Crisis y soberanía (conversación con Willy Thayer) (original) (raw)

Sobre La crisis no moderna de Willy Thayer

(Comentarios en torno al libro de Willy Thayer "La crisis no moderna de la universidad moderna", Edit. Cuarto Propio, Santiago, 1996.) Sergio Villalobos--Ruminott Amicus Plato, magis amica Veritas. Louis Althusser. I.--Del objeto.

La soberanía y la "Responsabilidad de Proteger

2012

Los autores y principales defensores del concepto de "Responsabilidad de Proteger" (RDP), de gran relevancia en la actualidad por ser objeto de importantes debates, lo fundan, entre otras cosas, en la noción de "soberanía como responsabilidad".

Soberanía y catástrofe Reflexiones en torno al devenir barroco de la soberanía en Walter Benjamin

2019

El siguiente ensayo se cuestiona el problema de la soberanía a partir del encuentro entre <em>Para una crítica de la violencia </em>y <em>El origen del drama barroco alemán </em>del pensador Walter Benjamin. En este encuentro proponemos pensar la noción de soberanía a partir del problema que suscita la noción de violencia divina y su denominación como una violencia soberana. Las preguntas que nos guían a continuación intentarán abrir un espacio donde sea posible comprender de qué manera es viable leer el problema de la soberanía a partir de los análisis que Benjamin realiza sobre el Barroco alemán y la concepción disidente que este movimiento cultural presenta respecto de la tradición teológica cristiana, de la cual se desprende la ya clásica noción de soberanía schmittiana. El Barroco alemán para Benjamin, comprende la soberanía desde el problema de la catástrofe como manifestación de una verdadera excepcionalidad que desborda la norma del Derecho. The follo...

Ësáasi Eweera: en el laberinto del Estado dual

ENDOXA, 2016

El interés de esta monografía es interrogarnos acerca de la políticade la Monarquía española en la Isla de Fernando Poo entre 1892 y 1910; lapso en el que se desarrolló en Fernando Poo una actuación criminal “periférica” estrechamente varada en los arcanos de la soberanía monacal ibérica. Esta perspectiva conduce a la simetría entrelos actos del Gobierno colonial y los designios del proceso ocupacional de la España del S.XIX y XX. Correspondencia de igual forma palmaria entre los acontecimientos del valle de Moka (1904) y el levantamiento de Balachá (1910). Resumiendo: poner de manifiesto que a lo largo de los dieciocho años que cubren los estragos de Batete (1892), la muerte de Ësáasi Eweera (1904) y la del bötúkku Lubbà (1910), las políticas de hostilidad y daño deliberado a las condiciones de vida bubi fueron crímenes contra el derecho de gentes y se enmarcaban en los arcanos de soberanía españoles.

Crisis internacional de la soberanía y modelo cosmopolita de democracia

Araucaria. Año 5, Nº 9 Primer semestre, 2003

a filosofía jurídico-política de los dos últimos siglos se ha mostrado hostil a una interpretación extensiva de la idea federal, a anteponer la variedad sobre la unidad. Buena prueba de ello es el federalismo clásico o dual norteamericano. La historia del federalismo estadounidense demuestra que el poder federal o central ha adquirido cada vez mayor poder en detrimento de los Estados miembros; y que, en comparación con ese federalismo primitivo que otorga un papel muy importante a las libertades locales, municipales o infraestatales, se caracteriza por una disminución de la pluralidad y complejidad políticas. Por esta razón, se trata de un federalismo inadecuado para una época, como la nuestra, en la que junto al Estado han aparecido múltiples actores políticos infra y supra-estatales. Si queremos que el nuevo federalismo no sea una utopía hemos de partir de un realista análisis de la esfera internacional, y reconocer que el actual debilitamiento, en el plano internacional, de la soberanía de los Estados está generando una anárquica, fragmentaria y antidemocrática sociedad global. Pero también es preciso reconocer que el remedio contra estas consecuencias negativas producidas por la anárquica proliferación de centros de decisión política se halla en una formulación lo suficientemente compleja de la idea federal; y no en la vuelta al homogéneo Estado-nación y a la concepción sublimada o teológica de la soberanía, que siempre pone en peligro la libertad y la pluralidad de valores; ni tampoco en la asución de posiciones impolíticas como las defendidas por los libros de Hardt-Negri y Bolaffi-Marramao [1]. El federalismo contemporáneo, al mismo tiempo que reconoce a los nuevos actores políticos surgidos en la esfera local, nacional, regional y global, debiera establecer, con el objeto de impedir que determinadas organizaciones y agencias transnacionales distorsionen los procesos y resultados democráticos, un efectivo y realista derecho democrático cosmopolita, integrado por un conjunto de sencillas y básicas reglas ordenadoras.

Nosotros, el estado: reflexiones sobre soberanía

Nosotros, el estado: reflexiones sobre soberanía, 2014

En el presente trabajo discutiré la pertinencia teórica y la conveniencia política de seguir distinguiendo “estado” de “sociedad”. No creo que sea fácil superar, en nuestro lenguaje, dicha dicotomía: como no lo es, por ejemplo, la que distingue cuerpo y alma. Pero, al menos, el intento servirá para saber qué afirmamos implícitamente al utilizarla. Por eso, al discutir la pertinencia actual de la misma sostendré que su uso ha conducido a prosopopeyas que poco ayudan a la comprensión de la complejidad social: “El estado hizo…”, “El estado viola…”, “el estado está presente”, etcétera; pero que, más aún, es uno de los ba-samentos de la hegemonía capitalista, en tanto: a) muestra al estado como una entidad (“El Poder”, liberal dixit) que se distingue y domina a una sociedad civil que se muestra como reservorio de asociaciones del más variado tipo, b) de ese modo, oculta que el estado es una relación que se dirime en todas las esferas de la vida y diluye la visualización de la principal forma de dominación, mostrándola como una simple sumatoria de productores que producen y/o intercambian mercancías junto otras asociaciones, que realizan diversas tareas de utilidad social; c) esa confusión permite a los sectores dominantes mostrarse co-mo paladines de la sociedad civil y de la libertad frente al dominio estatal. Para dar algún soporte a esta interpretación, el trabajo se organiza del siguiente modo. En el primer apartado, haré una brevísima alusión a la literatura que hace del estado mo¬derno una creación que emerge con las monarquías soberanas en Europa y que continúa hasta hoy; lo que me permitirá: 1) reclamar la necesidad de establecer las discontinuida¬des co-rrespondientes, a partir del cambio de la titulari¬dad soberana; y, 2) mostrar el consecuente anacronismo de la oposición entre estado y sociedad, de origen iusnaturalista, cuando la soberanía pasó a los ciudadanos, borrando las distancias existentes en la anterior forma-ción estatal. Luego de esa discusión, el siguiente apartado promoverá el uso del concepto “estado” con referencia a las instituciones del estado/nación y, por ende yo proclamaré que el criterio principal de su tipologización debe el de las relaciones de fuerzas sociales que le dan forma en todas sus instituciones. Relaciones de fuerzas que se manifiestan, privilegiadamente, en la acción de los poderes electos (Ejecutivo y legislativo) y poderes no electos (Poder judicial y burocracias); pero también en las organizaciones no guberna-mentales, cuyas principales corporaciones deberían ser consideradas dentro del derecho público, en aquellos aspectos de su actividad que impactan sobre la población.