Carlos Loveira Chirino (original) (raw)

Uno de los escritores más relevantes de principios del siglo XX en Cuba. Nació en Las Villas en 1882 y murió en La Habana en 1928. Fue miembro de la Academia Nacional de Artes y Letras y miembro fundador de la Academia Cubana de la Lengua. Las novelas de Loveira pertenecen al realismo naturalista y psicológico. Cultiva un naturalismo crudo, pero atractivo, con un estilo muy personal: claro, directo y cortado, apropiado a lo que cuenta, siempre en defensa de sus fines ideológicos. En sus obras, la humanidad más castigada se mezcla con el rencor y con la angustia. Es el escritor que temperamentalmente más se asemeja a Émile Zola en todo el continente americano. La narrativa que abre el siglo XX en Cuba se caracteriza, en efecto, por una atención sostenida al problema de la norma lingüística cubana-aun cuando estos narradores no tuvieran noción científica acerca de qué es norma lingüística-. Carlos Loveira es uno de esos escritores en los que se advierte una nueva actitud frente al lenguaje, quien puede ser 0 0 1 F considerado representativo de la sensi bilidad lingüística que en ese momento se instaura. Uno de los valores exaltados en su novela Generales y doctores es la estratificación idiomática, en la que se combinan dos normas lingüísticas: la peninsular y la cubana-0 0 1 F coexistentes en un país que fue el últi mo en independizarse de España-. En relación 0 0 1 F con estos ele mentos lingüísticos de la norma peninsular-cuya supervivencia era por 0 0 1 F completo comprensible en la época-, Loveira no convo ca en vano en su texto, ni da entrada por error en su novela, a la norma "castiza"-como por momentos le ocurrió a Cirilo Villaverde-. Cuantas veces la invoca, el elemento lingüístico está en función del valor histórico-genético de Generales y doctores; es decir, del sentido objetivo de la 0 0 1 F novela en relación con el contexto his tórico en que surgió: está aún muy reciente la contienda contra la metrópoli colonial, y buena parte de la trama narrativa transcurre en los años que anteceden a la independencia. El novelista refleja aquí una actitud generalizada desde la primera mitad del siglo XIX: ya Ramón Roa contaba del colegio La Empresa, donde estudiara siendo niño, que los maestros hacían punto de honor criollo el exigir de sus alumnos una pronunciación cubanizada, ajena al castizo ceceo, símbolo distintivo de los amos coloniales. Por otra parte, en el momento en que sale a la luz Generales y doctores, subsiste-rezago del ayer colonial, pero también efecto de la numerosa inmigración que, proveniente de la antigua metrópoli, se vierte sobre Cuba desde fines del siglo XIX hasta 0 0 1 F bien avanza do el XX-la presencia, bien que desfalleciente y considerada incluso 0 0 1 F pintoresca, del modo de hablar ibérico-de aquí su su pervivencia como elemento de caracterización de personajes en la literatura cubana del nuevo siglo-. 0 0 1 F Puesto a describir la pa tria, la lengua es para Loveira un elemento más a convocar en su novela, y, en determinados pasajes-en los cuales se decide a una especie de tímida trascripción fónica, en general torpe y rudimentaria-, el novelista pone la palabra en función de sí misma, orientando la atención del receptor hacia el código lingüístico como 0 0 1 F factor que integra también la realidad reflejada en la nove la.