Las vicisitudes del Estado latinoamericano (original) (raw)
Webber: Bueno, estamos acá en la oficina de Mabel Thwaites Rey, 2 de mayo en Buenos Aires. Para empezar ¿puedes describir tu formación política e intelectual, para los lectores que no la conocen? Thwaites Rey: Egresé de la Facultad de Derecho y tengo el título de abogada, pero rápidamente empecé a hacer posgrados y formarme en Ciencias Sociales y a dar clases en la Universidad de Buenos Aires y me fui desarrollando en el campo de la Ciencia Política. Cursé una Maestría en Ciencias Sociales de FLACSO (Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales), luego completé una Maestría en Administracion Pública y el doctorado en el área de Derecho Político-Teoría del Estado, ambos en la Universidad de Buenos Aires. Mi formación más fuerte ha sido en el campo de las teorías del Estado y también en el análisis de políticas públicas, ajuste estructural y economía política, en un sentido muy laxo. Vengo de una formación marxista y en los años 70 y 80 milité en formaciones partidarias. Después no, pero seguí siempre vinculada a movimientos políticos y sociales de izquierda, en el ámbito universitario y fuera de él. Me defino ubicada en el espacio de la izquierda popular, próxima a la tradición autonomista en su vertiente de crítica al modelo partidario más rígido que sostienen, por ejemplo, las variantes de la tradición trotskista, muy arraigadas en la Argentina. Si bien tengo muchas afinidades y afecto por compañeros que adscriben a ella, no pertenezco a la tradición trotskista. Creo, sin embargo, que debemos intentar síntesis entre las distintas vertientes de la izquierda, una tarea pendiente y ardua, que me convoca. Soy una estudiosa de la problemática estatal, pero no "estatista". Entiendo que la dimensión estatal ha sido muy subestimada o poco comprendida y por eso insisto en qué hay que considerarla y estudiarla en profundidad, tanto en términos teóricos como, sobre todo, por su importancia en la definición de estrategias políticas. Webber: Bueno, es un buen lugar empezar con el Estado. Teóricamente ¿cuál es tu posición, teóricamente en general, sobre el estado capitalista y en particular sobre las particularidades del Estado de América Latina? Thwaites Rey: Bueno, lecturas... he seguido las lecturas marxistas clásicas sobre el Estado; trabajé mucho sobre la perspectiva teórica de Antonio Gramsci, la idea del Estado ampliado, del Estado como articulador de relaciones sociales, y la deriva p oulantziana es la que más me interesa. El aporte de Poulantzas a la comprensión de la dinámica y la problemática estatal ha sido fundamental en mi formación. Los aportes de Gramsci y Poulantzas son los que me parecen más fructíferos para analizar el Estado. Y también los debates en torno a la Derivación hicieron un aporte muy valioso, aunque me sigue resultando compleja en esa tradición la búsqueda de categorías intermedias, más específicas, que sean útiles para comprender procesos concretos. Lo que une a muchas de estas corrientes es la mirada del Estado como relación social, a la que suscribo y a la que le sumo la dimensión insuperablemente contradictoria del formato estatal. Hacer énfasis en lo contradictorio apunta a resaltar que cuando las luchas populares logran plasmarse en aparatos estatales como conquistas, esos mismos aparatos pueden servir, a la vez, para apaciguar las luchas, encauzarlas y así solidificar el capitalismo. Entonces, siempre se está en esa tensión de que toda conquista puede volverse una forma de subordinación, pero no por eso se renuncia a luchar por obtener triunfos que se plasmen en el aparato estatal en el formato de leyes, recursos, oficinas. Porque la derrota produce frustración y eso no mejora las chances de superar el