EL FEDERALISMO EN LA ERA DE LA GLOBALIZACION (original) (raw)

2015, FEDERALISMOS DEL SIGLO XXI (Cuadernos y Debates 235) CEPC, 2015

El presente estudio pretende llenar un hueco que no pueden llenar el resto de los capítulos del libro, dedicados a describir las experiencias federales comparadas en sentido concreto. Pese a las lógicas limitacio- nes espaciales, creemos que resulta necesario realizar una breve aproxi- mación al federalismo, en términos generales, desde tres puntos de vista distintos. El primero, el que hace referencia a la propia teoría y metodo- logía federal. Con ello, se pretende desterrar la idea de que las categori- zaciones, que tanto gustan a los juristas, resulten un modelo de acerca- miento definitivo en el estudio del federalismo, que se caracteriza porser un proceso constante de reinvención y experimentación en contacto con la realidad. Pero el hecho de que el federalismo sea un fenómeno dinámico, no implica que no deba estar de alguna manera garantizado, porque si de lo que se trata es de asegurar la unidad y la diversidad en el ejercicio del autogobierno, solo mediante la formalización de una de- mocracia constitucional, se podrá cumplir el objetivo final de la técnica federal, que no es otro que el de estar al servicio de la libertad. El segundo punto de vista tiene que ver con la posible concep- tualización del federalismo en el contacto con la realidad que antes señalábamos. Se pretende volver a las clásicas distinciones materia- les que han servido para describir los procesos de centralización de poder en el marco del Estado federal, esencialmente en Estados Unidos y Alemania. Al margen de los condicionamientos históricos, siem- pre importantes, los valores encajados en la forma de Estado social y democrático de Derecho, han resultado elementos cruciales a la hora de comprender la transición desde un federalismo dualista y arcaico, hacia un federalismo cooperativo reconstruido para atender las exi- gencias de la economía y la sociedad moderna. Sobre esta cuestión no diremos prácticamente nada nuevo, excepto lo relacionado con la aparición de un nuevo escenario político, donde la mundialización impone un vínculo distinto entre lo interno y los externo, entre lo público y lo privado, y el federalismo parece sufrir una nueva mutación como con- secuencia de la aplicación del principio competitivo a las relaciones institucionales. El tercer y último punto de vista se sitúa en el plano de lo prescrip- tivo. El federalismo aquí se presenta como un expediente ineludible para comprender y abordar los desafíos del poder global. El desborda- miento de las facultades que tradicionalmente cabía atribuir al Estado, solo puede ser neutralizado buscando nuevas formas de integración política, sobre las bases que proporcionan el federalismo y el constitucionalismo. Si la nueva realidad de la competencia económica, sitúa a los espacios continentales como Estados Unidos, China, la India o Brasil, en una situación más ventajosa para gestionar los problemas comunes y garantizar el bienestar de sus ciudadanos, resulta evidente que el conti- nente europeo debe llevar a cabo una transición desde el Estado nación al Estado posnacional, sobre las bases de la profundización política y jurídica alcanzada ya por la actual Unión Europea. En este contexto, el federalismo puede resultar un instrumento eficaz para consolidar desde el punto de vista del constitucionalismo democrático, un proyecto ineludible e irrenunciable.