Reconfiguración metropolitana y disputa por el espacio urbano. Las tomas de tierras en el partido de La Matanza durante los años 80 (original) (raw)
La crisis del modelo de acumulación de industrialización sustitutiva y vigente en la Argentina durante más de cuatro décadas (1930-1976), trajo aparejado en el ámbito específico del AMBA un verdadero proceso de reconfiguración rubana, al que definimos como un cambio en las formas de organizar el espacio urbano y de otorgar jerarquías en la distribución del capital, y consecuentemente en el reordenamiento de los flujos y los cuerpos en la ciudad. Una de las respuestas a este proceso de reconfiguración urbana puede verse a través de la proliferación de casas tomadas, dentro de los límites de la Ciudad de Buenos Aires, y en las tomas de tierras (o “asentamientos”) en los distritos lindantes que forman parte del manchón urbano. Siquiendo a Cristina Cravino, el asentamiento es una ocupación "ilegal" de tierras (lo cual no implica que sea ilegítima), tanto públicas como privadas, ya sea con una organización social previa o producto de una forma más espontánea (o en algún caso dirigida por funcionarios o políticos locales) que adopta las formas urbanas circundantes en cuanto a amanzanamiento y dimensiones de los lotes encuadradas en la norma vigente. Con el objetivo de delimitar una definición, podemos consignar algunos elementos que caracterizan a los asentamientos: - legalmente, la situación de tenencia responde a una ocupación de hecho, y no a una condición de propiedad, alquiler u otra forma de convenio. - socialmente, se trata de acciones llevadas a cabo de manera colectiva y no de experiencias individuales de los ocupantes. Sin embargo, en cada caso se expresan diferentes niveles de organización previa. - un elemento organizativo, que se expresa en los diferentes niveles de planificación previa y en la recuperación de formas asociativas anteriores (delagados por manzana, comisiones internas, etc.). - y por último un elemento físico, referido a que los ocupantes efectúan el trazado de calles según el trazado preexistente en la trama urbana, delimitando generalmente parcelas de dimensiones destinadas a albergar sólo una familia en cada una de ellas. Los asentamientos que comenzaron a extenderse a partir de los 80 constituyeron lo que definimos como movimientos sociales urbanos, es decir, “sistemas de prácticas contradictorias que controvierten el orden establecido a partir de las contradicciones específicas de la problemática urbana” , cuyo surgimiento está ligado a la irrupción de nuevas formas de conflicto social en las actuales sociedades capitalistas. La propagación del conflicto corresponde a una politización de la sociedad civil (la esfera de la “reproducción” para el estructuralismo), a medida que los cambios en los procesos productivos (estrcitamente la esfera de la “producción”) fueron transformando la copmposición de las clases sociales, fundamentalmente de la clase trabajadora.