La Ciudad Generica R. Koolhaas 1997 (2) (original) (raw)
es posible, ¿a qué configuración última aspira? La convergencia sólo es posible al precio de despojarse de la identidad. Algo que normalmente se considera una pérdida. Pero a la escala a la que ocurre, debe significar algo.¿Cuales son las desventajas de la identidad, e inversamente, cuales son las ventajas de su ausencia? ¿Qué ocurriría si esta aparentemente accidental-y usualmente bienvenida-homogeneización fuera un proceso intencionado, un movimiento consciente desde la diferencia hacia la similitud? ¿Qué ocurriría si fuéramos testigos de un movimiento global de liberación: "¡abajo con lo característico!"? ¿Qué quedará cuando se sustraiga la identidad? ¿Lo genérico? 1.2. Se ha extendido que la identidad deriva de la sustancia física, de lo histórico, del contexto, de lo real, no podemos imaginar que algo contemporáneo-hecho por nosotros-contribuya a ello. Pero el hecho es que el exponencial crecimiento humano implica que el pasado, en algún momento, se quedará demasiado pequeño para ser habitado y compartido por los que lo viven. Nosotros mismos lo estamos extenuando. Por extensión la historia encuentra su depósito en la arquitectura, las actuales cifras de población inevitablemente explosionarán y agotarán la sustancia previa. La identidad concebida como esta forma de compartir el pasado es un concepto perdido: no solo hay-en un modelo de continua expansión demográfica-proporcionalmente cada vez menos que compartir, sino que la historia también tiene su lado odioso-y cuanto más abusivo, más insignificante-hasta el punto en que su disminuido reparto se convierte en algo insultante. Este pensamiento se ve exacerbado por el constante incremento de masas de turistas, una avalancha que, en una perpetua búsqueda de "carácter", machaca identidades fantásticas hasta convertirlas en basura sin sentido. 1.3. La identidad es como una ratonera en la que cada vez más y más ratones tienen que compartir el cebo original, que inspeccionado de cerca, puede llevar vacío siglos. La identidad mientras más fuerte, más acorralada, más se resiste a la expansión, la interpretación, la renovación o la contradicción. La identidad se convierte en un faro fijo, predeterminado: puede cambiar su posición o el mensaje que emite sólo a costa de desestabilizar la navegación. (Paris sólo puede ser mas parisina-está de hecho en el camino de convertirse en un Hiper-Paris, una caricatura pulida. Hay excepciones: Londres-cuya única identidad es la carencia de una clara identidad-está convirtiéndose perpetuamente en menos Londres, más abierto, menos estático.) 1.4. La identidad centraliza; insiste en una esencia. Su tragedia se produce en simples términos geométricos. Al mismo tiempo que la esfera de influencia se expande, el área caracterizada como centro se convierte en más y más grande, diluyendo desesperanzadoramente la fuerza y la autoridad de su corazón;