La Dama del Virrey de Lima (original) (raw)

La Dama del Virrey de Lima

En la historia del Perú Colonial llamado también virreinal no fue excepto al amor en todas sus expresiones desde aquel amor celestial y divino de los santos de este período de la historia como lo fue el de Santa Rosa de Lima y de un fraile llamado Martin de Porres de linaje aristocrático que fue llevado a los altares como el primer santo afro que se elevó a los altares por la siempre soberbia y clasista y racista iglesia católica a los carnales amores de un Virrey aristócrata llamado Manuel de Amat y Juniet y una bella criolla cuyo nombre nos recuerda a una época de boato y frivolidad limeña nos referimos a doña María Micaela Villegas y Hurtado de Mendoza moza de apellidos españolísimos que marco toda una época en la historia del Perú Ella según sus más acuciosos biógrafos nace una mañana del 30 de abril de 1748 así Según consta en su partida de bautismo hallada en la iglesia San Sebastián en Lima, (aunque no especifica donde). Fue la primera de 6 hijos que tuvieron Joseph Villegas y Arancibia, arequipeño y María Teresa Hurtado de Mendoza y de la Cueva, limeña. Poco se sabe de su niñez, su familia era de condición modesta y vivieron en el barrio del Rímac. Aprendió a leer y escribir, cosa poco común para las mujeres de la época, haciéndose aficionada a las obras de Lope de Vega y Calderón de la Barca, gustaba también del canto y danza, y de temprana edad mostró vocación por el teatro, aun cuando ese oficio era considerado como indigno e impropio para una mujer A los 15 años debutó en el Coliseo de Comedias, propiedad de Maza, conocido actor y empresario teatral, quien la protegió y enseñó el oficio teatral. El teatro era su pasión, y antes de cumplir 20 años, su talento, y elocuencia la convirtieron en la actriz de moda. Dotada de imaginación ardiente y fácil memoria recitaba con suma gracia romances caballerescos y escenas cómicas. Todos los días el teatro se abarrotaba de público, era muy admirada y su fama trascendió los límites del Virreinato. Es en esa época que inicia un romance que duró 14 años con el sexagenario Virrey don Manuel Amat y Juniet convirtiéndose en la relación más escandalosa del siglo XVIII, Amat la hizo su amante y el centro de la vida social limeña. En 1769 tuvieron un hijo al que llamó Manuel. Micaela Villegas propició muchas de las construcciones que Amat realizó en su gobierno: La Alameda de los Descalzos, el bello palacete La Quinta de Presa, que era la casa solariega de la aristocrática familia Carrillo de Albornoz y Bravo de Lagunas Marqueses de Monte mar y Monteblanco, el Templo de las Nazarenas que albergaría la imagen del Señor de los Milagros de la cual era devota y El Paseo de Aguas, que fue construido para impresionarla. La tradición cuenta que cuando éste le profesó su amor, ella le respondió que lo aceptaría si él pusiera la luna a sus pies, entonces el Virrey mandó construir el Paseo de Aguas, acordonado por unos arcos de estilo francés y al centro una amplia fuente donde se reflejaba el cielo, y en una noche de luna llena la llevó al borde de dicha fuente, diciéndole "... hoy pongo la Luna a tus pies".