Tiempo y soledad (original) (raw)
Hacia la mitad del siglo XIV, en 1347, una pandemia azotó Europa. Se le conoció como la peste negra. Las pequeñas hemorragias cutáneas de los afligidos cubrían sus cuerpos con manchas oscuras. De ahí, el nombre peste negra. Entre 1351 y 1353 Giovanni Bocaccio, escritor italiano contemporáneo de Dante Alighieri, escribió un centenar de historias a las que se les conoce como el Decamerón: cuentos breves y novelas cortas compiladas bajo la fórmula de la narración enmarcada. La obra narra la historia de un grupo de jóvenes (siete mujeres y tres varones) que intentan escapar de una peste que azota Florencia y se recluyen en una villa alejada. En su encierro, cada noche un miembro del grupo contaba una historia. Tanto las mujeres como los varones podían ser nombrados reyes o reinas por un día. La designación real les otorgaba el poder de elegir el tema de las historias. En este escenario, i quaranta giorni, quadraginta o la cuarentena fue, no solo una estrategia médica para mitigar los impactos de la pandemia por la peste, sino también el catalizador para crear una de las obras capitales de la literatura universal. Pero no todos los encierros corren con la misma suerte.