we try to shed new lights on the primary mapuche view of the world of death, on the souls and on the ghosts (alwe) across a comparative study of fourteen tales collected from the oral tradition.
LA HISTORIA GRÁFICA DE VIDA EN LA ALBERCA DE LOS FILÓSOFOS ANFIBIOS
La istoria rfica de ida en la alberca de los filósofos anfibios es una experiencia investigativa llevada a cabo desde 2014 hasta 2017, con estudiantes de grado sexto, en un colegio público de Bogotá. Los niños sujetos de la investigación, son unos seres humanos sentipensantes; chicos que hablan, escriben, leen distintos lenguajes, sienten, curiosean, recep- tan, son vivaces, aman, comen, imaginan, crean, les gusta el colegio, tienen voluntad de hacer las cosas, corren, juegan, gritan, cargan en sus hombros las propias motivaciones, deseos e intereses. Y lo más importante: confían en quienes debemos ser inspiradores, es decir, en los labradores del sembra- dío escolar. Son pedaleadores que han aprendido a montar en triciclo y llegan al colegio a que los educadores les enseñen a montar en la bicicleta.
Historias de Vida en la Ciudad de los Muertos
Historias de vida en la ciudad de los muertos. Paolo Vignolo (editor). Centro de Memoria, Paz y Reconciliación, Universidad Nacional de Colombia, Fundación Escuela Taller de Bogotá, Alcaldía Mayor de Bogotá, Alta Consejería para los Derechos de las Víctimas, la Paz y la Reconciliación, Bogotá, 2016, 2016
Hay quienes van a menudo al cementerio a visitar a los abuelos y quienes solo fueron una sola vez, quizás a un funeral político de los muchos que enlutaron a Colombia. Hay los que fuman marihuana con sus muertos, los que adoptaron un N.N. para comunicarse con el ultratumba, los que practican la magia blanca, o la negra. Los militantes de las juventudes comunistas recuerdan a sus compañeros asesinados con pintas rojas, las madres que sepultaron a sus hijos aún niños les llevan dulces y stickers. Quién sabe cómo se imaginan el más allá. Para los unos puede que sea el sueño del sol del porvenir, para las otras, un disneyland poblada de dibujos animados y angelitos barrocos. Abundan los intermediarios: el tipo con traje de cura que por unos pesos te pone en escena una misa cantada sin autorización vaticana, la señora que te arrienda la escalera para llegar hasta los pisos altos de los columbarios, el guía que ofrece sus servicios a los esporádicos turistas. Yo mismo lo soy, a mi manera, ya que al Cementerio llevo a mis estudiantes, y a veces también a los amigos que visitan Colombia. Si les parece podemos dar una vuelta entre estas tumbas. Para comprender mejor la ciudad de los vivos, quizás valga la pena dar un vistazo a la ciudad de los muertos
La tumba de sus antepasados y otros relatos
Obra reproducida sin responsabilidad editorial En primer lugar, tenían menos oficiales ingleses que cualquier otro regimiento nativo. En segundo lugar, los oficiales subalternos no i b a n m o n t a d o s e n l o s d e s f i l e s , c o m o e s l a norma general, sino que desfilaban a pie a la cabeza de sus hombres. Un hombre que pudiera mantenerse al paso de los wuddar cuando avanzaban con rapidez tenía que estar sano de aliento y de miembros. En tercer lugar, eran los más pukka shikarries (los más redomados cazadores) de toda India. En cuarto lugar, eran ciento por ciento wuddar: los reclutas bhili irregulares de Chinn de los viejos tiempos, y ahora, desde entonces y para siempre, los wuddar.