A. Ribera, N. Romani. Valentia. Sordes Urbis, 2011 (original) (raw)
El foro de Valentia es de época Flavia, 70-100 d.C., y formaba la parte principal del programa de monumentalización arquitectónica de la ciudad que seguiría a la creación de la colonia romana en un momento avanzado del siglo I d.C. Este gran conjunto urbano era de planta rectangular, de aproximadamente 6900 m2. El pavimento estaba formado por grandes losas de piedra caliza. Al interior se accedía desde el pórtico mediante tres gradas que salvaban el desnivel entre el pavimento de éste y el de la plaza. Se han conservado ocho grandes basamentos de cimentación de las columnas del pórtico que medían 5,80 m, una altura considerable. La nueva colonia reformó inmediatamente su centro cívico, el foro, un gran espacio porticado del que se ha conservado parte de su lado oriental. A lo largo de sus pórticos había varios edificios. En su lado sureste se ha identificado la curia, el lugar donde se reunían los gobernantes de la ciudad. Al norte de ésta habría una segunda curia que tendría sentido dada la peculiar duplicidad administrativa de Valentia. El lado meridional de la plaza lo ocupaba la basílica, en cuyo ángulo noreste, junto a la curia, había un templo dedicado al culto del emperador, el Aedes Augusti, del que se conoce su puerta monumental. Contiguo a éste se disponía otro edificio identificado como una sede gremial o schola de un collegium. Era cuadrado, con su fachada principal abierta al cardo maximus y cuyo interior se organizaba en torno a un atrio tetrástilo con una serie de estancias abiertas al mismo. Junto a él, por el norte, había otro edificio, anteriormente identificado con un supuesto macellum (mercado), situado a espaldas de la curia. Era de planta cuadrada y tenía diez habitaciones alineadas alrededor de un patio central con un pozo. Se está revisando su adscripción, que ahora se piensa estaría en relación con el mencionado collegium. Al otro lado de la vía, en época Flavia se amplió la antigua área sacra, que ocupó las aceras de la calle y se expandió hacia el sur. El hallazgo de dos inscripciones dedicadas a Asklepios confirma su función salutífera asociada a tratamientos con agua.