El Libro de los Vigilantes: sexo y conocimiento prohibido en la apocalíptica judía (original) (raw)

2018, VI ENCUENTRO ESPACIOS MÍTICOS: Vicios inconfesables: Tabúes y prohibiciones de los dioses

Según Génesis 6: 1-2, aconteció que cuando comenzaron los hombres a multiplicarse sobre la faz de la tierra, y les nacieron hijas, que viendo los hijos de Dios que las hijas de los hombres eran hermosas, tomaron para sí mujeres, escogiendo entre todas. Fruto de esta unión surgió una prole de gigantes. La literatura apocalíptica judía expande esta historia presentándonos a los Vigilantes, ángeles cuyo propósito original era el de proteger y custodiar a la humanidad pero que, atraídos por las mujeres, les enseñaron todo tipo conocimiento prohibido, desde magia y hechicería, pasando por astrología o la fabricación de armas y perfumes. El Libro Etiópico de Henoc, y especialmente su primera parte, El Libro de los Vigilantes, describen en profundidad esta historia en la que el sexo entre ángeles y hombres y la transmisión de saber vetado al ser humano son sus puntos principales. Azazel, Semyaza, Farmarós o Baraquiel son algunos de los líderes de estos ángeles, quienes serían venerados como dioses por los hombres del mundo bíblico antediluviano. La ira de Dios no tardaría en caer sobre ángeles caídos, gigantes y hombres, empleando a sus arcángeles para matar y encarcelar a los pecadores, así como desencadenar el archiconocido diluvio universal. La magia y la idolatría están estrechamente asociadas en la mentalidad hebrea desde tiempos antiguos, y la historia de los Vigilantes es uno de los ejemplos más paradigmáticos de dicha unión. No solo desarrollaremos esta tensa relación, sino que también plantearemos los siguientes interrogantes: ¿Por qué estos ángeles sienten la necesidad de mantener relaciones sexuales? ¿Quiénes son sus mujeres? ¿Qué se sabe sobre los gigantes bíblicos? Las relaciones entre seres divinos y mortales son frecuentes en las mitologías de otros pueblos, pero los textos hebreos condenan estas prácticas y las consideran como una de las causas de que el mal y la corrupción se propagase por la tierra. Los Vigilantes enseñan al ser humano a hacer la guerra y a convertirse en seres vanidosos, transgrediendo las órdenes de Dios y conduciéndolos a su posterior aniquilación. La naturaleza de los Vigilantes, sus orígenes y el motivo de su comportamiento también serán objeto de estudio en esta comunicación.