EL CINE MILITANTE LATINOAMERICANO Y LA NARRATIVA CONTRAHISTÓRICA (original) (raw)
Hacia fines de los años sesenta surgió una generación de cineastas latinoamericanos que concibió al cine como una práctica descolonizadora. Algunos de ellos, como Miguel Littin, el Grupo Ukamau y el Grupo Cine Liberación, decidieron emprender la realización de una narrativa contrahistórica que destituyera las historias oficiales y restituyera aquellas silenciadas por las versiones hegemónicas. Palabras clave: cine latinoamericano, cine y política, descolonización, contrahistoria. Los años sesenta se caracterizaron, en América Latina, por un redescubrimiento identitario. Fuertemente incentivado por la Revolución Cubana, este renacimiento se tradujo en la irrupción de un sentimiento insurreccional ante las distintas modalidades de la dependencia. El reclamo descolonizador se convirtió en el principio unificador de prácticas políticas, sociales, intelectuales y artísticas y el imperativo político revolucionario se transformó en el criterio con el que se concebían, realizaban y evaluaban las diferentes producciones discursivas. De allí se derivaron una serie de interrogantes que se expandieron al conjunto de las prácticas simbólico-culturales. Dos fueron fundamentales: qué espacio podía ocupar el arte en el tejido social y qué rol podían desempeñar los artistas e intelectuales en sus marcos nacionales y regionales. El campo cinematográfico no fue ajeno a estas batallas. En la segunda mitad de la década del sesenta surgió una generación de cineastas que configuró un nuevo cine que intentó liberarse de las dependencias política y cultural. Los nuevos realizadores, definidos a través de la figura del cineasta militante, recorrieron un camino que los condujo del compromiso social, centrado en la promoción de conciencia en los espectadores, a un cine de instrumentación política, orientado a la consagración de la práctica revolucionaria. En esta búsqueda, configuraron sus películas a través de un doble movimiento: la destitución de las historias oficiales y la restitución de aquellas silenciadas por las versiones hegemónicas. Estas nuevas interpretaciones de la historia se pensaban, al mismo tiempo, en función de los combates presentes. De esta manera, se postuló un nuevo vínculo entre el pasado y el presente, entre la impugnación de los relatos canónicos y la proposición de una restauración interpretativa. Dado que en su primera fase este cine adquirió su madurez en Argentina, Chile y Bolivia, en este trabajo se analizarán estas