El Laocoonte de Hagesandro, Polidoro y Athenodoro de Rodas: a vueltas con la iconografía del ciclo épico troyano al servicio ideológico del Imperio Romano (original) (raw)

El grupo escultórico que representa la muerte de Laocoonte y sus hijos, sobra-damente conocido por todos aquellos que se dedican a la historia del arte griego, fue descubierto el 14 de Enero de 1506 en las ruinas de las edificaciones del Mons Oppius (Monte del Opio) en Roma, un apéndice de la colina del Esquilino 1. Mide el Laocoonte 2,42 m. de altura máxima 2 y se exhibe en un lugar preemi-nente de los Museos Vaticanos (fot. 1), junto a cientos de obras maestras del arte de la estatuaria que fueron coleccionadas por los Sumos Pontífices desde el siglo XV en adelante. Su hallazgo fue fortuito, pues consta que lo sacó a la luz un labrador, llamado Félix Fredis 3 , mientras cavaba unos viñedos que estaban cercanos a las Siete Salas, razón que ha llevado a numerosos estudiosos a creerlo encontrado en el interior de tales dependencias, cosa que ha de ser tenida por errónea ya que, documentalmen-te, lo único que se puede afirmar es que fue exhumado, como se ha dicho, en un viñedo mientras el labrador trabajaba, lo que parece indicar su exhumación. Algu-nos autores señalan que el descubrimiento se hizo en una finca cercana a Santa María la Mayor, mientras que otros muchos hablan de las Siete Salas 4 , sin que los documentos del Archivo Vaticano acaben de aclarar a ciencia cierta el emplaza-miento exacto del hallazgo. Rápidamente, el Papa Julio II 5 (1443-1513) adquirió el mármol y concedió al campesino una pensión vitalicia, a favor de él y de sus hijos y descendientes, dis-trayendo las cantidades asignadas al labrador de las rentas que tenía la iglesia de San Juan de Letran, "introitus et portionem gabellae Portae S. Iohannis Late-ranensis". León X devolvió estos beneficios a la iglesia a cambio de conceder a Gerión