Encuentros y desencuentros (original) (raw)

Encuentros y desencuentros en Cuenca

La inmigración y el desplazamiento forzado de la población colombiana en el Ecuador se han debido principalmente a motivaciones de carácter político, el conflicto armado y las violaciones de derechos humanos, lo cual ha generado el desplazamiento de 5 millones de personas. Dentro de las cifras oficiales se reconoce que entre 1999 y abril del 2013 Ecuador recibió 166.613 solicitudes de refugio y hasta diciembre del 2013 existían 56.471 personas reconocidas como refugiadas por el Estado ecuatoriano, de los cuales el 98% son de origen colombiano. En la provincia del Azuay, especialmente en el cantón Cuenca, se encontraban registrados 2.111 personas reconocidas como refugiadas por el Estado ecuatoriano y 7.262 personas solicitantes de refugio a esa fecha La movilidad humana de personas colombianas se la ha calificado como un “problema” en espacios públicos y medios de comunicación a partir de representaciones negativas, construidas a través de un discurso social que les atribuyen “hábit...

Una relación de encuentro-desencuentro

Boletín de Arte, Instituto de Historia del Arte Argentino y Americano de la Facultad de Bellas Artes de la Universidad Nacional de La Plata., 2016

En las primeras décadas del siglo xxi un gran número de museos comenzaron a coleccionar y a mostrar producciones contemporáneas, algunas surgieron de museos tradicionales que empezaron a adquirir o a exhibir esta clase de propuestas plásticas. Este es el caso del primer museo contemporáneo de la Argentina, el Museo de Arte Contemporáneo de Bahía Blanca, que, desde su origen, tiene una relación muy especial con el Museo de Bellas Artes de dicha ciudad. Este vínculo es un fenómeno que distingue a la historia de los museos de arte del país. A veinte años de la inauguración de este establecimiento, reconstruiremos algunos pasajes de su historia para comprobar el cambio que se produce entre el museo contemporáneo- y el museo moderno a lo largo de su historia. Para ello, trabajamos con las diferentes gestiones que se sucedieron y con las políticas llevadas adelante con relación a la manera de postular a ambas sedes.

Encuentros y desencuentros en la creación del personaje

Tsantsa. Revista de Investigaciones artísticas

Se considerará a el actor como el eje centrar de este encuentro – des – encuentro; encuentro con la técnica, la práctica y el proceso de experimentación o búsqueda de la creación del personaje (improvisación); desencuentro del actor con él mismo durante el proceso de creación del personaje, desencuentro con la técnica al enfrentarla a la práctica. Nos centraremos en teorías como las de: Kowzan sobre el signo y el teatro; las acciones físicas de Stanislavsky y en estudios hechos por el que suscribe sobre la improvisación; dando énfasis en esta propuesta que, para lograr el momento de creación, podemos recurrir a la búsqueda y uso de los signos icónicos y miméticos tal como son señalados por Kowzan y adecuarlos por el actor para lograr la creación y caracterización del personaje, siempre utilizando la improvisación como parte sustancial en el proceso de experimentación y creación. Se expondrán y vincularán cada uno de los de los conceptos antes citados y como se entrelazan para ayudar...

Encuentros en la encrucijada

La interrelación Psicología, Cultura y Educación plantea una encrucijada con distintos mapas de lecturas, en el que conviven y, también, disputan distintos paradigmas con implicaciones en las construcciones teóricas acerca de los fenómenos educativos, los sujetos y colectivos, las prácticas instituidas e instituyentes de la subjetividad. Los futuros docentes tienen derecho a formarse en contacto con miradas plurales y realizar diversos recorridos fundados para el análisis en profundidad de los problemas educativos actuales y, en particular, de las prácticas docentes, considerando la diversidad de contextos y destinatarios de la educación. Una particularidad de la mirada psicológica que proponemos en este volumen reside en que tensiona la supuesta coexistencia armónica entre el desarrollo humano, los procesos y las condiciones educativas de las instituciones. Del mismo modo, tensiona las concepciones que abogan por la linealidad y uniformidad de los procesos y ritmos de aprendizaje y...

Retratos y encuentros

Desde que allá por los años sesenta Gay Talese irrumpiera en el mundo del periodismo para revolucionar sus formas y cambiar para siempre la manera de afrontar un reportaje, sus artículos han servido de modelo a generaciones de escritores. Ya se trate de historias cotidianas protagonizadas por gente desconocida que con frecuencia nos resulta curiosamente familiar, o de perfiles de personajes famosos a los que en realidad no conocíamos tanto como creíamos, Talese es capaz de mostrarnos siempre el detalle invisible que nos revela los secretos, de introducirnos en la escena como si la estuviéramos presenciando, de hacernos partícipes de los momentos más inaccesibles. Iconos de la cultura como Frank Sinatra, Ernest Hemingway o Peter O’Toole, de la política como Kennedy o Fidel Castro, o del deporte como Joe DiMaggio, Muhammad Alí o Joe Louis, se alternan en estas páginas con entrañables recuerdos familiares o los humildes inicios del autor en el mundo del periodismo. El nexo de unión es siempre el mismo: el inigualable estilo de Talese.

De búsquedas y encuentros

Revista Surco Sur

Aquel día todavía no había quemado todo un pasado plasmado en álbumes de fotografías, diarios, cartas y tarjetas de amor, cientos y cientos de columnas de opinión publicadas en El Nuevo Herald por diez años, cuatro Emmys que gané por varios documentales que hice para la televisión de Miami y otros objetos que guardaba como recuerdos que ya no tenían nada que ver con mi nueva vida. Para evitar que ardiera parte del patio o se propagara el fuego descontrolado a la casa, compré varios basureros grandes de aluminio y en ellos arrojé todo aquello. Rocié sobre ellos poco de gasolina y después los fósforos encendidos. Qué dicha verlo todo arder. Lo recuerdo como si fuera hoy, y de esto hace 20 años, la libertad, la redención, un nuevo yo iba surgiendo, más limpio, más puro. Otro paso más que daba rumbo al radical camino que había elegido. O que me eligió. Me sentía renacer, como una nueva creación. El día al que me refiero en que todavía no había quemado nada fue cuando Madeline Cámara, especialista en temas de estudios cubanos, editora, escritora y profesora de literatura hispanoamericana en la Universidad del Sur de la Florida, se hallaba de visita en casa y frente a mi biblioteca iba escogiendo libros que le dije se llevara, los que quisiera. Recuerdo que ella escogió uno de María Zambrano y luego me contó que fue a partir de aquella lectura que se inició en sus estudios sobre la filósofa española. Los estaba regalando todos. Vendí muy barato o regalé todo lo que poseía: la casa y el carro, muebles, cuadros, mi ropa, la de cama y baño, vajillas, utensilios y artefactos, tarecos que componen un hogar, pero quería salir pronto de ellos. No me interesaba el dinero sino irme de Miami para cumplir lo que consideraba un llamado de Dios: ser misionera en Cuba ingresando en la Congregación del Sagrado Corazón de Jesús. ¿Ante semejante proyecto de vida-era entonces 1998, ese año cumplí 50-qué significaban posesiones o posiciones? Ya había renunciado a mi trabajo en el periódico, que me dio fama entre algunos cubanos de ser "honesta" y "valiente", siempre dicho en persona y sobre lo bajito, y entre otros (poseedores de micrófonos radiales, verdaderos terroristas verbales muy populares) de "dialoguera" y "comunista". Hoy lo recuerdo divertida. Pero es que jamás evadí la confrontación o la condena pública por defender mis principios, que guiaban mis posiciones políticas, mi ética periodística comprometida con la investigación seria, informar la verdad y exponerla, plasmada todas las semanas en mis artículos, y cuando el tema era Cuba: levantamiento del bloqueo, diálogo, reconciliación, no a la venganza, sí a la justicia, edificando la cultura del reencuentro entre los de acá y los de allá, transición hacia la democracia por medio de la desobediencia civil y la resistencia pacífica. Y fue así que aquella mujer agotada mental y físicamente, decepcionada, angustiada por una relación amorosa destinada al fracaso, de irse todos los años de vacaciones turísticas por Europa, y en Miami adoración al hedonismo: restaurantes, entretenimiento, actividades culturales, tertulias intelectuales, los placeres del sexo, un buen día se descubrió jubilosamente presa en una misteriosa fuerza que la empujaba hacia adentro de sí. El vacío existencial, la falta de sentido de mi vida era casi asfixiante. ¿Para qué vivía? ¿Cuál era mi razón de ser? ¿Por qué ese anhelo, ese deseo no colmado ni aun en los momentos de mayor intimidad amorosa satisfecha?