Canavese, Mariana. Los usos de Foucault en la Argentina: Recepción y circulación desde los años cincuenta hasta nuestros días. (original) (raw)

Usos de Foucault en la Argentina

Tropelías. Revista de Teoría de la Literatura y Literatura Comparada, 30 (2018), 2018

Reseña del libro de Mariana CANAVESE, Los usos de Foucault en la Argentina. Recepción y circulación desde los años cincuenta hasta nuestros días. Buenos Aires, Siglo XXI, 2015, 219 pp.

En el nombre de Foucault. Notas sobre "Los usos de Foucault en la Argentina" de Mariana Canavese

Revista Dorsal, 2020

Los usos de Foucault en la Argentina, de Mariana Canavese, es un libro borgeano. Y esto es así no sólo por lo que el texto afirma o sugiere, sino también por lo que omite y esquiva. En su epígrafe inaugural, como si del apotegma grabado en el frontispicio del Oráculo de Delfos se tratase, aparece recortado un breve fragmento de la entrevista que Héctor Bianciotti y Jean-Paul Enthoven le realizaran a Jorge Luis Borges en el año 1977. «¿Sabe siquiera quién es Foucault?»-inquieren los entrevistadores-; «creo que es un filósofo-responde Borges-Cuando advertí que hablaba de mí, preferí no saber lo que decía, ya que siempre estoy sorprendido por la inteligencia de los filósofos que se aventuran en mis libros. Su perspicacia me impresiona, pero qué quiere usted, soy un escritor de la vieja escuela: mi imaginación ha construido pequeños enigmas extraños y no me gusta que se pasee allí como en terreno conquistado». Bianciotti y Enthoven, advertidos del recurrente recurso borgeano al irónico elogio y la impostada modestia, lo interpelan: «hay mucho orgullo en su modestia», a lo que Borges, sarcástico ilusionista, responde: «Sí, soy orgulloso, pero no es por mí mismo, es por la filosofía. Ese género sublime no debe forjarse más que con materiales nobles y mis sueños de ciego no tienen nada que hacer ahí» 1. Borges, el mismo, que en su conferencia sobre la literatura fantástica (1967) había dicho: «pensemos en las hipótesis de la filosofía, harto más extrañas que la literatura fantástica» 2 ; o que en su célebre Tlön, Uqbar, Orbis Tertius había transferido a los metafísicos de Tlön su propio pensamiento acerca (...)

Entre gobierno y resistencia: Recepciones y usos de Foucault en el Norte Grande-Argentina

2020

This article includes some sections of the doctoral thesis: «Between the governed and the rulers. Government programs targeting poor-unemployed populations and practices of resistance and self-government in Salta, Argentina. The case of the Union of Unemployed Workers of General Mosconi».* From a journey through the process of elaboration and sketch of the theoretical plots, that, like a toolbox, emerge from doctoral work, the article tries to give an account of an analytical grid that allows to address the relations between the governed and the governors, deepening, in a strategic and heterarchical way, in the relationships between the government of poverty and practices of resistance and self-government of the unemployed workers and picketers, in and from the Great North of Argentina. We inscribe our reception and uses of Foucault around the works of the French thinker published between 1978 and 1984 and within a filiation of studies on governmentality, criticism and resistance el...

Usos de Foucault en pandemia

2020

ROQUE FARRÁN (CONICET), DIEGO SINGER (UBA/UNSAM) Y SILVANA VIGNALE (CONICET) 24 DE AGOSTO DE 2020 "Contra la peste, que es mezcla, la disciplina hace valer su poder, que es análisis". Michel Foucault I Hay un registro biopolítico desde el cual se ha sobreinterpretado la pandemia. De un lado, el concepto de biopolítica se ha usado en diversos sentidos; del otro, tal vez sea la primera pandemia que pone en juego y visibiliza enteramente aquel poder que comenzó a funcionar en el siglo XVIII, lo que hace que se revele-contra cierto abandono en el análisis de lo disciplinario en pos de las sociedades de control-cómo todavía se encuentra presente… De alguna forma, muestra también cómo los regímenes de saber y dispositivos de poder

El hombre de las mil caras. Foucault y Argentina

Los estudios culturales que centran su interés en la " recepción " de las obras provenientes de distintas localizaciones del pensamiento universal, aunque rara vez refieran a teorías provenientes de las peri-ferias, suelen partir del supuesto de que hay una distancia exterior entre el autor y quienes lo leen en contextos diferentes a los de su producción. Aun si aceptáramos estos supuestos " autor, obra, recepción, centro, periferia " como modo de tratar el incesante movimiento del pensamiento, en el caso de Michel Foucault y su vínculo con Argen-tina, esa relación se vería fuertemente problema-tizada tanto por su deseo manifiesto de que su figura se desdibujara como rostro identitario, como por el carácter profanador y libre de una franja de nuestro quehacer intelectual. De ese diálogo intenso, complejo e inacabado, se ocupa Pablo Rodríguez. Por un lado, repasa las discrepancias que el filósofo francés generó, desde las primeras traducciones hasta las modas que lo tenían como cita de rigor en el mercado de las novedades. Por el otro, piensa el camino original de una lectura foucaultiana desreglada, un punto de vista situado, que ha enriquecido al propio Foucault incorporán-dole a sus sugerentes temas y estilos los destellos de un quehacer político e intelectual, turbado por las convulsiones colectivas –del Cordobazo al 2001–, cuya imaginación también se vio enriquecida por la carga crítica e innovadora de sus conceptos.

Foucault y los espacios UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO FACULTAD DE FILOSOFÍA Y LETRAS

Programa Textos filosóficos VIII (2020-2) "Foucault y los espacios", 2020

En Les hétérotopies (escrito en 1967 y publicado en 1984), Michel Foucault explicaba que la gran obsesión del siglo XIX fue la historia, los temas ligados al desarrollo, las crisis y los ciclos, la acumulación del pasado, la evolución. Incluso, el siglo XIX encontró sus recursos mitológicos en la segunda ley de la termodinámica: “la cantidad de entropía del universo tiende a incrementarse en el tiempo...” Foucault contraponía a esa era del tiempo, una del espacio, nuestra época. Nosotros ya no experimentamos el mundo como una sucesión que se despliega a través de los tiempos, sino como una red que enlaza puntos; en ese sentido, Bergson y Heidegger son aún filósofos de una era periclitada, mientras que el estructuralismo busca establecer, entre elementos que pueden haber estado distribuidos a través del tiempo, un conjunto de relaciones que los hace aparecer como yuxtapuestos, opuestos o implicados; es decir, como puntos que permiten tratar de un modo diferente el tiempo y la historia. Como es posible notar en las obras de Foucault, la aparición del estrato del discurso, que singulariza la historia universal, y del a priori histórico, que quiebra la causalidad histórica, no podían alinearse sin más a los dominios historiográficos establecidos. Y, sin embargo, él mismo entendía su trabajo como exploraciones filosóficas en canteras históricas. Las obras de Canguilhem, de Dumézil y de la escuela de los Annales, siempre gravitaron en sus propias investigaciones. Pero, ¿no es cierto también que, desde la Historia de la locura en la época clásica (1961), y después más incisivamente, en el texto dedicado a Raymond Roussel (1962), y ya con mayor fuerza en una serie de textos publicados entre 1963 y 1964 (El lenguaje al infinito, El lenguaje del espacio, La prosa de Acteón) Foucault fue trabajando en una serie de problemas relacionados con los espacios que resonarán decisivamente en los conceptos de Las palabras y las cosas y La arqueología del saber? En Las palabras y las cosas, por ejemplo, los conceptos “episteme” (abandonado en La arqueología del saber) y “arqueología” tienen una clara orientación espacial que no ha sido señalada; además, las mismas mutaciones entre las epistemes son mostradas en su espesor espacial: la historia natural, por ejemplo, surge en un “espacio claro” en el que las cosas se suporponen anudadas por la mirada y el discurso. Ese espacio funcionaba como un “rectángulo intemporal” en el que los seres se presentaban unos al lado de los otros, con sus superficies visibles. Lo que ha mudado, entonces, es el espacio en el que se puede ver las cosas y desde el cual es posible describirlas. Están, luego, los trabajos ligados a la genealogía nietzscheana y la analítica del poder que muestra la mudanza de la disciplina al biopoder,¿no encontramos en los conceptos que orientan esos estudios facetas o componentes espaciales? ¿La hermenéutica de sí no es más bien una topografía? ¿No habremos pasado por alto la construcción multidimensional de los conceptos de Foucault y por eso tenemos una visión parcial de la arqueología, del a priori histórico, de las mudanzas entre los saberes y los poderes? Por supuesto, no se trata de confrontar espacio a tiempo, devenir a historia, sino de ver cómo la orientación de un concepto o la creación de un problema pueden desplegarse a través de vectores espaciales: lo simultáneo, lo yuxtapuesto, la indistinción entre lo próximo y lo lejano, lo contiguo, lo disperso, y no únicamente a partir de vectores temporales.