Lenguaje y violencia en La virgen de los sicarios, de Fernando Vallejo (original) (raw)

Para el mundo entero, la violencia constituye un desafío. En Colombia tiene carácter endémico, lo que explica que dentro de los estudios sociales de este país exista la espe-cialidad de la violentología (von der Walde 2000: 222). El conflicto político de los años cuarenta y cincuenta entre los dos partidos tradicionales, liberales y conservadores, que vio cómo emergía la figura del pájaro, antecedente del sicario, cómo se producían más de 200.000 muertos y se generaban desplazamientos ingentes de población del campo a las ciudades, ha dado paso a nuevas formas de violencia, concretadas en las subversiones armadas, la actuación cruenta del Estado, los grupos paramilitares, así como el narcotrá-fico, que aparece en los setenta y se consolida en la década siguiente, y encuentra un terreno abonado en jóvenes pobres de las ciudades, quienes se organizan en bandas y crean la subcultura del sicariato. El fenómeno del narcotráfico se acompaña de cambios fundamentales en el imaginario de la región y de un vasto abanico de expresiones cultu-rales, que despiertan un creciente interés en las ciencias sociales y, al mismo tiempo, abren el camino a la ficción (Polit 2006: 120). Como explica Óscar Collazos (p. 133), «[e]ste apretado tejido de violencias se convierte en literatura narrativa cuando ya se ha introducido en el imaginario colectivo, cuando sus efectos sobre la realidad social se revelan catastróficos, cuando ha ganado terreno en la conciencia colectiva y pervertido aún más a amplios sectores de la sociedad». A pesar de la larga tradición de violencias que vive el país, su penetración en el terreno literario resulta tardía. La vorágine (1924), de José Eustasio Rivera, da cabida a los conflictos y posteriormente, las luchas biparti-distas de los cuarenta y cincuenta originaron numerosas novelas testimoniales sobre la situación, así como otras que exploran sus causas. Más adelante ya no será posible una atención a la violencia colombiana desde un marco autónomo, ensimismado, sino que se abordará con una perspectiva amplia, global.