Una aproximación a la Gobernanza del agua en la Ciudad de México (original) (raw)

2018, Gerenciamento e governança de recursos naturais na América Latina

Esta colaboración tiene como propósito discernir sobre dos aspectos implicados en la gobernanza del agua como paradigma de gestión, que a diferencia de los señalados arriba, no han recibido una atención adecuada. Nos referimos a las formas que adquiere la participación social y la provisión de información sobre la calidad del agua por parte del Estado, que, sin duda, constituyen componentes sin los cuales es posible entender la gobernanza, y, consecuentemente el ejercicio del derecho humano al agua. Como referimos a continuación, ambos aspectos son asignaturas pendientes en la Ciudad de México, por una parte, la participación en la toma de decisiones ha sido capturada por grupos de interés, principalmente en una abierta relación entre la alta burocracia del sector y los grupos empresariales. Aquí ponemos énfasis en la principal plataforma de participación institucionalizada, los llamados Consejos de Cuenca, en este caso el CCVM, en cuya estructura predominan intereses empresariales, cuyos negocios en el abasto de agua para la CDMX son ampliamente conocidos. Asimismo, analiza la relación entre la carencia de información cotidiana y asequible sobre la calidad del agua que distribuye el organismo operador -SACMEX- y el negocio del agua embotellada. El artículo consta de tres partes. La primera consiste en un breve planteamiento del problema implicado en la llamada “gobernanza”; la segunda se refiere a la composición del CCVM y la tercera a la información sobre calidad del agua y el consumo de agua embotellada. A partir de estos tres ejes, mostramos que la gobernanza en México, si bien es un concepto útil en el discurso, contrasta con la limitada participación de la ciudadana en los espacios formalmente instituidos para ello, los cuales operan fundamentalmente como mecanismos para la legitimación de decisiones ligadas al negocio de abasto de agua. Por otra parte, la información sobre la calidad del agua, no se percibe como un insumo que permita a la población modificar comportamientos habituales como el consumo de agua embotellada, favoreciendo a un pequeño grupo de empresas transnacionales.