Reseña de Gérard Brey del libro del libro Diego Caro Cancela, Anarquismo, represión y campañas de prensa. Alcalá del Valle (1903-1910), Cádiz, Editorial La Serranía / Centro de Estudios Andaluces, 2019, 275 pp. En: (original) (raw)

Caro Cancela, Diego: La Revolución de 1868 en Andalucía. Madrid, Peripecias, 2018. 392 pp

El pronunciamiento militar de Cádiz de septiembre de 1868 desencadenó un proceso de movilización política que alcanzó una intensidad sin precedentes en la historia de España. Quizá la intención de la mayoría de los militares y dirigentes políticos que encabezaron la rebelión carecía de verdaderos propósitos de ruptura radical con el régimen político moderado. Sin embargo, la sublevación de los generales, acompañada por una insurrección civil de amplio alcance, generó un espacio de oportunidades en el que confluyeron patrones conocidos de protesta junto a nuevas pautas de movilización. Entre los primeros cañonazos de la marina el 18 de septiembre de 1868 y la reunión de las Cortes Constituyentes en enero de 1869, media un intervalo cuya interpretación resulta especialmente compleja debido a los múltiples procesos que, en medio de la coyuntura abierta por la sustitución de una legalidad y la definición de una legitimidad diferente, entraron en acción para condicionar el rumbo de la "Gloriosa". Cabe afirmar que en esas primeras semanas en las que se verificó la caída de la monarquía de Isabel II se conjugaron las principales inercias de un periodo que, como afirma Diego Caro Cancela, editor de La revolución de 1868 en Andalucía, no ha sido "un territorio historiográficamente privilegiado" hasta la fecha.

Reseña de la Obra de Enrique González Duro Las rapadas. El franquismo contra la mujer, publicada en Madrid en la editorial Siglo XXI, en el año 2012, realizada por Fernando Jiménez Herrera.

Reseña de la Obra de Enrique González Duro Las rapadas. El franquismo contra la mujer, publicada en Madrid en la editorial Siglo XXI, en el año 2012, realizada por Fernando Jiménez Herrera. Enrique González Duro, autor de la obra Las rapadas. El franquismo contra la mujer 1 , ejerce, actualmente, de psiquiatra en el hospital madrileño Gregorio Marañón. Enrique González Duro nació en 1939 en la provincia de Jaen, dedicando su vida a la asistencia pública, a la docencia y la investigación. Hombre polifacético ha escrito numerosas obras de diversa índole aunque todas ellas relacionadas con su formación en la psiquiatría. Tiene un gran interés por aspectos como las biografías psiquiátricas, la historia de la psiquiatría, historia de las emociones y los sentimientos o la historia de las mujeres. En cuanto a periodos históricos, el autor centra su atención sobre aspectos de la época contemporánea, fundamentalmente el franquismo, con obras como El miedo en la posguerra 2 , Los psiquiatras de Franco: Los rojos no estaban locos 3 o la presente obra a analizar. Las rapadas es una obra que inserta varias de las temática enunciadas anteriormente. Fundamentalmente es una obra de historia de las mujeres, ya que expone acontecimientos generales y casos concretos de sucesos que sucedieron a las mujeres republicanas o a las esposas, hijas y madres de los republicanos durante la Guerra Civil española y la posguerra. Aunque también tiene influencias de la historia social, a través del intento de comprender las motivaciones que llevan a un grupo de hombres a humillar a mujeres indefensas, intenta comprender que objetivos persiguen con esos actos, los efectos físicos y psicológicos que dichos acontecimientos producían en las mujeres que lo padecían e intenta describir el por qué de esas situaciones. Además, también incorpora el autor en la obra elementos de la microhistoria, ya que se exponen casos concretos que se intentan reconstruir, y que por su carácter general, sirven para que el lector pueda entender otros casos o circunstancias similares. Las rapadas consta con un total de diez capítulos subdivididos en apartados, sin embargo, la obra carece de introducción y de conclusiones. A través de estos diez capítulos el autor realiza un recorrido por los aparatos represores franquistas, centrando su atención en aquellos acontecimientos que tuvieron como víctimas a las mujeres, obligadas a tomar aceite de ricino, a ser rapadas y a ser paseadas por las calles en el momento en el que el aceite de ricino actuaba sobre sus cuerpos. Es decir, la obra se centra en los métodos represores utilizados sobre las mujeres consideradas desafectas. Por lo tanto no es una obra centrada en todo el aparato represor franquista, sino en una parte de éste, aunque en el primer capitulo si se narran acontecimientos represivos producidos por las fuerzas franquistas sobre población civil y militar considerada enemiga. También hay referencias a lo largo de la obra a acontecimientos represores más generales y sobre población masculina como forma de contextualización de la obra. Aunque el autor centra su atención sobre Andalucía, pasando más por encima y con menos detalle sobre el frente norte, Cataluña, Madrid o Valencia. En un análisis más pormenorizado, en el primer capítulo, como se ha mencionado anteriormente, se habla da la represión franquista en general, aunque el autor empieza a centrar la obra en los acontecimientos que atañeron a las mujeres como víctimas. Los castigos analizados son la ingesta de forma violenta de aceite de ricino, su posterior rapado y como, mientras el aceite de ricino actuaba sobre los cuerpos de las mujeres, éstas fueron paseadas, en algunos casos semidesnudas. Este tipo de actuaciones fueron autorizadas por las autoridades sublevadas, ya que no estuvieron nunca tipificados judicialmente. Fueron hechos extrajudiciales que contaron con el beneplácito de los insurrectos y la población que les fue favorable. Estos actos violentos contra las mujeres solían ir acompañados de violaciones y torturas. El autor delimita las dos partes del castigo, la intima y privada, la violación, y la pública, el paseo, el rapado de pelo o los efectos del aceite de ricino sobre el cuerpo de la mujer. Cada uno de estas dimensiones del castigo tenía un fin. En el caso de la parte pública, expuesta en este primer capítulo de la obra, fue el ejemplo. Se quiso atemorizar a la población y demostrar lo que les pasaría si rompen el nuevo orden social que quería imponer el régimen. Este