Fuego cruzado entre la educación moderna y la posmoderna (original) (raw)
2015, José Manuel Rivera Núñez
Desde un principio la educación ha sido un tema neurálgico en el desarrollo y la evolución de los ciudadanos. Muchas veces se ha convertido en la columna vertebral de las sociedades siendo la que dirige el camino que las personas proponen seguir. A través de los tiempos, a la educación se le ha adjudicado una gran responsabilidad e importancia que ha hecho de ella algo forzado, perfecto, sin espacios para equivocarse o fracasar. Esa adjudicación recibida ha sido una decisión errónea cometida contra la educación ya que la convirtió en algo imprescindible en el desarrollo del ser humano. Las expectativas tan altas relacionadas a la educación hacían de ella algo inmortal e invencible. Para algunos teóricos y pensadores, la educación tenía la capacidad de omnipresencia y omnipotencia mediante el cual los problemas de cualquier sociedad, por más agudos o profundos, podrían ser resueltos. De esta manera, los problemas económicos, políticos, sociales, emocionales y familiares alcanzarían su punto de solución por la intervención de la educación. En fin, las desigualdades sociales, las divisiones de clase y diferencias ideológicas ya no iban a existir gracias al poder de la educación para derrumbar todo tipo de barrera. El pensamiento previamente descrito enmarca la percepción o filosofía de la educación de una época conocida como la modernidad. Con el pasar de los años, las ideas sobre el pensamiento educativo evolucionaron desarrollando un nuevo rumbo, un rumbo distante al predominante bajo la modernidad. Analizar el pensamiento educativo desde dos vertientes es el propósito principal de esta reflexión. La primera vertiente es la modernidad, la cual ha cimentado sus raíces en la razón, ciencia y leyes naturales para la construcción de una sociedad justa, democrática y racional. Por otro lado, se observa la postmodernidad como segunda