«'De la hegemonía a la autodestrucción. El Partido Comunista de España (1956-1982)' (Crítica, 2017), de Carme Molinero & Pere Ysàs» [Book review], Dictatorships & Democracies, 6 (2018), pp. 317-321. (original) (raw)
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El modelo de liderazgo de Emilio Castelar fue transformacional. Mantuvo un fuerte compromiso con sus seguidores, ya que el partido y la estructura provincial que creó estaban al servicio de su persona y su proyecto. Conservó el contacto con los principales líderes locales a través de correspondencia personal –como Camo, Maisonnave y Rodríguez de la Borbolla–, y con sus seguidores mediante viajes a provincias para pronunciar discursos –su gran atractivo–, los artículos publicados en prensa –diversificaba la publicación para dar imagen de personaje influyente–, y sus numerosos libros. Enseguida se interesó por la creación de órganos de prensa, centrados en dar la interpre-tación posibilista de la política local y nacional, identificando al líder con su proyecto y un modo de comportamiento. Los seguidores aceptaron el doble lenguaje en la estrategia electoral de Castelar, consistente en permitir las alianzas provinciales y locales con los republicanos, pero negarlas para los comicios a Cortes. Esto también respon¬dió a la necesidad de satisfacer los intereses de los notables locales. Castelar reunió un grupo de confianza en las Cortes del Sexenio, especialmente en las constituyentes de 1873. Los hizo ministros durante su República, y le acompañaron en gran medida durante su trayecto político en la Restauración. Cuidó siempre de la situación de ese grupo, y las negociaciones para conse¬guir acta de diputado o senador desde 1879 fueron encaminadas a lograr su presencia en las Cortes. En la disolución del Partido Posibilista se tuvo muy en cuenta la situación en la que quedaban los más fieles del círculo de con¬fianza de Castelar, para que certificaran el paso al Partido Liberal de Sagasta consiguiendo un ministerio. Castelar construyó una idea de República que venía a ser un modelo de sociedad guiado por el sufragio universal masculino, los derechos individuales, el liberalismo económico, la reducción del gasto público, el orden burgués –lo que suponía una disposición ante la cuestión social favorable al asociacionismo obrero y a la negociación colectiva, y contraria al socialismo–, el laicismo –especialmente en lo referido a la educación–, y los típicos valores morales del republicanismo: el patriotismo liberal, la virtud cívica, y la moralidad pública y privada. Este modelo de sociedad se tradujo en una serie de objetivos prácticos que guiaron su actividad política, y que, una vez cumplidos en 1890, justifica-ron su desaparición tres años después. Los objetivos prácticos eran el sufragio universal, el juicio por jurados y el derecho de asociación, lo que venía a ser en su opinión la democratización de la Monarquía. El conflicto que surgió con la disolución del posibilismo se debió a que una parte del partido consideró que el logro de los objetivos prácticos era la antesala de la consecución del objetivo último, la República.
Revista Gerónimo de Uztariz Aldizkaria
El presente artículo presente realizar una aproximación a la historia de dos partidos alejados en el tempo político y el éxito, así como geográfica y culturalmente, como son el PCE y el PCC en sus efemérides de 100 año de existencia (1921-2021), aunque dándose más incidencia al caso del PCC. Asimismo, se cogerá como punto final del relato el XX Congreso del PCUS de 1956, el cual implicó un cambio de paradigma para el movimiento comunista internacional, siendo para el caso del PCE su materialización en la política de “Reconciliación Nacional” de 1956, mientras que para el caso del PCC representaría su alejamiento de una Unión Soviética (ejemplificado en la ruptura sino-soviética de 1959) con su definitiva apuesta por una vía china al socialismo, y al desarrollo económico, debatido en el VIII Congreso de septiembre de 1956.
Carlos Navajas y Diego Iturriaga (coords.): Siglo. Actas del V Congreso Internacional de Historia de Nuestro Tiempo, Logroño, Universidad de la Rioja, 2016, pp. 423-438., 2016
Although the overthrow of the Francoist dictatorship was a shared aim, the Spanish Socialist and Communist parties were unable to reach the understanding necessary to create a political coalition against Franco until the very end of his regime. In contrast, in Catalonia, the Socialist Movement of Catalonia (MSC, in Catalan) and the Unified Socialist Party of Catalonia (PSUC, in Catalan) were able to overcome their animosity a few years before the death of the dictator – the Taula Rodona in 1966 was the first of a series of experiences. Only generational change within the leadership of the Socialist formations and a change of strategy within the Communist party made it possible to overcome the traumas of the Spanish Civil War and so permitted the beginning of an anti-Francoist collaboration. We used academic literature, and primary archival sources as well as the newssheet, Endavant, the mouthpiece of the MSC with the chronological framework of the MSC’s existence from its creation until its break-up: 1945-1966.
Revista Gerónimo De Uztariz Aldizkaria, (36), 25–46, 2022
El presente artículo presente realizar una aproximación a la historia de dos partidos alejados en el tempo político y el éxito, así como geográfica y culturalmente, como son el PCE y el PCC en sus efemérides de 100 año de existencia (1921-2021), aunque dándose más incidencia al caso del PCC. Asimismo, se cogerá como punto final del relato el XX Congreso del PCUS de 1956, el cual implicó un cambio de paradigma para el movimiento comunista internacional, siendo para el caso del PCE su materialización en la política de “Reconciliación Nacional” de 1956, mientras que para el caso del PCC representaría su alejamiento de una Unión Soviética (ejemplificado en la ruptura sino-soviética de 1959) con su definitiva apuesta por una vía china al socialismo, y al desarrollo económico, debatido en el VIII Congreso de septiembre de 1956.
Santiago Castillo y Montserrat Duch (coords.): Sociabilidades en la historia., 2015
Popular classes social networks collapsed after the Spanish Civil War and the bloody post-war repression. They remained strictly confined to the underground of daily life. Pre-war militancy was often maintained among relatives and in the immediate social surrounding. Most of activists gave up after the defeat and started their «internal exile», becoming politically demobilized. But some few persisted in their political activism by adapting it to the new permanent exception situation. Under the apparently unbreakable Franco’s peace, resistant minorities did not give up connecting scattered militant groups. It was a hard work not without internal dissensions. Nevertheless, in a slow but progressive way, they were able to elude repression and remake growing groups organized under the communist flag. Thus the Communist Party managed to become the most numerous and influential clandestine party in the Francoist Spain of the early seventies. In order to analyse the evolution of communist militancy during the process of remaking of clandestine cells and the period when they reconnected with the popular classes – from the post-war to the early sixties – we will focus in socialization networks, sociability spaces and militant experiences of those activists who took part in actions against the regime in the Catalan countryside.