La grieta del Pozo de Quilmes (original) (raw)

Homenaje a los desaparecidos "Io non mori' e non rimasi vivo; pensa oggimai per te, s'hai fior d'ingegno, qual io divenni, d'uno e d'altro privo" Dante. Divina Comedia. Inferno 34. Argentina está llena de historias y gente contradictoria, bipolar y no pocas veces esquizoide. Tenemos pueblos originarios desplazados de los Valles Calchaquíes hasta la Pampa, forma invisibilizada del genocidio colonizador del siglo XVII, cuya memoria sólo leemos en nombres territorializados políticamente como cementerios mudos de crímenes de lesa humanidad hasta ahora impunes. Genocidios como otros más cercanos a nosotros, de la última parte de la pasada centuria. Tenemos estatuas, calles, plazas que hacen honor a saqueadores, violadores, piratas y mercenarios europeos, como no pocos que azolaron Entre Ríos, y Corrientes, navegando el Paraná, el Uruguay y el Rio de la Plata, combatiendo al pueblo argentino como "revolucionarios", "estadistas" y rebautizados por la oligarquía que escribe la historia, y nombra las avenidas y controla la memoria de las generaciones. Esta tendencia bipolar no es casual, se debe a una tecnología del control mental de las masas a fin de contener los movimientos emancipadores verdaderos y no contaminados por ideologías como armas de destrucción masiva. Como ejemplo histórico tenemos el cruce de las calles Allison Bell y Giuseppe Garibaldi en la Municipalidad de Quilmes, Provincia de Buenos Aires. La creciente restauración de la memoria viene trabajando para dar a conocer a las generaciones actuales y venideras qué fue y para qué sirvió el Pozo de Quilmes, centro clandestino de detención, tortura y desaparición. Usado por la pasada dictadura cívico militar esta instalación, que formaba parte del Circuito Camps, y que integró la logística del Plan Cóndor fue el infierno para víctimas y familiares durante 43 años. No sólo murieron argentinos, y también uruguayos allí, sino que también embarazadas perdieron a sus hijos, que de paso fueron parte de las familias de militares y civiles en el pode. Hijos y nietos que continúan apareciendo gracias a la poco valorada voluntad de lucha y búsqueda de familiares invencibles a la hora de buscar la anhelada y pospuesta o retardada justicia.