Performance art en Chile (original) (raw)
COMPOSITORAS EN CHILE: UNA HISTORIA RECORTADA / WOMEN COMPOSERS OF CHILE : A MISSED HISTORY, 2015
El presente artículo busca recorrer los fundamentos bibliográficos de la musicología chilena, analizándolos críticamente bajo una perspectiva de índole contra-histórica. Amparándose en la idea de Luis Vitale, que da cuenta de la figura de la mujer como aquella “parte invisible de la historia”, se hace imprescindible revisar los escritos de los fundadores de los estudios musicológicos en Chile; ya no como meros compendios informativos, si no como pilares constitutivos del imaginario que permea al músico chileno. La constatación de la disímil presencia de mujeres creadoras en estas obras, la aparición de algunas en ciertos autores, la ausencia de otras; en definitiva, apariciones esporádicas de sus nombres. La ausencia de imágenes que las reflejen. Los señalamientos mediados por nombres de hombres que las sostengan. Sus estilos musicales encajonados a los lineamientos masculinos. En resumen, gran parte de aquello que se ha dicho sobre ellas en estos libros, da cuenta de la episteme patriarcal que permea la escritura y el registro de sus creaciones. Saldar esa deuda, evidenciar las carencias forzadas y las ocultamientos por motivos de género, así como también influir en el quehacer pedagógico al otorgar una perspectiva crítica que no recurra siempre a compositores masculinos como ejemplos de la enseñanza son parte de los objetivos del presente artículo.
El exilio artístico en Chile. Una aproximación
En: Miguel Cabañas Bravo, Idoia Murga Castro, Miguel Ángel Puig-Samper y Antolín Sánchez Cuervo (editores): Arte, ciencia y pensamiento del exilio republicano de 1939. Madrid: Ministerio de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática, 2020, pp. 101-135. [ISBN: 978-84-7471-143-1], 2020
Tras la derrota republicana en la guerra civil española, más de medio millón de vencidos fueron lanzados al exilio en 1939. Pasada la primera hora de acogida en los hostiles solares vecinos, Latinoamérica no tardó en convertirse en el segundo gran espacio de recepción de estos vencidos y, con ello, de su creatividad y desarrollo artístico y cultural. Uno de los rincones más lejanos de este solidario refugio latinoamericano fue Chile, que se convirtió en un importante país anfitrión de la diáspora. Sus premisas de partida, con todo, en principio no fueron muy favorables a la instalación de intelectuales y creadores exiliados, aunque ciertamente la labor de estos no tardó mucho en hacerse presente en su mundo cultural y creativo y en dejar allí una trascendente impronta. La presencia de los artistas, en este contexto chileno, no ha sido objeto de estudios específicos de conjunto, por lo que en este trabajo se realiza una breve aproximación con objeto de contribuir a visibilizarlos y a situar las circunstancias y características de su exilio, sin soslayar las singularidades de su adaptación y profesionalización. La escena artístico-cultural que los recibió en Chile no había gozado de un gran desarrollo ni de punteras especializaciones, por lo que fue frecuente que, en sus desarrollos creativos, estos artistas huéspedes interconectaran diversos planos profesionales y dedicaciones artísticas. Además, ello también condicionó la formación y profesionalización artística de los refugiados que llegaron jóvenes, cuyo avance y aporte creativo al país también se presenta diversificado en varios espacios o sectores de actividad. Por todo ello no solo se ha pretendido aquí caracterizar al contingente de artistas arribados, con sus etapas y espacios de acomodo, sociabilización y desarrollo artístico, sino también reparar en algunos de sus más significativos protagonistas y visibilizar a los menos conocidos dedicándoles unas líneas. Ello va mostrando un panorama de amplio espectro, en el que, además de los ejercicios y trayectos artísticos personales, se observa cómo las necesidades laborales y las aplicaciones prácticas condujeron la creatividad hacia determinados sectores, entre los cuales habría que destacar agrupadamente —por su representatividad, proyección y conexiones profesionales, que no en función del número o la importancia creativa—, en primer lugar al sector de la arquitectura, la construcción y el diseño mobiliario; en segundo lugar al sector editorial, de diseño gráfico, ilustración y publicidad; en tercer lugar al sector de la escenografía, el cine y la fotografía y en cuarto y último lugar al sector de la enseñanza, la crítica artística y la erudición histórico-artística. En todos ello se detiene el texto.