Duch, Lluís (1997). Antropología de la religión. Herder: Barcelona. (original) (raw)
INTRODUCCIÓN En la base de esta exposición hay un largo artículo publicado en 1982, que se ha rehecho y actualizado completamente. Con este texto pretendemos ofrecer, desde la perspectiva ideológica y metodológica que mantenemos desde hace casi treinta años, una aproximación concisa al estudio de las religiones para los que deseen introducirse en estos universos tan sugerentes como ambiguos. Hace ya algunos años, Maurice Freedman señalaba que el estudio de los fenómenos religiosos era imprescindible para una antropología que se propusiera dar razón con un cierto detalle de la humanidad del hombre. Afirmaba que, si la política y la economía permiten la comprensión de las estructuras del comportamiento humano en lo que tie- ne de voluntario y consciente, la religión, por su parte, era la clave para comprender el alcance de su comportamiento inconsciente. En la actualidad, creemos, que la postura de Freedman posee algunos aspectos que es necesario tener en cuenta, pero hay que añadir lisa y llanamente que las razones que aduce a favor del estudio de los fenómenos religiosos nos parecen muy inconsistentes e incompletas porque responden, en efecto, a unos planteamientos teóricos y prácticos que en la actualidad ya han sido casi abandonados completamente por los estudiosos. Después de algún tiempo en el que, por regla general, la religión no ha suscitado entre los estudiosos nada más que menosprecio, ahora vivimos en una época muy «religiosa», aunque habría que añadir enseguida que se trata de una religiosidad que, en términos generales, no se manifiesta especialmente «eclesiástica». Creemos, sin embargo, que el estudio de los fenómenos religiosos, porque señala algunos aspectos irrenunciables de cualquier antropología que apriorísticamente no recorte el ámbito de sus análisis y, así, de la humanidad misma del hombre, no tendría que depender de unas coyunturas, siempre tan aleatorias y vacilantes. No deja de ser un flagrante contrasentido, quizá como muestra del tradicional aislamiento intelectual de nuestro país, que en la mayoría de departamentos de ciencias humanas de nuestras universidades no sea posible encontrar ninguna oferta antropológica seria que tenga en cuenta las diversas facetas de que constan los fenómenos religiosos. Como máximo, se ofrecen unas nociones dispersas e inconexas en aquellas disciplinas que poseen algún «contenido religioso». Desde perspectivas muy diversas, se han señalado las consecuencias negativas que para la transmisión cultural se desprenden de esta carencia. De entrada, debemos advertir que una temática tan amplia y compleja como la que aquí proponemos no podrá abordarse en su total extensión y profundidad, sino que nos limitaremos a trazar las grandes líneas de la discusión ideológica y metodológica y aportar al final de cada capítulo, en un apéndice bibliográfico, la enumeración de aquellas obras que en cada caso consideremos más adecuadas. En esta introducción deseo agradecer a Josep Massot, director de las Publicacions de l'Abadía de Montserrat, que a lo largo de tantos años me ha aguantado y, en una época editorialmente difícil, me ha publicado un número considerable de libros. L. D. Montserrat, abril de 1996