Colombia y México: las violencias del narcotráfico (original) (raw)
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Incidencia de la pandemia de COVID-19 en el narcotráfico y su violencia asociada en Colombia
Revista Científica General José María Córdova, 2024
Este artículo analiza la incidencia de la pandemia de COVID-19 en el narcotráfico y su capacidad de ejercer violencia sobre el territorio. Para eso, hace un análisis estadístico que cruza información sobre producción de hoja de coca en tres distritos cocaleros (enclaves) y sobre circuitos de violencia selectiva (masacres) en dichas zonas, durante los periodos 2017-2019 y 2020. Los resultados evidencian que el narcotráfico logró adaptarse a la pandemia y fortalecer su capacidad de violencia y control social en los tres distritos cocaleros. Esto también lleva a considerar la capacidad de las organizaciones criminales para adaptarse a situaciones de emergencia social, económica y política.
Construcción de narcoidentidades en Colombia y México
Revista Relaciones Internacionales - Universidad Nacional de La Plata, 2014
Resumen: En el presente artículo nos proponemos reflexionar respecto del carácter identitario de la narco-cultura en Colombia y México, con el objetivo de conceptualizar acerca de la posibilidad de convertirse en una especie de nación los grupos sociales que se identifican y viven en un narco-mundo. Tales seudo naciones se fundamentan en las utilidades provenientes de las Empresas Subterráneas o Ilícitas narcoviolentas con matriz colombo-mexicana, pero cuya principal característica es la trasnacionalización de sus actividades ilícitas que se entremezclan con las actividades legales de maneras consensuadas o en base a amenazas o la violencia efectiva. Las narco-franquicias suelen instalarse en los tipos de Estado que han sido identificados como Estados Superados, los cuales no se asimilan al concepto de Estados Fallidos, exiguos e inviables. La superación de los vacíos dejados por los Estados son generalmente cubiertos por las narco-autoridades en los territorios que por violencia, corrupción y herencia, lideran y organizan. Los Estados Superados no ejercen parcialmente soberanía en la totalidad de sus territorios nacionales aunque por regla general hacen presencia en la mayor parte del mismo. Y a través de diversos Estados Superados existen narco-comunidades con códigos de conducta generalmente opuestos a los de sus Estados de origen y que encuentran otras comunidades que comparten narco-valores y narco-principios pero cuya territorialidad se encuentra por fuera de las fronteras nacionales. Abstract: In this article we propose to reflect on the nature of identity in drug culture in Colombia and Mexico, in order to conceptualize about the possibility of becoming a sort of national social groups who identify and live in a narco-world. Such pseudo nations are based on profits from the Underground or Illegal Business narcoviolentas with Colombian-Mexican parent but whose main characteristic is the transnationalization of their illicit activities that intertwine with the legal activities of ways consensual or based on threats or actual violence. The narco- franchises are usually installed in the types of state that have been identified as Surpassed States, which, do not assimilate the concept of Failed States, cramped and unworkable . Overcoming the gaps left by the States are generally covered by the narco- authorities in the territories by violence, corruption and heritage, lead and organize. Overcome States do not exercise sovereignty over the whole part of their national territories but generally are present in most of the same. And through various Overcome communities narco- states exist codes of conduct generally opposite to those of their countries of origin and find other communities that share narco-values and narco- territoriality principles but which is outside the national borders. Palabras clave: Estados Superados – Narco-comunidad – Narco-cultura – Narco-Nación – Empresas Subterráneas o Ilícitas (ESoI) narco-violentas. Key words: Overcome States – Narco-community – Narco-culture – Narco-Nation – Illegal or Underground Enterprises (EsoI) narco-violence.
La historia del narcotráfico en México es convulsa y va acompañada de un nivel de violencia extremo. Desde que comenzaron las primeras ofensivas reales contra el narco en los años 80 hasta nuestros días, los éxitos de los sucesivos Gobiernos han sido prácticamente inexistentes. Por el contrario, los cárteles se han multiplicado, sofisticado y expandido por gran parte de la geografía mexicana. ¿Cuáles han sido los errores y por qué nadie ha sido capaz de frenar el todopoderoso crimen organizado? El origen del narcotráfico en México es incierto y está rodeado de sombras. Mientras que muchos señalan a los inmigrantes chinos, llegados a México a principios del siglo XX con el equipaje cargado de sus conocimientos sobre el cultivo de opio y su dependencia a esta droga, otros creen que realmente el problema empezó décadas más tarde, cuando Estados Unidos, bajo la Administración de Franklin Delano Roosevelt, supuestamente impulsó el cultivo de la amapola en suelo mexicano. El supuesto plan consistía en producir la gran cantidad de morfina necesaria para calmar los dolores de los militares estadounidenses durante la Segunda Guerra Mundial. Fuera como fuese, lo cierto es que desde aquellos orígenes el narcotráfico se ha convertido en un gigante ingobernable que no para de aumentar su poder, que penetra en los cuerpos y las instituciones del Estado y es responsable de unos niveles de violencia salvajes. Según el Observatorio Nacional Ciudadano, México podría haber alcanzado los 19.000 homicidios a finales de 2016, una cifra que supone un aumento del 3,2% respecto al año anterior. También ha crecido el número de secuestros y extorsiones, de manera que, a pesar de algún éxito puntual que se anotó el Gobierno en la reducción de los niveles de violencia entre 2013 y 2014, todo indica que las cifras a finales de 2016 volverán a ser igual de desastrosas que al inicio de la legislatura del actual presidente del Ejecutivo, Enrique Peña Nieto. Y no solo aumentan las víctimas, también lo hace la expansión de los delitos por la geografía mexicana, algo que demuestra que el presidente y su equipo fracasan en el control de territorio a pesar de la gran inversión económica que se realiza para intentar frenar la violencia en el país. Sin embargo, el fracaso del actual presidente en la lucha contra el narcotráfico no es algo novedoso y exclusivo de su mandato. La expansión y el éxito del crimen organizado en México es la historia de un fracaso político desde el Gobierno de Miguel de la Madrid, que en 1985, presionado por Estados Unidos, lanzó la primera ofensiva real contra el narco en respuesta al asesinato del agente Enrique Camarena, de la agencia antinarcóticos estadounidense (conocida en inglés como DEA), a manos del Cártel de Guadalajara, antes conocido como la Organización de Sinaloa. Las autoridades lograron entonces detener a los líderes Rafael Caro Quintero y Ernesto Fonseca, Don Neto. Habría que esperar hasta 1989, ya bajo el mandato del presidente Carlos Salinas de Gortari, para ver cómo caía el fundador del cártel, Miguel Ángel Félix Gallardo. Con un golpe de esa magnitud, se esperaba que se debilitaran profundamente los pilares del narcotráfico y se desplomara toda la estructura, pero nada más alejado de la realidad. Por aquel entonces, el pastel se lo repartían el Cártel de Guadalajara y el del Golfo, pero el descabezamiento del primero dio lugar al surgimiento de otros tres cárteles: el de Sinaloa, el de Juárez y el de Tijuana. Desde los años 70, los cárteles han pasado de ser dos a nueve, a los que hay que sumar sus 37 células delictivas aliadas. Además, el 60% de los estados mexicanos sufre la presencia de al menos un cártel del narcotráfico. Las organizaciones sobreviven independientemente de la detención o caída de sus líderes, porque no se realizan las investigaciones sobre las redes de lavado de dinero ni sobre los poderes políticos que realmente son su soporte. La debilidad del Estado, la corrupción de las autoridades, el fallo del Estado de Derecho y la falta de una política de drogas integral son los ingredientes de la receta de la expansión del narcotráfico y el consiguiente aumento de la violencia.
https://revistas.usantotomas.edu.co/index.php/episteme, 2019
El fenómeno del narcotráfico aparece como detonante de la realidad colombiana y mexicana, al punto de pretender establecerse como modelo que permea los imaginarios sociales, al ser aceptado como alternativa frente a la falta de oportunidades, como consecuencia del ausentismo estatal. Los factores detonantes, manifestaciones y consecuencias sociopolíticas, así como los enmarañados lazos entre el narcotráfico de los dos países, son escenarios de reflexión y debate académico en prospectiva de paz.
Más que plata o plomo: el poder político del narcotráfico en Colombia y México
Quito, Ecuador : Flacso Ecuador, 2016
Íconos. Revista de Ciencias Sociales es una publicación de FLACSO Ecuador. Fue fundada en 1997 con el n de estimular una re exión crítica desde las ciencias sociales sobre temas de debate social, político, cultural y económico del país, la región andina y América Latina en general. La revista está dirigida a la comunidad cientí ca y a quienes se interesen por conocer, ampliar y profundizar, desde perspectivas académicas, estos temas. Íconos. Revista de Ciencias Sociales se publica cuatrimestralmente en los meses de enero, mayo y septiembre. Íconos. Revista de Ciencias Sociales es parte de las siguientes bases, catálogos e índices:
El país, y los colombianos, cargan consigo una gran mancha o secuela, que ha dejado la gran ola del narcotráfico, más específicamente en la década de los 80 y principios de los 90, para recordar solo es necesario mencionar a Pablo Escobar.. Sin duda alguna, no hay mejor manera de describir sus efectos, a como lo hizo Jineth Bedoya, en su artículo titulado "Guerra contra el narcotráfico: 20 años de dolor, muerte y corrupción", publicado por el Tiempo: "El narcotráfico creó prototipos de vida, permeó a las guerrillas, alimentó a los paramilitares, engendró un modelo sicarial "de exportación", implantó en la mente de los jóvenes la consigna del "dinero fácil", cambió los cuerpos de las mujeres, corrompió a la política, alienó a los más dignos integrantes de la Fuerza Pública y se convirtió en el vital combustible del conflicto armado.", un motor maligno para la sociedad, porque la oferta para aquellas personas con necesidad, se presten como mulas o, hasta personas con el denominado "sueño americano", son utilizadas por personas inescrupulosas, cuyo fin es enviar su mercancía a toda costa, y sin despeinarse. La guerrilla instaurada en las selvas colombianas también vio en el narcotráfico, un negocio muy lucrativo, y ante todo un medio de financiación para sus actos y su sostenimiento, por esta razón son dados a vigilar con recelo, sus cultivos de coca. El modelo de vida de un narcotraficante, ha sido un ejemplo, para muchos jóvenes que con mentes ambiciosas, ven en este negocio el camino "más fácil", para obtener grandes sumas de dinero. Dinero, dinero en abundancia, con esto, los narcotraficantes, tuvieron la oportunidad de adquirir bienes a su antojo, como también lograron corromper la mente de gran cantidad de funcionarios públicos, entre estos políticos y miembros de la fuerza pública, pudiendo obtener comodidades para el libre funcionamiento de su ilícito negocio, y hay ejemplos, de que estos fueran capturados, pero con el poder corruptivo quedan con facilidad de nuevo en libertad.
El narcotráfico en la novela colombiana
Se trata de un examen de las distintas perspectivas desde las que se ha abordado el fenómeno del narcotráfico en la literatura colombiana y del proceso histórico que ha orientado dichas aproximaciones a la realidad nacional. Las novelas estudiadas son: Coca: novela de la mafia criolla (1977) de Hernán Hoyos, El cadáver de papá (1978) de Jaime Manrique Ardila, La mala hierba (1981) de Juan Gossaín, Divino (1986) de Gustavo Álvarez Gardeazábal, Leopardo al sol (1993) de Laura Restrepo, Cartas cruzadas (1995) de Darío Jaramillo Agudelo, El zar, el gran capo (1995) de Antonio Gallego Uribe, En voz baja (1999) de Darío Ruiz Gómez, La lectora (2000) de Sergio Álvarez, Hijos de la nieve (2000) de José Libardo Porras, Quítate de la vía, Perico (2001) de Umberto Valverde, Comandante Paraíso (2002) de Gustavo Álvarez Gardeazábal, Angosta (2003) de Héctor Abad-Faciolince, Batallas en el monte de Venus (2003) de Óscar Collazos, Delirio (2004) de Laura Restrepo, El Eskimal y la Mariposa (2004) de Naum Montt, Sin tetas no hay paraíso (2005) de Gustavo Bolívar.